Riversa / Retroceso

Re-ves

No hay nada más horrible que despertar, revisar tu teléfono y no recordar el día anterior.

El grupo de amigos le limpiaba el vómito de la boca, porque la mirada perdida y las lágrimas ya no valía la pena limpiarlas.
Esa noche tembló fuertemente, lo que mareo al pobre tipo y no logro aguantarse el vómito pero logro mantener el vaso de agua entre sus manos.
Cuando estás muy borracho y drogado, sientes tu cuerpo en un segundo plano como si tu no fueses quien habla, dicen que la forma más rápida de volver en ti mismo en que te golpeen o tomar mucha agua.
El tipo no llevaba más de cinco minutos sentado en el sofá pero para el habían pasado horas, luego de un gran esfuerzo solo pudo decir "agua... porfa".
Las pisadas retumbaban en los escalones del edificio, entre risas y bromas el grupo de amigos trataba de llegar hasta el cuarto piso sin despertar a los vecinos.

Los pedazos de vidrio eran pisados solamente para deleitarse con el "crack" de romperlos.
La botella estaba rota en mil pedazos repartidos por el suelo. Minutos antes la misma botella se encontraba volando por los aires mientras un grupo de amigos la observaba y uno de ellos gritaba "!¿Por qué weón?¡". Es hermoso ese segundo en el que puedes apreciar los últimos segundos de algo antes de convertirse en pedazos.
Los amigos habían estado caminando un largo rato en la noche, volvían borrachos y tomándose la última botella de vino que les quedaba. Llevaban a uno entre varios, su cuerpo era un peso muerto y de su boca solo se repetía la palabra "Perdón".

Ya eran las 5 am, la policía había llegado y todos tuvieron que irse de la fiesta.

La fiesta fue una larga secuencia de momentos borrosos: llega la policía, una pelea, vez como otro tipo al final fue quien se la llevo a su casa, otro beso, más tequila, un beso, marihuana, tequila, cerveza, una mirada a la chica que te gustaba, saludar a la dueña de casa.