Capitulo 10: Ruben Cameron.

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Alexis Martínez.

Estaba en biblioteca ya resignado comencé a estudiar, de chico recuerdo que me encantaba ir a la escuela era el más inteligente pero cuando cumplí 14 decidí dejar la escuela ya que comencé a salir de fiesta, a tomar y drogarme. Cuando estaba estudiando fui interrumpido por mis compañeros que estaban muy enojados porque les robe ¿y quién no lo estaría? Nicolás, un chico al que ya no soporto para nada comenzó a golpearme cosa que yo seguí y comencé a golpearlo también hasta que llego el director con una chica. Les dio uno de sus sermones como lo hace conmigo y nos castigos.

-quiero que cuiden la granja durante 2 semana, tendrán que alimentar a los animales y limpiar sus defecación- dijo serio. -y vos, también Alexis-dijo mirándome ahora no solo tenía que estudiar, si no cuidar a los animales.-ahora se van a dormir- ordeno.

-cuando todo se fueron pregunte-¿Por qué no les dijo la verdad? -mientras el volteo.

-¿la verdad, de qué?-

-de que, yo robe las cosas-dije serio.

-bueno es tu primer día en este colegio, no dejemos correr el chisme, de que eres un ladrón, los chicos de tu edad suelen juzgar mucho, se creer perfecto y si un rumor como ese llegaría a sus oídos, no volvería hablarte ninguno, no confiarían en ti- respondió y yo solo lo mire.

Rubén Cameron.

José Cameron que tenía unos 20 años cuando lo conocí, era mi hermano de corazón porque a mí me adoptaron cuando yo tenía 10 años crecí la mitad de mi vida en la calle y la otra con una familia ni muy pobre y ni muy adinerada. José en poco tiempo, se casó con una mujer llamada Tamara Agüero, hija de un multimillonario, y se fueron a vivir a una mansión que quedaba muy lejos del pueblo. Yo, molesto porque el decidió irse de casa para formar una familia con ella, no lo volví a ver, él se alejó armando su vida y yo también decidí alejarme. Tuvieron una linda hija la cual le pusieron de nombre Isabella Cameron, eran muy felices viviendo allí.

Recuerdo ese día como si hubiera sido Ayer, Me llamo un policía diciéndome que mi hermano y su querida esposa tuvieron un accidente en el cual murieron. Se me vino el mundo abajo mi hermano al que tanto amaba, se fue y no tuve la oportunidad de decirlo cuanto lo quería, ni de conocer a Tamara. De Isabella, mi sobrina no se sabía nada, solo que su cuerpo no lo encontraban y nunca lo hicieron. Siempre sospeche de que estaba viva la busque durante años moví cielo y tierra, pero no había rastros de ella.

Pasaron los años de ese maldito accidente, me fui convenciendo de que la niña murió. A Tamara nunca la conocí, lo único que se de ella, son los rumores que decía la gente, de que estaba loca, que ella podía pasar horas hablando sola, siempre contaba que hablaba con una amiga que vivía en el otro mundo, si, otro mundo que raro, no? Ahora yo me pregunto ¿tan loca estaba? Recordé; el sueño que teníamos mi hermano y yo antes de que nos dejáramos de hablar. Nuestro sueños era hacer un colegio pero no un cualquiera si no un internado donde los chicos vivieran allí, que fuese su hogar.

Un año después del accidente, prometí que cumpliría nuestro sueño de abrir el colegio. Decidí hacerlo en la mansión donde él vivía, ya que había quedado como su único heredero después de que dieran a la niña por muerta, no fue nada fácil pues tuve que hacer más habitaciones, salones, una biblioteca que contenga muchos libros y una granja, a los chicos les va a gustar muchos los animales que pondré.

-mételo, allí- dije a el hombre que me ayudaba a cargar las cosas a la camioneta.

-hola, disculpe, ¿usted anda buscando profesora de literatura?-dijo una mujer de pelo corto con anteojos.

-bueno, en realidad busco varios profesores para mi escuela-conteste- ¿y usted quién es?-la mire.

-bueno, yo soy profesora de literatura, me llamo Paula y busco trabajo-dijo estrechándome la mano.

-bueno mi escuela tiene que ser muy exigente así que la pondré a prueba a ver cómo se lleva con los alumnos que son pocos porque todavía estoy remodelando el colegio y no he abierto para que entren más chicos porque puede ser peligroso- dije con una sonrisa.

Paula que se llevaba muy bien con los alumnos quedo como la profesora titular de literatura. Los dos Junto con más profesores terminamos el colegio y lo abrimos para más alumnos, abrimos para primaria también. Nuestro colegio poco a poco fue ganando el lugar de la mejor escuela del país, y se empezó hacer muy conocidos por gente con mucho dinero que fueron capaces de pagar fortuna para que eduquemos a sus hijos.

Hoy, se cumple 10 años de que este colegio abrió sus puertas, ya cansado de todo, me fui a dormir, hoy tuve un día muy complicado fue el primer día de nuevos chicos en este internado. Tuve que lidiar con 2 fugitivos, 1 ladrón y como olvidar al luchador de Nicolás, también a Nina que se desmayó. Sin duda fue un día muy agitado y eso que es el comienzo de un nuevo año.

-Hola amor, ¿Cómo estuvo tu día?- dijo, paula entrando a mi habitación. Que pasando los años ella se convirtió en mi pareja.

-estuvo bastante bien por suerte pudimos atrapar a dos chicos que estaban por huir, me parece que voy tener que poner más seguridad en las puerta-dije pensativo.

-¿escapar? ¿Pero a donde iban a ir? Si acá solo hay... bosque nomas-contesto mientras se acostaba al lado mío.

-y cuando sos joven preferís estas en medio de un bosque de noche que estar encerrado en una escuela en parte, los entiendo - conteste.

-que, rebeldes estos chicos. Por suerte los más chiquititos se portan mejor- dijo quejándose.

-los chiquitos, me había olvidado totalmente de los chiquitos. Espero que los nuevos se acostumbren ya que siempre tiene miedo al principio-conteste- sabes que voy a ver si están durmiendo- me levante y me fui directo a la habitaciones de los niños y paula, comenzó a quejarse como siempre lo hace; Revisando habitación, por habitación, todos los niños se encontraban durmiendo menos uno.

- Ehi, ¿que haces despierto a esta hora?- dije entrando a la habitación mirando a uno de los niños que parecía tener unos 5 años.

-es que tengo mucho miedo, quiero ir con mi hermana- respondió llorando.

-tranquilo no tengas miedo, ¿a ver cuál es tu nombre?-dije sonriendo.

-Martin- dijo sentándose en la cama.

-a ver Martin ¿quieres que te cuente un cuento?-dije con una sonrisa y el solo asintió-¿cuál quiere?- dije.

-Peter pan.-respondió.

-¿lo tienes acá? ¿O lo vamos a buscar a la biblioteca?-

-si lo tengo acá, mi hermana Magali siempre me lo lee-respondió, buscando el libro.

Internado BelmontDonde viven las historias. Descúbrelo ahora