✔ 30 DAYS OF SPRIWNTRAP ✔ #FNAFHS

✔ Day 23 ✔

Towntrap yacía en su habitación, recostado sobre su cama y envuelto entre sus sábanas. Así había sido toda la semana desde su discusión con Springtrap. Nunca se había sentido peor

Su tan característico buen ánimo estaba hasta por los suelos, bajo sus ojos(los cuales estaban hinchados y enrojecidos) habían unas cuantas notorias ojeras. Y traía su pelo más despeinado que de costumbre

Su madre se había encargado de cuidarlo tanto de manera física como emocional. Para su hijo, ella era la persona más compresiva y cariñosa del mundo entero. De no ser por ella, a lo mejor él se estaría muriendo de hambre por su misma voluntad. De igual forma, había sido ella quien había justificado sus faltas al instituto con el director Scott Cawthon. Gracias a este, pudo faltar sin problemas, Eak(quién aceptó al entender la situación de su mejor amigo) cumpliría por el momento con sus encargos dentro de la institución

Hablando de su mejor amigo, este estuvo casi a nada de ir a la casa del rubio cenizo sólo para darle muy buena y merecida paliza. Pero el ojinaranja siempre se lo impidió, decía que no valía la pena

Se removió un poco bajo sus sábanas color crema con suma pesadez

Pronto, pudo oír una muy suave y relajante melodía proveniente, de lo que parecía, el jardín delantero de su hogar, que era lo que podía observar sin problemas a través de la ventana de su habitación. La curiosidad fue suficiente como para que quisiera ver de dónde venía el sonido, específicamente

Lentamente, se levantó de su cama, colocándose sus pantuflas color naranja que se encontraban en el piso, cerca de su cama. Se encaminó hacia el borde de su ventana, donde deslizó sus cortinas y subió sus ventanas. Pudo notar como empezaba el diluvio de aquel atardecer, pero eso no era lo que quería saber

Abrió sus ojos con sorpresa y cierta frustración al reconocer a la persona ahí abajo, mirándole con sus brillantes ojos color plata. Su mirada era la, que Towntrap siempre consideraría, más arrepentida que vio en él. Dios, ¿qué tenía planeado hacer ese tonto?

No quiso decir nada. No tenía ganas de nada, sólo que simplemente no podía dejar de verle, lo extrañaba. Mucho. De tanto observarlo, pudo percatarse de la pequeña que traía cargando de su mano izquierda. Bien, ahora sí que sabía lo que iba a hacer y lo que tenía en mente se confirmó al oírlo cantar

— Tú eres todo lo que quiero ver~ –empezó a entonar. Ciertos nervios eran notables en el rubio o era tal vez que ya lo conocía lo suficiente como para saber cuando lo estaba. La letra de la canción se le hacía extrañamente muy comocida– haría cualquier cosa porque rías de una vez~. Sé que no soy tan bueno como crees, pero al estar contigo me transformó en lo que ves~

Tenía tantas ganas de llorar en ese momento, de enojo, de tristeza o felicidad. Sus sentimientos estaban mezclado, necesitaba dejarlo pasar. Debía encerrarse en su pieza otra vez, a salvo de todo y todos. Sin embargo, le era imposible desviar la mirada de él, no era tan fuerte como creía

Escuchó como la melodía de fondo cambiaba repentinamente a un ritmo más veloz. Debía suponerlo, el ojigris le había dicho hace mucho que él no era de cantar, el rap le ayudaba a expresarse mejor. Y al parecer sí, era verdad, no mintió

— Si el tiempo se para cuando te veo, si cada acaricia por tu piel es un paseo~ –continuó, sonriendo con dulzura hacia él. Towntrap bajó la mirada un poco más, aún algo indignado por lo sucedido. Pero no negaría que le gustaba que le cantase– Si te beso es porque de verdad yo lo deseo, me gusta tu cara enfadada cuando bromeo~

Confesó el mayor, riendo un poco. El pelinaranja sólo sonrió divertido y de lado, casi para nada apreciable

— Eres como el más perfecto sueño~. Eres la nota más bonita de mi solfeo, por un mar de lágrimas del corazón surfeo~ –Springtrap cantaba cerrando sus ojos con suavidad y sin quitar la sonrisa de sus labios– Me enamoras con sólo un gesto y pestañeo~

— Y es que yo vivo por ti, por la vida que me entregas~. Por el momento de felicidad que me congela, por el futuro que nos espera, por el pasado, el encargado de que este destino nos uniera

Springtrap guardó silencio al escuchar una risa de parte del ojinaranja, quien había vuelto a sonreír de esa manera propia suya

— No dejes que esto sea un error, quiero morir, con tus besos~ –siguió el canto de su mayor, había reconocido la letra casi de inmediato. Fue casi inevitable que no desease cantar– Me llega hasta al corazón, la realidad, es más que un sueño~

Hicieron una pequeña pausa, ahora sonriéndose mutuamente. Para cuando el de capucha olivo volvió a cantar, la lluvia se había vuelto un tanto más intensa

— Cierra los ojos y vístete de estrella, la noche no es igual sino está la persona más bella en ella~. En esta vida y las que quedan seguiré contigo, haciéndote lo más feliz que pueda~. Te pido que no importará lo que suceda, porque lucho como nunca para que este amor no se muera~

Towntrap sabía que todo lo que le cantaba era verdad, aún si habían discutido. Podía arreglarse, no importa qué

— Dejo de soñar porque mi sueño eres tú, aunque el día esté nublado sigo viendo el cielo azul~. Sigo viendo tu mirada en esa foto contigo voy pegando las piezas de este corazón muy roto~

— No dejes que esto sea un error, quiero morir, por tus besos~ –se fijó en como Springtrap cerraba sus ojos para poder delitarse al oír su voz. Vale, eso era muy lindo de su parte, él no se consideraba en lo más mínimo un buen cantante– Me llega hasta al corazón, la realidad, es más que un sueño~

— Tú eres todo lo que quiero ver, haría cualquier cosa porque rías de una vez~ –cantaron juntos– Sé que no soy tan bueno como crees, pero al estar contigo me transformo en lo que ves~

Al terminar de cantar, Towntrap no hizo otra cosa que volver a alejarse de su ventana, colocarse por encima de su camisa un abrigo, sus zapatillas y entonces bajó corriendo las escaleras hacia el primer piso de su hogar. Caminó en dirección a la puerta de la entrada, abriéndola de un solo movimiento. Al ver al rubio cenizo allá afuera en plena lluvia aún esperándolo, sonrió. Se acercó a él un poco, siendo así mojado por la lluvia, el más alto tragó saliva un poco nervioso

— Towntrap –empezó a decir– lo siento tanto, no que-

Antes de que terminase de hablar, el menor se abalanzó hacia él, abrazándolo con fuerza, humedeciendo sus ropas así. El abrazo fue correspondido de inmediato por el rapero

— Ya no importa, te perdono –intensificó su abrazo– t-te extrañé

Sollozó con suavidad. Springtrap suspiró con pesadez para luego soltar un pequeña risa

— Y yo a ti...–respondió el otro

Y así se quedaron un buen rato tras su reconciliación bajo la lluvia. Tal vez luego se arrepentirían por el posible resfrío que les daría. Porque eso era más importante que cualquier otra cosa