Odiarte Dulcemente.

Prólogo.

– ¿Entonces dices que le cederas el puesto de presidencia a tu nieta?— Pregunta llevándose su taza de café a los labios.

– Eso mismo, quiero tomar un descanso. Ella está preparada para esto.— Contesto viéndolo a los ojos.

– ¿Esperas que yo también haga lo mismo, no?— Sonríe achicando sus ojos.

Asiento en respuesta.

Estaría mintiendo si dijese que no lo tenía planeado, es hora de que inicie una nueva generación. Algo más innovador.

– Espero algo más divertido, quiero estar cerca para verlo.— Le digo, para ver diversión en sus ojos.

– Quieres que ambos les heredemos la interminable guerra.— Hablo afirmando lo que yo pensaba llevar a cabo.– Pues, entonces estoy de acuerdo. Estaré esperando lo mejor de ambos.

Seguimos poniéndonos de acuerdo con lo que haríamos, y como lo haríamos.

– Se odiaran.— Hablo él, sonrió con burla.

– Esto será una guerra muy dulce.— Terminé yo, me despedí y salí del local.

Esto está apunto de comenzar, una nueva generación donde no se que esperar con esa aptitud, pero se que sera algo grande.

Magnífico.

Darán de que hablar por el mundo, haciendo que quedemos satisfechos con nuestros resultados.

Espere a que él saliera del local, lo espere en una esquina.

Al verlo con una sonrisa, me acerque tomando su mano.

Caminamos de la mano hacia nuestras empresas, bese sus labios. — A lo que él respondió robandome un beso de mis labios.

Nos separamos y aparentamos odiarnos, como siempre.

Lo cual cambiaría dentro de poco, realmente solo queda poco.

Alexandra Cuevas.

El prólogo, es poco confuso. Espero que hayas entendido un poco, si no es así. Más adelante lo comprenderás.
😘❣