Todo estaba bien o al menos eso pensaba, todo era como antes, como si nunca hubiera pasado lo que pasó. No quería que las repentinas imágenes dañaran este momento, pero era inevitable pues el pasado me atormentaba al verla y como dejar de verla, si era lo único que tenia. Y ahi estaba yo, mirando a Asia una chica de 1.65m, de contextura ancha, con un rostro perfectamente delineado, como quien pinta un lienzo perfecto, con pelo castaño y unos grandes ojos cafes que no podia dejar de mirar porque me llenaban, era en lo único que podia pensar; me llenaban, era la primera persona que me hacia sentir así, pues en mi vida se cruzaron muchas personas pero todas vacías, esas personas que lo único que provocan en ti es pesar porque sabes que no son nadie, que andan pensando en cosas tan absurdas e insignificantes que terminan metidas en un agujero de nada, queriendo salir pero es un hecho que no pueden, por sus pensamientos, por sus sentimientos y que a su alrededor están esos simples entes que la elogian y que pretenden llegar a ser ella o por lo menos cercana a ella para sentirse así afortunados de esa fama inevitable que estas provocan, pero Asia no era así, no era nada así era el polo opuesto a esas personas, ella era mi aditamento como: pintura a un lienzo, como el baile a la música, era ella quien me llenaba, y como era tal sentimiento nunca espere hacerle lo que le hice y lo peor de nuestra historia fue que todo comenzó con un "hola".
