Capítulo único

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Jeon Jungkook un omega dueño de un carácter especial. Huraño, un poco egocéntrico y sobretodo muy mandón para ser un omega, lo que solía causarle muchos problemas, porque se suponía que debía ser obediente y atender a su pareja, pero no, desde el día en que el aroma del alfa llegó hasta él, le había dado ordenes y tratado como quiso. Por suerte, Taehyung era alguien paciente y siempre estaba cumpliendo todos sus caprichos.

La verdad, para ser alfa, Taehyung era un poco torpe, y por ello agradecía con el alma que el omega no se hubiese marchado el día que casi les dejo sin casa

Sin embargo, ahora Jungkook no era sólo el típico omega de siempre, sino que era un omega en su tercer mes de gestación, lo que básicamente significaba un mi especial de hormonas revolucionadas

Taehyung aprendió rápidamente a dejar que el organizará todo, sólo una vez le dijo que las hormonas lo tenían loco, en consecuencia, el alfa durmió tres día fuera en su forma de lobo y envuelto en si mismo contra la puesta de la entrada.

Jungkook sabia muy bien que a nadie en su sano juicio le gustaba verlo enojado, por lo que si el se despertaba a las dos de la mañana o a la hora que fuera, con un antojo, su alfa debía ir a buscarlo

-¡Y pobre de ti si no vienes con lo que tu hijo y yo queremos, Tae! - le amenazaba con la mano sobre su vientre y la otra apuntándole con el dedo - ahora ve

Al correr los días y los meses, los antojos de Jungkook fueron cada vez más extravagantes. Verse al espejo descubriendo cada vez más grasa en sus mejillas y una panza más notable le alteraba y toda su frustración recaía sobre su pareja.
Afortunadamente, El mayor callaba ante todos sus regaños para luego abrazarlo y decirle cosas cursis que Jungkook jamás se atrevería a confesar que le gustaban.

Esa noche el omega despertó a las dos de la mañana ya que su cachorro había tenido un antojo

-Tengo que despertar a tu padre para que vaya a buscarlos - le habló a su hijo muestras acariciaba su vientre - ¡Taehyung, despierta! - gritó dándole un manotazo en la cabeza.
Taehyung despertó de inmediato, como si fuera un lindo perrito amaestrado.

-¿Qué,qué? - pregunto sentándose derecho y mirando al omega.

-Queremos fresas, budín con chispas de chocolate y galletas... - Jungkook enumeró una lista larga de marcas de galletas que amaba.
Taehyung podía ser torpe y patoso pero su memoria era exelente, por lo que no se preocupó por anotar nada - ahora ve ¡Ve!

Ellos vivían apartados del pueblo donde habitaban más humanos que cambia formas, ya que al menor le gustaba más estar lejos de la civilización humana, pese a que ahora la humanidad conocía si existencia y la convivencia era amistosa. Viejas costumbres tal vez, pues el omega solía vivir en una comunidad solo de lobos, además la pequeña "manada" que Tae había formado antes de conocer a Jungkook (conformada solo por su hermano, Jimin) se vió disuelta al encontrar pareja y formar una nueva vida.

                            ***

-Malditos antojos - se quejó muestras frotaba sus manos contra su cuerpo en un intento de darse calor. No había tenido mucho tiempo para vestirse correctamente ya que el escándalo montado por su pareja fue como si fuera a empezar una guerra

Pero ¿Qué otra cosa podía hacer? Se trataba de su amada pareja y su cachorro, así que ahí estaba, muriendo de frio y rezando a todos los santos para que el supermercado tuviera todo el pedido

-Al menos al llegar a casa espero ser recibido con cariño - se dijo sabiendo que era algo poco probable

Taehyung entró al local y tomo un carro empezando a caminar entre las góngolas. Él recuerda el día en el que conoció a su omega. Oh sí...

Los antojos de un Omega [VK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora