Rin estaba vestida hermosamente con un vestido blanco de tirantes bien detallado, modelo que por supuesto Luka le había hecho, pero aparte del bello vestido lo que realmente la hacia resaltar ese día a parte de lo hermosa que había sido arreglada para salir en publico (Cosa que normalmente no hacia salvo cuando Luka la obligaba) era el hecho de que traía puesta en la cabeza un velo de novia y se encontraba tomada de las manos de Len que vestía de pantalón y chaleco negro con una camisa blanca y una corbata amarilla.
-Ya puedes besar a la novia-dijo el ministro.
Ahora todos se preguntaran como rayos llegamos a esto, fácil, retrocedamos tan solo un día en la vida de Rin, si, después de haber sido castigada por dos largas semana sin salir a ningún lado que no fueran la escuela o el trabajo.
Resulta que cuando llegó a su casa su padre la estaba esperando ya muy molesto, por supuesto que le dio una muy buena regañiza, el concepto que el señor Kagami tenia de ella (gracias a su esposa) era el de una chica muy rebelde, si, puede que tuviera buenas calificaciones pero eso no le importaba en lo más mínimo si no sabia respetar a sus mayores, ya que según su madrasta ella la había insultado y dicho un montón de cosas como que no era nadie para mandarle, que era una maldita ramera que seguramente había seducido a su padre para separarse de su madre y un sinfín de cosas más que jamás salieron de la boca de la rubia y fueron secundadas por sus celosas hermanastras como venganza de no haberlas llevado a la fiesta.
Por supuesto que Rin se defendió pero era ella contra la palabra de esa señora y sus hijas y obviamente perdió, por suerte dado a que últimamente había tenido un buen comportamiento y no iba nada mal en clases solo la castigaron por dos largas semanas.
En fin durante ese largo rato ni siquiera discutió ni una sola vez con Len, su mente estaba más hundida en otras cosas y uno de los temas que rondaban su cabeza fue el hecho del chico que la beso en la fiesta de Luka, no pudo escuchar su nombre dado que tuvo que salir a toda prisa de la fiesta pues su padre la había llamado muy enojado, desde entonces había estado algo deprimida y los chicos habían intentado todo para animarla pero solo Luka lograba sacarle una mínima sonrisa.
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-Entonces mañana estas libre tú castigo ¿Verdad?-quiso corroborar Mikuo.
-Si y estoy un poco más aliviada por eso-contestó Rin mientras guardaba sus cosas para salir al descaso.
-Entonces... ¿Quieres venir mañana a la Kermes de la escuela?-le preguntó un poco ilusionado el peliazul.
-Me encantaría pero sinceramente no tengo ganas... prefiero quedarme en casa si no te molesta.
-No, no hay problema, solo esperaba poder animarte un poco con esto.
-Muchas gracias Mikuo-le sonrió y el peliazul se sintió un poco más aliviado al ver ese gesto-Bueno, iré a ver a Luka.
La chica camino por los pasillos y se encontró precisamente con Kaito.
-¡Rin! Te quería preguntar si... si te gustaría venir a la kermes de mañana conmigo ¿Qué dices?-le preguntó frente a varias otras chicas que se morían por ser invitadas.
-¿Tú también?-se preguntó extrañada-Me gustaría pero la verdad no estoy de humor, lo siento.
-Oh bueno, no importa-no pudo evitar sentirse un poco decepcionado.
-¿Por qué no invitas a Miku?-dijo intentando animarlo-A ella si le gustara ir contigo y tal vez puedan empezar desde cero...
-Rin...
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Entre tu y yo.
Romance¿Que pasa cuando juntas a un playboy y a una chica estudiosa? Rin y Len en un principio se odian pero la convivencia entre ambos hace surgir en ellos profundos sentimientos.