Solo escuchaba el llanto de dos almas en aquella oscura y cálida habitación, de repente vi a una mujer tirada en aquella alfombra azul turquesa y a su lado a dos niños de aproximadamente dos años de edad llorando por su partida. En ese momento comprendí lo que había sucedido. Yo había matado a aquella señora desvanecida en esa habitación. La culpa y el remordimiento me controlaron. Sabía que tenía que hacer algo, decidí adoptar a ese par de criaturas y cuidarlas como mías. Me había convertido en su madre.
Al pasar los años, han tenido preguntas, a las cuáles yo no puedo responder. He llegado al punto en mi vida en la que les he tenido que mentir sobre la realidad de la situación, y los gemelos al pasar los años han empezado a creerlas. No se lo que puedan llegar a pensar acerca de mí si descubren la realidad. La única madre que han conocido y amado es en realidad la asesina de su madre biológica.
Cuando mis hijos cumplieron 17 años, llegó una carta a nuestra casa, tuve la suerte de que ni Jacob, ni Jason (mis hijos) vieron la carta. La tomé y la abrí. En el momento que vi a quién iba dirigida, sentí como si el corazón se me saliera del pecho. No podía permitir que la leyeran. Tenía que esconderla.
-Mamá, ¿qué estás haciendo?-Jacob me preguntó-¿Está todo bien?
Cuando lo escuché me espanté de una manera indescriptible. No supe qué responder. Me quedé atónita.
-Mamá ¿qué tienes?, ¿tiene algo que ver con la carta que sostienes?-Dijo Jacob
Al oír a mi hijo tan preocupado no supe qué responder. Y en cuestión de segundos ya me había arrebatado la carta.
-Mi amor todo está bien-le dije-simplemente son deudas pendientes.
-Está bien ma, pero ya no te preocupes. Si llegas a ocupar dinero Jason y yo te podemos apoyar-me contestó.
Me dió un beso en la mejilla, me devolvió la carta y se fue con su hermano.
Cayó la noche y tuve tiempo de leer la carta con calma:
Querida familia Wayland. Quiero informarles que hace 15 años que su familia no ha dado ninguna señal de existencia para el país. Sus vecinos han declarado que aproximadamente hace 15 años una señora de más o menos 20 años de edad llegó a su casa y desde entonces aquella señora se ha convertido en la dueña de la casa de los Wayland. Pero hay un pequeño detalle. La señora Wayland no ha sido vista desde entonces . Las autoridades de Denver, Colorado, han investigado y no se encuentra ningún acta de defunción de la señora Wayland. Sabemos que en este momento la persona que está leyendo la carta es aquella señora de, ahora aproximadamente 35 años de edad que tomó el mando en la casa Wayland y lo más probable es que la persona leyendo la presente carta es la asesina de la madre de los gemelos Wayland. El día de mañana a las 17:00hrs iremos a su casa, y si la madre de los gemelos no se encuentra usted será acusada por el homicidio de la señora Elizabeth Wayland Lenrick. Que tenga bonita tarde.
Atentamente: Detective James Uribe adscrito al Departamento de Justicia de Denver, Colorado.
En ese momento sentí como mi cuerpo empezaba a debilitarse tenía que pensar en algo rápido. Desperté a mis hijos, salimos de aquella casa y nos dirigimos a Michigan donde antes era mi casa.
-Mamá ¿en dónde estamos?-preguntó Jason
-¿Por qué estamos en Michigan?-preguntó Jacob
-Ahora esta es nuestra casa, y se van a tener que acostumbrar-cuando les respondí de esa manera tan fría, me sentí tan mal.
La casa estaba justo como la recordaba; estaba hecha de madera, y tenía un estilo rústico, pero tenía algo diferente pues ya no se sentía tan acogedora como antes.
Mientras yo pensaba en todos los recuerdos que tuve en esta casa mis hijos desaparecieron y en cuestión de segundos ya no estaban a mi lado.
- ¡Jacob! ¡Jason! ¡En dónde están! -mientras más gritaba, más sabia que era ridículo seguir buscando, ¿por qué alguién me quitaria a mis hijos? En ese momento abrí los ojos, ellos no eran mis hijos, la vida me estaba cobrando un karma con las únicas personas que amo en este mundo. Los había perdido para siempre. Yo Simone Walker Cooper me había quedado sola.
