POV: Paula
Abrí los ojos lentamente y me incorporé en el puntiagudo césped, ¿qué había pasado?... ¿Me dormí?, sentí una presencia a mi lado y me asusté terriblemente.
— ¿Qu...quién eres? — traté de alejarme lo más que pude.
— Y pensar que te encontraría tan fácilmente, así que tu eres la princesa, ¿eh? —escuche su voz con un tono de malicia.
Entonces apareció ante mi un chico, que aparentaba unos 19 - 20 años, tenía la piel blanca y su cuerpo era bastante robusto, como si hubiera entrenado desde muy joven, si no fuera por su mirada intimidante seria muy guapo, tenía la altura de 1:80, casi igual que la de Arturo, el pelo rubio y ojos verdes, podría jurar por su aspecto que era alguien importante, como si fuera de la realeza.
— No pensé que fueras tan fea — dijo con un tono asqueado.
— ¿Y tu quien te crees que eres? —dije disgustada — No te creas demasiado, y no andes por ahí insultando a los demás, estúpido.
Me agarró el cuello de mi camisa y me alzó hasta que mis pies no tocaran el suelo.
— ¡Suéltame, idiota! ¡Me haces daño! —dije intentando zafarme del agarre. Pero era demasiado fuerte.
— Otra vez me acabas de insultar, niña, estoy muy enfadado — dijo con mucha rabia. — sino fuera porque eres "la princesa", ya te habría rajado el cuello, ¿entiendes? Así que compórtate como una niña buena y quédate callada...
De repente alguien apareció detrás de él, y tenía una espada cerca de su cuello, casi como para cortar la yugular.
— Suéltala si no quieres que te corte en dos la cabeza, no me importa si eres el hijo del Rey, suéltala ahora mismo.
Reconocí la voz en un instante.
— Seguro que quieres meterte en problemas, sabes que si me tocas un pelo, puedo mandarte a la mazmorra y no solo eso, puedo hacer que seas vendida como esclava, para toda tu vida una vida de sufrimiento continuo, hasta que mueras cuando ya no lo puedas soportar mas —su voz se escuchaba con una malicia extrema, alguien sin escrúpulos.
Acercó más aún la espada hacia su cuello hasta que rozaba el filo y casi producía un corte.
—!Suéltala ya! no me importa lo que digas, si le llegas a hacer más daño, te juro que te rebano la cabeza. — dijo esta vez ella con más seguridad.
— Vale, vale, no te pongas así, mira ya la suelto. —dijo con calma mientras me soltaba y caía estrepitosamente contra el piso.
—¡Princesa! ¿Estas bien? — dijo inspeccionando haber si tenia alguna herida.
— Si, estoy bien, gracias a ti, Ágatha. —dije sonriendo a pesar del dolor.
—Gracias a los dioses que esas bien,... ¡Maldito! ¿Qué le intentabas hacer a la Princesa? —dijo mientras miraba con odio a aquel chico.
—Tranquila, tranquila y controla esa boca, Ágatha, si no quieres meterte en problemas —dijo en tono amenazador. — Simplemente quería saludar a mi próxima pareja — dijo mirándome con lujuria.
— ¿Pareja? ¿Ágatha a que se refiere? —pregunté pero ella solo miraba al suelo, sin poder contestar. —Ágatha, contéstame.
—"Ágatha contéstame" — dijo el burlándose. — bueno me voy, espero que la próxima vez que nos veamos, puedas hacer más cosas contigo, "Princesa", — dijo mientras me miraba con lujuria y malicia.
Mientras se retiraba pensaba a mis adentros: «Arturo, ¡ayúdame! por favor, no se que hacer, si no estas aquí, por favor, ven pronto». mientras juntaba mis manos pidiendo ayuda.
— Princesa, te debo una explicación...
POV: Arturo
—Fariel—. dijo mientras sonreía, «parece que ha tenido una vida dura».
—Me llamo Arturo, por cierto ¿Dónde estamos? —.
Inspeccione a mi alrededor, estaba en una casa, era mas parecido a una choza, me di cuenta que las paredes tenían adornos femeninos, «este debe ser el lugar donde vive», era un lugar pequeño y solo tenia cosas esenciales.
—Aquí es donde vivo, cuando te desmayaste te traje aquí, es mas seguro que haya afuera, es de noche y no es aconsejable salir, hay muchos peligros en el bosque —dijo preocupada.
Tragué saliva, «esto no hay que tomárselo a la ligera, realmente podemos morir, tengo que encontrar a Paula pronto, espero que este bien» con eso en mente, me tracé un objetivo:
"Salir sanos y salvos de este mundo".
—Fue un placer haberte conocido, Fariel, si me disculpas tengo que ir a encontrarme con alguien, cuídate, Adiós—.
Me di la vuelta y me dirigí a la puerta «No tengo tiempo que perder tengo que ir a encontrar a Paula antes de que le pase algo ».
— ¡Espera! — me detuvo.
— ¿Si?—. Dirigí mi mirada hacia ella.
—Esto..., ya es de noche y es cuando empiezan a merodear las bestias, es peligroso salir ahora—. Me miro preocupada.
—Aun si es peligroso, tengo algo que hacer, gracias por preocuparte Fariel—. Abrí la puerta, me volvió a detener.
— ¿Qué pasa? Fariel—. Le pregunté.
— ¿Puedes morir no te importa?—
—Claro que me importa, pero tengo algo más importante que hacer y no puedo desperdiciar tiempo, déjame salir Fariel —.
—No, no quiero— me sujetaba con fuerza el brazo.
—Por favor — intente zafarme de su agarre.
—Te dejare solo si me llevas contigo—. Me dijo con determinación pero aun se notaba en sus ojos que estaba nerviosa, quizás porque la fuera a rechazar.
—Fariel, es peligroso ir afuera, tu mismo lo has dicho, si es una persona no llamará tanto la atención, ¿no crees?—. Intente disuadirla esperando que eso funcionara.
— No pienso quedarme aquí sola..., es la primera vez que una persona me trata así, y a pesar de eso, se quiere ir y dejarme sola, no quiero eso Arturo—. Estaba al borde de las lágrimas.
— ...Esta bien Fariel, pero si te ocurre algo, y no sea capaz de defenderte, no me culpes—. Le dije.
—Muchas gracias Arturo—. Me dijo con una gran sonrisa, y se lanzó a abrazarme, «¿y ahora que le diré a Paula?, estoy un día sin ella y ya traigo a otra chica, seguro que me da una bofetada».
—¡Fariel! Alista las cosas que necesites, salimos enseguida—
—Ya estoy lista, vamos—. Gritó con emoción.
—No deberías estar emocionada, no vamos a una excursión—.
—No me importa—.
—Ya claro, por cierto ¿sabes cómo llegar a la capital?—. Le pregunté, necesito saber donde queda la capital de este país, llevo en este bosque demasiado tiempo.
—Solo he ido una vez, creo que sé por donde queda—Dijo pensativa.
—Entonces vamos, no tengo tiempo que perder—.
Mientras seguía pensando en todo lo que ocurrió ese día, lo mágico e increíble de haber viajado a otro mundo, ser transportados sin previo aviso, la horrible sensación de morir , pero aun así, no cambiaría estas experiencias por nada.
—Quizás mi aventura sea mas larga de lo que pensé—. Dije mientras me sumergía en la oscuridad del bosque... Espérame Paula, te encontraré...
« Me hubiera gustado que todo hubiera continuado así de bien, pero porque tuvo que pasar eso...»
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Mundo Dubilia
Fantasy"¿Que harías si alguna vez fueras enviado a otro mundo?" me preguntó ella. "Ya estas soñando otra vez, eso nunca ocurrirá" eso fue lo último que le dije antes de ser transportados a otro lugar. Ser enviado a otro mundo sin ayuda o sin saber que...