Después de terminar las clases las tres volvieron a casa para cambiarse y dirigirse al campo de entrenamiento del NYC Football Club. El equipo femenino solo llevaba una temporada pero aún así habían quedado terceras en la Major League Soccer.
Sofía era la capitana, jugaba de defensa y llevaba el dorsal cuatro, al igual que su gran ídolo Sergio Ramos. Laura jugaba de centrocampista y su dorsal era el veinticuatro. Izaskun sin embargo jugaba de delantera y portaba en la espalda el número 6.
Sofía se aseguró de que había metido todo en la bolsa y bajó las escaleras encontrándose con Iza sentada en el sillón mirando el móvil.
- Laura nos espera en el coche.- dijo la morena mientras bloqueaba el teléfono y lo guardaba en su bolsillo. Ambas se subieron al coche su compañera arrancó.
Cuando llegaron al campo se metieron en los vestuario se pusieron la equipación de entrenamiento y las botas y salieron a entrenar con sus demás compañeras.
Una hora y media después, nuestras protagonistas volvían al vestuario a ducharse y cambiarse. Cuando las tres terminaron decidieron ir a tomar un helado a una heladeria cercana.
- Vaya cañito que te he hecho, ¿ he Sof ?- se burló la delantera a la vez que la rubia ponía los ojos en blanco.
- Eh, mi gol ha sido la hostia.- dijo Laura sonriendo con superioridad.
Las tres estaban sentadas en un rincón tomando sus respectivos helados, vanilla para Sofía, chocolate para Laura y galleta para Izaskun. Estaban hablando animadamente cuando el móvil de la culé empezó a sonar.
- Hola hermanita.
- Daviid!- contestó con alegría la morena.
- ¿ Cómo te va por Nueva York ?- preguntó el portero del Manchester United.
- Bien, pero te hecho de menos.
- No mientas, que ni te acuerdas de que tienes un hermano.- dijo Sofía acercando la cara al teléfono para que se la oyese.
- ¿ Están or ahí las locas de tus amigas?
- Sep. Espera que hacemos una videollamada.- Colgó y volvió a llamar, a los pocos segundos la cara de De Gea apareció en la pantalla.
- Hola locas.
- ¿ Disculpa ?- dijeron las dos a la vez mientras que Izaskun se reía junto con su hermano.
- Me he enterado por las noticias de que has roto con Edurne. Te debería de dar vergüenza de que me entere por la prensa.
- Lo siento, pero no he tenido tiempo de decírtelo.
- Y, ya.- dijo Laura. David se rió.
¿ Y como estás ?
- voy tirando, además, hemos quedado como amigos. ¿ Cuándo vuelves a España ?- preguntó el portero.
- Supongo que cuando termine los exámenes finales.
- Tengo ganas de verte, hermanita.
- Y yo a tí. Luego hablamos.
- Adiós.- dijo el español finalizando la conversación. Colgó el teléfono y miró la hora.- Es tarde deberíamos irnos a casa.
- Como usted diga, jefa.- Dijo la rubia mientras hacia el saludo militar. Las tres se marcharon riendo.
