The M.I.L.F. [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]

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—Imbécil, no me tomes fotos comiendo. —se quejó Jenna.

—¡Está para meme! —se rió Debbie.

—Bórrala.

—No.

—Meagan, come. —dijo Sarah.

—Ya comí.

—Sí, ajá.

—Oigan, ya. ¿Vamos al estacionamiento? —sugirió Jenna.

—Sí, vamos. Sarah, termina de comer allá.

—Bueno.

Ellas se levantaron y fueron a sentarse en el techo de un auto.

—Oye, Debbie, deja el celular un rato.

—Espérate, que estoy hablando...

—¿Con quién?

—Alguien. —ella guardó su teléfono.

—Uy, qué misteriosa. Oye, ¿qué hace una ambulancia aquí?

Todas vieron a Alex entrar a ella en una camilla, atrás estaban Jack y Patrick completamente desconcertados.

—Qué mierda...

—¿Qué pasó?

—No sé, Sarah. Vemos lo mismo que tú.

—Chicas, quiero ir al baño... —dijo Jenna—. ¿Me acompañan?

—Ay, anda sola, estamos bien acá.

—Perras.

Ella se fue al baño mientras las otras se quedaban hablando.

—¿Ya vieron al novio de Jenna? —dijo Debbie.

—Es muy feo. Y es que no solo es feo, es una persona súper caca.

—Sí, con Sarah una vez lo vimos y solo está en su celular y no nos habla, y no responde.

—Según yo, si tienes un novio que se lleva mal con tus amigas, no es para ti. —dijo Meagan.

—Sí. Yo por lo menos prefiero ser la tía solterona de 40 que vive con tres gatos a que estar con un tipo como él —dijo Debbie—. Aunque realmente creo que ese es el futuro de mi hermano. ¿Ya supieron a quien persigue? Agh, me da vergüenza.

—Sí —dijo Meagan—. Qué pena por él, mendigar amor donde no hay. Un poco de dignidad.

—¿Qué pasó? —dijo Sarah.

—Nada, que el ridículo del hermano de esta loca anda tratando de "conquistar" a Patrick. Pobre.

—¡Chicas! —llegó Jenna chillando—. ¡No me van a creer lo que me pasó! ¡Quedé con un trauma de por vida!

—¿Qué pasó?

—Es que Tyler, ese niñito que es entero rata y que es como iugh...

—¿El que estaba con Josh?

—Sí, ese. Es que se me declaró y yo así como watafak, le dije que no, que tenía novio, pero agh, o sea, sorry not sorry, qué está pasando...

Meagan se rió.

—¡No te creo! ¿Y por qué? ¿De donde salió?

—¡No sé!

—Ay, pobrecito... —dijo Sarah—. ¿Y por qué?

—Ay, no sé, como que le hablé dos veces y en el viaje de estudios como que me acosaba. Era muy creepy.

—Ay, sí me di cuenta... qué rayos...