Freezenberg

1K 52 4
                                    

Al llegar a Freezenberg Sofía recordó la pequeña aventura que tuvo allí cuando era solo una niña.
El país siempre se encontraba congelado y hacia demaciado frío, Sofía se aferro a Hugo y ambos caminaron en dirección al palacio real.
Al llegar Hildegard corrió a abrazar a su padre y a su hermana mayor que se había convertido ya en la reina, el pequeño Ali no había podido acompañarlos en el viaje ya que las temperaturas de ambos reinos eran opuestas y quizá podría enfermarse.

Después de un largo rato de estar en compañía de la familia de Freezenberg, Hugo y Sofía decidieron salir a pasear.
Para el joven este era el paraíso, amaba patinar en hielo, lamentablemente solo podía hacerlo cuando caía el invierno en su país, pero este lugar era distinto, todo el año se encontraba congelado.
Lo primero que hicieron fue montarse en un trineo y aventarse dese la colina más alta que encontraron, parecían dos niños pequeños disfrutando de las pequeñas cosas de la vida.
Después patinaron en hielo hasta que sus pies se encontraron hinchados, para el príncipe este era el mejor lugar que habían visitado durante su luna de miel.

Sofía cogió un ramo de las famosas flores inventadas por la hada Urtica y que eran el símbolo del país, tenía intenciones de llevarselas a su madre cuando la viera.

Pronto terminaría su viaje de luna de miel y serían absorbidos por sus obligaciones, Sofía hubiera querido permanecer toda su vida así, pero debía ayudar para que Albuquerque fuera un mejor lugar para la gente.
Su viaje a Zumaria sería el último destino, la chica estaba muy ansiosa por volver a ver a su amiga Vivian, era su mejor amiga de la infancia y habían​ pasado momentos inolvidables.

Esa misma noche partirán para llegar al amanecer a Zumaria ya que la distancia que existía entre ambos reinos era muy grande.

Volviendo a la realidad:

Cedric se encontraba en su torre, estaba furioso pues a través de su espejo buscaba a la princesita Sofía  sin éxito, lo que él no sabía es que el libro la había absorbido tanto a ella como a Hugo llevándolos 8 años en el futuro.

Los príncipes nisiquiera habían notado que aquella historia era la suya, al parecer habían cambiado demaciado y no eran muy observadores.

Scarlett sabía que su padre pasaría el fin de semana en el castillo de Encantia, lo que le causaba preocupación era que ni Sofía ni el aparecían.

La princesa se dirigió a la torre del hechicero que la recibió de mala gana como era su costumbre.

~Cedric no encuentro a mis padres por ningún lado, temo que les haya pasado algo. Por favor ayúdame a encontrarlos, decía Scarlett mientras le hacía ojos de ternura.

Cedric no pudo evitar notar que la mirada de la chica era igual a la que Sofía le brindaba cada vez que lo veía, aquella mirada de la que se había enamorado .

~ Te ayudaré pero no lo hago por el príncipe mimado sino por Sofía.

Scarlett salto de felicidad y fue en busca de Dave.

Después de buscar durante todo el día los tres estaban agotados, no se imaginaban donde podrían estar, el espejo de Cedric aún no podía encontrar a Sofía, al parecer por la llamada barrera de espacio-tiempo.

El hechicero se imaginaba lo peor, quizás habían huido juntos o seguramente habían descubierto que espiaba a la princesa a través del espejo y pusieron una barrera alrededor de ella.
Tenia que averiguar que era lo que estaba pasando.

Al parecer los miembros de la familia real no habían notado la ausencia de ambos chicos, el amuleto de Sofía había lanzado una amnesia temporal en ellos.

Los únicos que lo recordaban eran los gemelos y el hechicero.

Sofía y Hugo seguian viviendo la historia a través del gran espejo contador de cuentos, la historia aún no llegaba a su final así que no podrían intervenir hasta que se presentará el problema.
Al parecer está historia no tenía pinta de tener un problema muy grave, esa pareja era realmente encantadora y su amor se notaba a kilómetros de distancia.

Pero la vida suele dar muchas vueltas y nunca sabes lo que puede pasar o quiénes querrán acabar con la felicidad de las personas.

Continuación de la historia los duques desafortunados

Al regresar al castillo de Freezenberg, Hildegard los invito a cenar con su familia antes de emprender el viaje.

La cena fue excepcional los platillos típicos de aquel país era únicos, nunca habían probado nada igual, casi toda la comida tenía un toque de hielo, era como comer helado con comida.

Al terminar la cena los duques se despidieron de la familia real y enviaron saludos y besos al pequeño Ali y a su padre Zandar.

Sofía y Hugo subieron al carruaje y se elevaron por los cielos, había una tormenta de hielo, era muy peligroso  volar en estas condiciones pero se encontraban ya lejos del palacio de la familia de Hildegard.

Los vientos soplaban fuertemente y el carruaje se ladeaba de un lado a otro.

Hugo decidió asomarse por la ventana, cuando derrepente vio a un muñeco de nieve acercándose a ellos, por temor el duque metió la cabeza y su rostro se tornó pálido.

~ ¿Que te pasa? Dijo su tierna esposa mientras le acariciaba la cara.

~ Creo que vi un muñeco de nieve aproximándose a nosotros.

En ese momento se escucho un ruido en el toldo del carruaje y tuvieron que frenar de golpe.

Sofía asomo su cabeza de forma que no fuera muy visible, depronto la risa de la chica comenzo a sonar.

~ No te preocupes Hugo, es mi amigo Olaf, no te hará daño, es muy lindo y amigable.
Hugo salió de su escondite y vio al muñeco tirado  en medio  del camino.

Ambos jóvenes lo armaron y Olaf salto de felicidad.

~ Gracias por su ayuda, me perdí queriendo volver a casa. Decía el muñeco mientras se acomodaba la zanahoria que tenía por nariz.

~ ¿No me recuerdas? Soy Sofía

~ ¡Princesa cómo has crecido! decía Olaf mientras saltaba a sus brazos.

~ El es Hugo mi esposo.

~ ¡Hola Hugo!, El muñeco de igual forma salto hacia los brazos del duque haciendo que ambos cayeran a la nieve.

Me dió gusto verlos pero ahora debo volver a mi hogar, los veré pronto chicos.

Sofia y Hugo subieron al carruaje y la joven comenzó a burlarse por el susto que se llevó su esposo.

~ Debiste ver tu cara, casi te desmayabas, gritaba mientras golpeaba su espalda.

~ ¡Lo tenía controlado ! Repetía Hugo mientras se encogía de hombros.

El carruaje siguió su camino y ambos permanecieron abrazados hasta llegar a su destino.

Una serie de sucesos extraños ( Sofia Y Hugo) [Historia 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora