Las horas habían pasado volando, ya era de noche y ahora mismo me encontraba en el patio trasero de la casa de Daniel. Su primo se estaba tomando un baño y Daniel acomodaba todo para su estancia aquí.
Desde que habíamos llegado a la casa, Daniel no me hablo ni una sola vez y solo se limitaba a contestar algunas cosas a su primo le decía. La verdad, es que no me importa lo indiferente que estaba conmigo, pero me molestaba que me mirara de reojo sobre su hombro, con esa expresión de desearme lo peor.
(En parte agradece que este así Lara. Recuerda que por hoy debías obedecerle y pudo enviarte a que te tiraras del segundo piso... Mejor que las cosas sigan así)
Bueno, qué más da. El caso es que ya estamos aquí y es mejor llevar la fiesta en paz.
Los pasos de alguien se escucharon acercándose y la voz de un hombre se escuchó bostezando y aclarando la garganta.
--¡ah! Que bien se siente uno después de tomar una ducha-era el primo de Daniel. Lo miro pero no le respondo nada-ahora que tengo el tiempo, quisiera preguntarte algunas cosas.
Puso la toalla en su cuello y me miro con una sonrisa juguetona.
--¿Qué quieres preguntarme?
--en primera, ¿Quién eres?-lo decía alzando un dedo y mirando al cielo para luego volver a mirarme con una sonrisa a medias.
--¿Qué quién soy?... soy la-una idea se me ocurrió y mi sonrisa apareció--... novia de Daniel-su reacción a lo que había dicho fue súper graciosa e hice lo posible para no reír y seguir jugando con él--... ¿acaso no te lo dijo?-me miro con sus ojos muy abiertos y con la boca apunto de decir algo-hasta... estábamos pensando en casarnos-lo último fue como si algo lo hubiera empujado, porque se cayó al suelo.
--¿Qué?... tu eres la... ¿casarse?-empecé a dar pasos en su dirección pero él retrocedía con sus manos-debes estar jugando... no puede ser cierto. ¡Daniel!-se levantó del suelo tropezando de vez en cuando y salió corriendo en busca de su primo.
Unas cuantas risas se salen de mí boca al ver como el primo de Daniel había reaccionado. Hace unos minutos parecía tan varonil, pero ahora se encontraba como un niño pequeño, que se estaba yendo a quejar a su mamá.
Creo que me divertiré mucho con esos dos. Su primo es tan ingenuo que me da pena.
Pensar que ahora le contaría a Daniel todo lo que le había dicho me producía curiosidad, así que me fui corriendo a ver qué pasaba.
(Tonta, no ves que Daniel está enojado. Si el idiota le cuenta lo que le dijiste, te meterás en problemas Lara)
¡Demonios! No pensé en eso... ¡diablos! Ese idiota me meterá en problemas con el primer idiota.
Empiezo a correr para alcanzar al primo de Daniel quien veo que está subiendo las escaleras al segundo piso. Me doy prisa y al llegar arriba lo jalo de la mano y lo meto a una habitación a mi derecha.
--¿pero... pero que estás haciendo?-se queja y cuando estoy por explicarle, escucho como Daniel sale del cuarto de huéspedes donde se quedara su primo.
--shhh...-- tapo su boca con mi mano y espero a que Daniel pase, y se dirija al piso de abajo.
Cuando ya no hay peligro doy un suspiro aliviada y me doy cuenta que estoy muy cerca de la cara del segundo Idiota, quien me mira con mucha atención y eso me produce nerviosismo e incomodidad.
Me aparto enseguida produciendo una distancia adecuada para ambos.
--¿qué tanto me está mirando?-le digo mirando a un costado.
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Ellos Son Idiotas
RomantiekLara ese es mi nombre. Por alguna razón del universo, siempre escojo a la persona equivocada. No importa cuanto me esfuerce, simplemente el príncipe que conozco al principio resulta ser un ¡Grandísimo Idiota! Pues bien prontó conocerán a la Reina q...