Nathaniel...
La observo sin poder alejar sus palabras de mi mente...
Con que cree que soy atractivo..
Pero en fin... Tengo que desechar esos pensamientos, yo no puedo involucrarme con ella. Bastante complicaciones tuve ya a causa de una mujer, pero es que ella...
No Nathaniel! Controla te! Tu ahora solo te tienes que enfocar en una sola cosa y es en preparar todo para llevarla a Londres y operarla.
Me exijo a mi mismo enfocarme solo en eso cuando irrumpo el silencio que nos rodea...
- Bueno... Lia, tengo que organizar algunas cosas para preparar el regreso a Londres. Regreso en un par de horas. Esta bien?
Me observa con cierto pesar en su mirada y eso me estruja el corazón...
Sus ojos demuestran sus mas grandes angustias.
Suspiro y me vuelvo a sentar sobre la cama quedando frente a ella que aparta la mirada de mi...
- Lia. Que ocurre?
- Nada Nathaniel, no te preocupes...
- Lia, mira me...
Digo llevando mi mano a su mentón, guiando su delicado y angelical rostro hacia mi.
Las yemas de mis dedos limpian un par de lágrimas que resbalan por su mejilla y por fin puedo ver una vez mas sus dulces ojos turquesas
aunque llenos de dolor oculto, me deja sin aire cada vez que esos ojos se fijan en los mios y siento el tiempo detenerse en su mirada...
- Que ocurre Lia? Porque lloras?
Pregunto de manera serena...
No puedo dejar de verla, DIOS... Es que es realmente hermosa como ninguna otra...
Dibuja una pequeña mueca en sus labios antes de hablar por fin...
- Es que...
Comienza a decir algo temerosa y juega retorciendo sus finos dedos dejando contenido el nerviosismo que siente al hablar.
- No quiero quedarme sola...
Dice apenas en un murmuro mientras aparta la mirada de mi y acomoda unos mechones rebeldes de su pelo detrás de la oreja...
Su voz es tan dulce y su actitud tímida la transforma en casi una niña al decir que no quiere estar sola...
Suspiro mientras no puedo evitar sonreír mirándola y escudriñando cada gesto de su rostro antes de responder...
- Muy bien... Si eso es lo que quieres no hay problema. Yo me quedaré...
Y eso solo es suficiente para ver un brillo en sus ojos turquesa...
- Nathaniel, lo siento. Debo de parecer una nena asustada... No te preocupes ve a hacer lo que debas tranquilo. Yo estaré bien.
- Nada de eso joven cita. Yo me quedo aquí con usted hasta que Regresemos a Londres.
- Pero... Dijiste que tenias que organizarlo todo...
- Y lo puedo hacer incluso desde aquí. No te preocupes, además es bueno que me quede... Ya que pasaremos mucho tiempo de ahora en mas juntos podemos aprovechar para ponernos de acuerdo con ciertas normas de convivencia.
Clava con intriga sus ojos en los mios y enarca una ceja como queriendo descubrir de que estoy hablando y eso de verdad me causa mucha gracia. Es que de verdad cada gesto de esa chica me embruja.
- "Normas de convivencia?"
Pregunta enarcando aun mas la ceja y sosteniendo la mirada sobre mi..
No lo puedo evitar... Es que de veras quedo embrujado en sus ojos turquesa... Son como dos lagunas cristalinas y sin intención siento ahogarme en ellos sin poder o querer evitarlo...
- Nathaniel, que quieres decir con eso?
Pregunta sacando me de mis cavilaciones...
Suspiro y niego con la cabeza en un intento de sacar de mi mente esa sensación tan poderosa que crece en mi solo con ver sus ojos...
Aclaro la voz y comienzo a hablar de forma serena.
