Capítulo 36: No estoy jugando a amar

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Dedicado con mucho amor a @jhuleysi03

GRACIAS POR EL APOYO, BELLA.

Narra Dylan/Matt.

No todo sale como lo planeamos, pero a veces las cosas que no planeamos salen como queremos. Esa frase rondaba mi cabeza, me hacia pensar en las cosas que habían pasado desde que tenía nueve años, perdí a muchas personas importantes para mi, hice muchas cosas malas y ahora es como si el destino se apiadara de mi, eso es bien jodido.

─ ¿En que piensas?

Conocía a la perfección la voz de Rossi, entonces al abrir los ojos y observarla sonriendo, mi corazón se infló en mi pecho, no podría decir a ciencia cierta de que se trata, pero sea lo que sea, me encanta, porque podría jurar que con nadie más que con ella puedo sentir esto.

─ En lo guapa que eres —. Respondí, liberando su frente del cabello que cubría parte de sus ojos.

— Quedan pocos días aquí.

─ ¿Eso te pone triste?

─ Algo así, la verdad me siento inquieta, hay algo que quiero preguntarte pero... me da verguenza.

Su respuesta me hizo fruncir el ceño y la miré, sus ojos estaban puestos en un punto fijo de la puerta, y como si de verdad estuviera inquieta apretó los ojos acercandose aún más a mi. La abracé rápido, podía sentir su inseguridad.

─ Tranquila, Rossi —. Susurré y besé su pelo —. Sea lo que sea sabes que voy a estar ahí, no debes tener inseguridades acerca de mí, o de lo nuestro, yo no estoy jugano a amar.

Su silencio me dejo un vacío en el pecho, era perturbador, luego de unos segundos, al fín un suspiro por su parte me indicó que iba a hablar.

─ A veces creo que al cerrar los ojos y despertar vas a desaparecer; no quiero que eso pase, quisiera poder decir que tengo control sobre mi, sobre lo que siento... pero estaría mintiendo, si llego a perderte simplemente no podría aguantarlo, es un sentimiento tan feo...

─ Basta basta, no digas nada más ─. Me apresuré a buscar sus ojos ─. Yo no sé que te hace pensar que podría irme, pero quiero que borres esas ideas de tu cabeza─. Besé su frente.

Se relajó cuando mis manos buscaron su cintura y mis labios su mejilla. Besándola tiernamente pude sentir con fuerza que nunca habría nadie como ella, y que sería imposible que dejara que se fuera, e impensable que yo pudiera irme.

Narra Rossi.

Al principio de todo mi pregunta e inseguridad estaba centrada en el terreno peligroso, y mientras pensaba en como contarselo, mi mente viajó a las posibilidades de que él pudiera dejarme.

Sus respuestas calmaron mi inseguridad, y esa forma en la que latía su corazón me hacía sonreir.

Sabía que él no sería él tipo de chico que te ilusiona y se va, algo dentro de mi me aseguraba que no era así.

─ ¿Vamos, Rossi? —. Preguntó guardando su movil en el bolsillo de su pantalon corto.

Asentí y me levanté del sofá, caminando hasta el. Con delicadeza me dio una vuelta mientras chiflaba y decía comentarios lindos.

Se me hacía tan tierno verlo así. Sus ojos brillaban y cada vez que lo tenía cerca sentía que mi piel lo reconocía.

Por un segundo mi mente me revivió o y recordé los mensajes de aquel remitente V, no había recibido más mensajes ni llamadas, lo cual era bueno para mi pero no evitaba sentirme asustada por momento.

¿Y si en verdad es un jodido loco? O loca, a estas alturas cualquiera podría ser.

Pensé en la remota posibilidad de contárselo a Matt, pero como ya no había dicho, los extraños mensajes empezaron cuando ellos llegaron, y aunque me sentía muy confiada de él, prefería dejar las cosas así...

No podía ser tan malo después de todo...

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