El arte de ser anónimo. Cuando no quieren que nadie los encuentre les a pasado que se encuentran con todos.
Hay veces que no importa lo que hagas alguien te habrá visto; justo en ese momento nuestra verdadera naturaleza surge, cuando esto pasa la rutina deja de existir inconscientemente mientras la necesidad lo amerite. Podremos ser invisibles a simple vista inclusive aveces es difícil de creer la facilidad con la que podemos desaparecer tal como un búho al camuflarse ente los árboles justo en frente de nuestras narices, pero nada bueno dura para siempre la comodidad será nuestro talón de Aquiles. Porque si la necesidad nos oculta al sentirnos cómodos subconsciente mente cometeremos errores, no queremos que nos encuentren pero tampoco lo impedimos hay cosas que son tan evidentes que no lo ve la gente.
Tenemos inseguridades y estas se reflejan cuando estamos completamente solos, aislados esto se debe a que nos percatamos que la mayoría del tiempo nadie nos esta buscando la soledad dice presente en un tono tan bajo que retumba por horas en nuestras ideas.
Y es por eso que nos saboteamos a nosotros mismos y permitimos que nos encuentren por que queramos a no somos seres sociales y nos aterra que esa sociedad no se inmuté por el echo de nuestra ausencia asi que queremos ser invisibles siempre y cuando se percaten de nuestra ausencia.
Es nuestro ser el que se agrieta, explosiona o simplemente se derrumba ante la posibilidad de que no seamos necesarios en ningún lado es por eso que buscamos desesperada mente dejar algún legado pero nada de lo que hagas bastará ante la verdad del ser efímero.
Apología 2
