Gul

"Un gul es un demonio necrófago que, según el folklore árabe, habita en lugares inhóspitos o deshabitados y frecuenta los cementerios."

El señor Deadman Alexandre es un hombre de bien, con tan solo 26 años ya es un renombrado empresario, dueño de su marca "Immortal" que se dedica a la creación y diseño de cerámicas y lozas únicas. Alex lo tiene todo, dinero gracias a sus extraordinarias técnicas en los negocios, una gran inteligencia artística y una belleza extraña, algo siniestra, una belleza vampírica, con su cabello negro largo, su piel pálida que deja ver apenas sus venas, rostro de finos rasgos y delgado cuerpo de gran presencia. Esto le trae la fama entre mujeres de alta y baja clase, Aun así, es lo que menos le importa.

En realidad el joven burgués está obsesionado con la idea de morir cuando sea su hora, no le importa si solo, o acompañado de una gran familia. Solo quiere que cuando llegue su hora, la paz lo acompañe al infierno.

En uno de sus rutinarios días, decidió romper la costumbre para ir a un lugar que anhelaba desde hace tiempo, un cementerio, el único lugar donde podría alimentarse correctamente, le es fastidioso matar a personas antes de comerlas, aún más teniendo a un maldito ejercito siguiendo a los de su especie.

Ah, olvide mencionar ese pequeño detalle, Deadman es un gul.

Había seleccionado una de las tumbas más lejanas y abandonadas, una de las que seguramente no importaría si uno de los brazos o piernas del muerto desaparece.

-Disculpe Sr. Agreste, pero creo que se quedará sin un brazo...

-Disculpe, ¿Quién es?

Una voz femenina asustó al de cabello negro, este volteo a verla, es una chica, tal vez de su edad, de cabello castaño largo y ojos cristalinos, no tan pálida como él, pero de sorprendente piel blanca, que además ni esta maquillada, o no convencionalmente. Viste ropas obscuras y discreta, nada llamativo, pues esto estaba en su capelina negra, donde había una gran flor de color rosa pálido con muchos adornos brillantes. También en una de sus manos sujeta un ramo de rosas.

Alex quedo como idiota mirándola, una humana, pues, olor de gul no tiene. Es bellísima y no puede creer que esté pensando eso.

La chica enfadada, volvió a preguntar con respeto, aunque este le costase mantener, está pisando a su padre, es compresible. Sus sentimientos se hicieron saber de inmediato, el joven empresario pidió disculpas a la dama, quien dejó las rosas en la tumba.

-Así que es tu padre...

-No era el mejor, pero así es...- Se paró y miro a chico- No me dijiste quien eres.

-Deadman, Deadman Alexandre.

- ¿y qué haces en la tumba de este viejo hombre?

-Ah... yo...

- ¿acaso eres un gul?

- ¡¿Gul?!

-Solo bromeo, ya estaría muerta de lo contrario... Simplemente me intriga saber si tenías alguna relación con mi padre.

-yo... soy el hijo de uno de sus compañero...

- ¿de trabajo? Es extraño, no recuerdo a algún Deadman, bueno, en realidad no recuerdo las cosas después de que transcurren tres días, como sea, me llamo Emily, y en verdad me decepciona bastante que no nos hayan presentado antes. - extendió su mano con una calidad sonrisa en sus labios.

-Es un placer conocerte...- la tomo y beso delicadamente su mano.

Como si se conociesen de toda la vida, los jóvenes se pasaron todo el camino a casa de la chica conversando sobre diferentes temas, pero también aprendiendo uno más del otro. Mientras que ella se enteró que Alex es el renombrado Alexandre Deadman, él se enteró que ella es una simple modista, hija del difunto banquero que dejo a su familia acomodada pero con cicatrices que no quieren recordar, y que los persiguen hasta ahora, diez años después de la muerte del señor Agreste. Aun así, en Emily hay una personalidad radiante y armoniosa, ¿de verdad es tanto dolor el de su pasado?