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Los azulejos escuchaban los dulces gemidos de una castaña a punto de desgarrar la piel del rubio que estaba mordiendo suavemente sus cuello.

Todos los días, a la primera hora de la mañana, sin un poco de pudor por las demás personas que habitaban aquel hogar.

Ese único hogar que alguno conoció.

Cada persona es un mundo, esos chicos tenían galaxias enteras dentro de ellos, tan ocultas que el mejor científico no podría nunca desifrarlas.

Porque jamás se es muy joven para experimentar la cruel realidad que los atormentaba.

Sabrina había escapado de su casa a los catorce años, vivió un año en la calle, alimentándose a base de migajas. La encontraron una helada mañana, con principios de neumonía, y no tardaron en llevarla a esa casa.

Camila emigró de Cuba a los dos años, el sueño americano duró muy poco pues a los quince años tuvo que salir a la calle para intentar alimentar a su madre y su pequeña hermana menor. La trata de blancas la llevó a otra ciudad, quizás distinto Estado, jamás entendió bien, pero jamás volvió a ver a su mamá o a su hermana. Justin la encontró a tres días de que Camila logre escapar.

Lauren tenía problemas con las drogas, fue un punto blanco durante meses hasta que Ariana pagó por su cabeza. En palabras justas, Ariana pagó las deudas de Lauren. Por lo que la pelinegra le debía su vida.

Michael y Luke fueron acosados en su secundaria por ser homosexuales. Pero el acoso no se quedó allí, sus familias les hacían la vida imposible, burlas y maltratos. Ambos estaban completamente entregados: Hasta que Justin les propuso una salvación.

Bea fue víctima de dos secuestros por su posición social. Al ser una "hija de mamá y papá" era totalmente vulnerable a extorsiones, secuestros y amenazas directas. La última amenazó con matarla. Y escapó; como todos.

Kait nació y se crió en barrio bajo, totalmente al contrario de Bea. Su madre murió apenas ella era una niña y nunca supo lo que era el cariño de un padre. Sufrió abusos por su tío hasta los trece años, cuando decidió que era mejor vivir en la calle y sola que bajo de un techo y siendo abusada. Su historia es un poco parecida a la de Sabrina y es por eso que se identifican tan bien.

Madison, ella es la más sencilla pero la más compleja a la vez. Fue violada por doce hombres una noche que fue de fiesta. La condena de los hombres quedó a la espera hasta que los soltaron en libertad. Ariana le ofreció ayuda una noche que estaba decidida a quitarse la vida.

Justin y Ariana no les propusieron techo, comida y una cama porque se les vino en gana. Tampoco era un grupo de apoyo. Justin y Ariana buscaban un grupo de chicos con distintas habilidades capaces de matar o morir.

Y es que a ellos ya ni siquiera les importaba.

Todos en la ciudad sabían sobre "La Familia", nadie decía una sola palabra, tampoco lo tenían permitido. Tenían respeto, alianzas, enemigos, sueños rotos. Lo único que no tenían era esperanza.

Aunque como decía Justin "Eso es lo primero que se pierde y por lo que tienes que luchar si la quieres de nuevo".

-¿Es en serio?- preguntó Michael entrando al salón de la casa.

-¿No te acostumbraste todavía? - preguntó Bea riendo.

Kait la miró con una sonrisa. Si, adivinaron. Kait estaba enamorada de Bea.

-Es que follan a cada momento.- se quejó Sabrina.

-Ni siquiera deberías decir "follan".- la regañó Lauren.

Entonces Camila miró a Lauren con los ojos brillosos, ese brillo especial. De nuevo, adivinaron.

-Okay, hijos.- toda la atención se centró en Ariana, quién había llegado a la sala como si nadie hubiera escuchado sus gemidos minutos atrás. Justin llegó detrás de ella, tocando su trasero descaradamente; lo que hizo reír a los menores. -Eso fue inadecuado, Drew.-

-Mama, por favor.- dijo Kait.

Ariana y Justin eran los que lideraban la familia, como dos padres atípicos, y digo atípicos porque no creo que vuestros padres hagan la mitad de las cosas que hacen Justin y Ariana.

-Esta noche por desgracia os toca mover el culo.- volvió a retomar Ariana. -Tenemos visitas.-

La cara de los chicos cambió rotundamente. El tenemos visitas se usaba para la peor escoria situada en la pirámide social; la Policía.

-Estás de coña.- dijo Camila. -Mama, que han venido dos veces en la semana. -

-¿Y tú te crees que esos gilipollas trabajan?- preguntó Michael. -Con suerte saben manejar un arma y es para lo único que se meten en el cargo de mierda ese.- Luke apretó la mano de Michael para calmarlo, sabía que pasaría si su novio se ponía agresivo.

-Lo sé, Cami. Y es por eso que tenemos que sacarlos del radar antes que la exportación llegue.- trató de sonar comprensiva Ariana, pero estaba igual o incluso más fastidiada que Camila.

-¿Cuándo llega?- preguntó Bea.

-Mañana.- contestó. -Tenemos que sacarlos cuanto antes.-

-Mierda.- dijeron los menores a la vez.

Tráfico. De armas, de drogas. De todo lo que te pudieras imaginar, pasaba por esa casa, por sus manos, y luego se iba a otra parte. Y cuatro días después del envío el dinero llegaba.

-Moved el culo. - terminó Justin.

Es por eso que los eligieron; salvación y perdición.

No era un trabajo limpio pero tampoco era un trabajo que pudiera hacer cualquier persona; sólo algunos muy jodidos.

Y esos eran ellos.

wasted youth ;; bea millerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora