Me, Myself & I [Terminada]

Capítulo 26

Cerré los ojos fuertemente como preparándome para el impacto. Pero Barbara aceleró a fondo haciendo chillar las  llantas para quitarse del camino del deportivo rojo, el cual volvió a su carril. Parecía totalmente intencionado

Barbara freno de golpe, alineandose en la acera y gracias al cinturón de seguridad no nos estampamos contra el vidrio. No tardó ni un minuto para desabrochar su cinturón y bajar para ir a la puerta trasera y asegurarse que los pequeños estuvieran bien.
Yo me sigue en mi asiento para poder ver. Los ojos de Mati estaban abiertos al tope, y Flor que parecía tranquila de inmediato estallo en llanto
-¿Estas bien? ¿Que sucede?- le preguntaba Barbara con desespero ante el insistente llanto de Flor
-Mi vestido- dijo entrecortadamente mientras volteaba hacia abajo mirando su vestido manchado de pastel. Me fue imposible no reír.
-No llores pequeña- le dije con ternura -Se limpia- le informe
-Pero...- alargo con un sentimiento to enorme
-Mira- me baje del auto -¿Te puedo cambiar de lugar Mati?- y el de inmediato accedió
-Yo te ayudo- subí y tome un par de servilletas que traía y la ayude a sacar el pastel de su ropa
-¿Todos bien?- pregunto Barbara y ambos niños asintieron con la cabeza -No todos- pensé en mi interior, Prima morirá por esto

-Gracias- dije bajando del auto
-Mica- me llamo Flor
-¿Que pasa?- pregunte sonriente -¿Mañana vendrás con nosotros?
-Eso no lo decido yo- conteste mirando a Barbara
-No- contesto seriamente -Mañana descanso de ella, ademas tengo que trabajar- le explico a Flor quien la miraba con cara de cachorro abandonado en plena lluvia.
-Por favor- insistió -Mica es divertida- agrego Mati
-No- negro nuevamente -Tiene colegio y que hacer la tarea después-.
-Mañana es viernes.
-Niños- los interrumpí -Obedezcan a su hermana, les prometo que luego iré a visitarlos. Martinez abre el maletero- le dije después de caminar hacia atrás del auto.
-¿Para que?- para que pregunto bajando del auto
-No es normal tu obsesión por las compras- dijo mientras yo me sacaba una bota cambiándola por zapatos de tacón que anteriormente traía 
-Si tu tampoco eres normal- quiete la otra bota, me di vuelta y las lance al basurero que estaba en la acera.
-¿Porque las tiras?- pregunto extrañada
-Las detestaste, así que no me sirven de nada- le dije riendo. Tomé todas mis bolsas -Nos vemos luego- bese su mejilla para después caminar hacia la casa.

****
-¿Dónde? - Escuche la voz de mi madre cuando subía por las escaleras
-Estaba en casa de.....
-Está bien, yo mando a alguien para que recoja el pedido- era su celular con el que hablaba. Que raro. -Perdón hija ¿que decías ? - tapó el micrófono de su celular para que no se escuchara lo que 'hablabamos'
-Nada, no dije nada.
'Mañana paso por ti ¿si?' Leí el mensaje que acababa de llegarme
'Eso no lo preguntes, dalo por echo' le respondí

Continúe cambiándome, estaba cansada. Más bien fastidiada. Habíamos pasado todo el día contestando la tediosa guía, lo único que quería era domir.

'Muy bien, ¿y entonces? ¿como te fue?' Me deje caer en la cama con el celular en la cama y comencé a teclear.
'Excelente, tanto que puedo asegurarte que haz perdido la apuesta. No te sorprendas cuando Martinez admita que esta locamente enamorada de mi' enviado.

Dejo mi celular en la mesa de noche y apago las luces. En cinto minutos ya había caído en un sueño profundo.

-¿Y como te fue a ti?- pregunte divertida
-Genial- contesto Karen con una enorme sonrisa -Ya somos novias
-Felicidades- dije sonriente, me gustaba verla así de feliz. Y aunque la tal Lujan, no era cien por siento de mi agrado, la hacia feliz, todo estaba bien. -¿Después me contaras?- pregunte -Claro- me respondió

La campana avisaba el inicio de la primera clase hizo que entraramos al salón.
Me senté en mi lugar de siempre, abrí mi bolso y me di cuenta que no traía mi libro -Mierda- pensé molesta, ahora tenía que regresar a mi casillero.

Me puse de pie y salí del salon aprovechando que el profesor todavía no llegaba y justo cuando salí Barbara venía entrando.
-Hola linda...- le dije de susurro al oído. Negó con la cabeza sin dejar de caminar. Sin duda 'amargada' le quedaba corto

El pasillo estaba vacío, gire hacia la derecha para caminar hacia mi casillero y fue ahí cuando la vi.
-¡Eres una idiota!- le dije a unos cuantos pasos de ella.
-¿Que?- soltó una carcajada
-Cómo que ¿Que?- imite su voz
- Ah no me digas que Martinez te contó el susto que le di.
-¿El susto que le diste?- me había confirmado que había sido ella. -No, no me lo contó- le dije mucho más molesta -yo iba en el auto con otro dos NIÑOS- le grite.
-¿Tu ibas con ella?- señoras y señores Prima moría de celos. -¿Porque?- dio dos paso quedando peligrosamente cerca.
-Que te importa- le conteste de mala gana -Sólo deja de hacer estupideces que relacionen a Barbara y a mi- me di la media vuelta y de solo un tirón me regreso hacia ella.