Doce;

358 70 47
                                    

Si algo le gustaba a Tom era ver a Tord arder, y viceversa. Por lo tanto, se inauguró en la casa del amante de la cola la primera competencia de insultos. Pero antes ofrecemos un sabroso entremés con el terrible doctor Chap— ah no espera, me equivoqué de guión. Primero veamos cómo sucedió todo.

– ¡Tom! ¡Alcánzame la banana!

– Tú mismo puedes, no seas flojo y déjame ver Vuini Pu tranquilo.

– ¿Sabes que por el bien del guión tienes que ponerte a insultarme?

– ¡Haberlo dicho antes boludo!

Y así comenzó todo. Sí... así de simple. No hay...nada más...¡hey! ¿quién rayos escribió esto? ¿eh? ¿que fui yo? Pues...¡sigamos igual alv!

– TUAILAIT ESPARCOL. — empezó el británico, mientras Edd y Matt miraban todo con palomitas y refresco.

– GUARRO.

– COPIA BARATA DE PHILIP FRY.

– PIGLET.

– COMMIE.

– TESTIGO DE JEHOVÁ.

– SANTA CLAUS NO EXISTE, TUS PADRES GAYS SON LOS QUE NO TE DAN EL HENTAI QUE TANTO QUIERES EN EN NAVIDAD NI NINGÚN OTRO REGALO, ESTÚPIDO.

–...

Tord empezó a patalear y amenazar a todos con el transformer, mientras​ Paul trataba de calmarlo y los otros chicos gritaban el TDFW a Tom que se puso las gafas de gfe y se bañó en dinero.

Y al parecer la escritora tiene que ir al psiquiatra.

Las aventuras de Tom Ridgewell ✖↪ EddsWorld ↩✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora