Penitencia de verano

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  Una fragancia que jamás había sentido despierta en mí algo que no creí posible... Sé que esto
no es amor, mi corazón siente la ausencia de lstidos, mi respiración
entrecortada sólo me recuerda instantes que tal vez sucedieron.
Comprendo que no debe de ser amor, pero el sentimiento nacido despierta desvelo entre mis
noches.
No ha pasado mucho desde que la vi, pero siento la necesidad de verla.
He encontrado sus fotos en mi celular... ¡Todo ha empeorado!
Mi cuarto en este momento debería tener un olor a zapatos sudados, óxido y comida
descompuesta que se me ha caído de entre la cama y la pared, pero no es así. Obligado estoy a
sentir ese aroma que por primera vez sentí al besarla.
Es extraño, como algo tan nuevo se ha convertido en mi único recuerdo palpable.
Sólo hubo una ocasión de besar esa sonrisa, sonrisa que jamás debió callar. Ella tan tímida
como ninguna, pero aun así, arriesgada al dejarme besarla.
No entiendo como pude convencerla si al fin y al cabo no fui más que sincero, sólo la veía.
¡compréndanme!
No podía dejar de verla, es hermosa.
Tiene unos ojos negros que cautivan la atención de todo lo que puedo entregar.
Una sonrisa que, aunque escondida entre sus dedos y algo de timidez, dejaba ver esos labios
matizados en un Rosa que se confunde con el rojo de su cabello y un leve enrojecimiento en su
faz.
No creo volver a verle... Espero que no sea así, no quiero perder la oportunidad de
embelesarme al mirarla y sentir su aroma sobre mis labios.  

Penitente De Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora