¿Me toca a mí? [yaoi]

Un dia normal de teatro

Pov. Agustín

Las profesoras de teatro nos habían dividido en grupo. Nos pusimos a hablar antes de que nos digan que teníamos que hacer. Éramos un grupo de 4 chicas y un chico además de mi.
Nos dijeron tres canciones las cuales tendríamos que incluir en la escena que hagamos. Hablamos por 5 minutos y teníamos la idea perfecta. Nos sentamos a esperar a ser llamados.
Cuando nos llamaron empezamos con lo planeado.
Micaela: *finge estar cocinando* *escucha que suena un teléfono* *va a verlo y empieza a sonar la primera canción* *el teléfono era de su esposo, el cual le engañaba*
Yo: *entro* hola amor, ¿que haces con mi teléfono?
Mica: ¡Así que me estas engañando! *empieza a cantar una canción de Pimpinela*
Yo: pero ese es tu teléfono
Mica: aaaaahhh
Yo: así que tú me engañabas, adiós *me voy*
*se junta con sus amigas*
Chica1: ay! ¿Pero que paso?
Mica: se enteró de Miguel y el me engañaba también *tono triste*
Las chicas intentaron animarla y hacer que se olvide de mi. Lo cual fue bastante rápido.
Mica: ya está me voy con Agustin
Después de esto todas salen de la escena. Comienza a sonar la canción de "Despeinada". Agustín y Mica entran bailando como una pareja feliz, pero el le intenta acomodar el pelo durante este baile.
Mica: te amo
Agustín: tengo algo que decirte
Mica: ¿que es?
Agustín me empieza a hacer señas con la mano para que entre. No tenía sentido, no lo habíamos planeado. Entre solo para seguirle el juego. Me abrazo por la cintura llevándome hacia el.
Agustin: te he engañado
Mica: ¡¿que?!
Yo: es que es una lindura *lo abrace por los hombros*
Ahí termino nuestra historia. Las profesoras nos dijeron que habíamos hecho mal y que bien. Fuimos bastante buenos.
Nos sentamos a ver los otros grupos. Eran bastante buenos también. Mientras miraba el último grupo sentí que alguien me miraba. Me giré a ver quién era. Me encontré con la cara de Agustin. Me guiñó el ojo, sin darme cuenta mis mejillas se enrojecieron. Volví a mirar la escena rápidamente. Unas pisadas detrás de mi me inquietan. Se sentó al lado de mi y me abrazo desde mis hombros.
Agustín: tampoco para tanto