Los Amigos No Se Besan

Juegos

-Hey.-Sentí que alguien susurraba y me movían un poco.- Tiffany.- Seguía intentando despertarme pero yo solo quería dormir.

-Mhm.-y giré un poco para darle la espalda a la persona que me llamaba.

-Uf, si que eres difícil. Está bien, tu lo quisiste así.

Lo próximo sucedió muy rápido.

Quitaron mis sábanas, me cargaron y en un segundo estaba dentro de mi bañera. Con mi pijama favorito.

Vi que Matt se empezaba a reír y lo miré enfurecida.

-¿Eres idiota o qué?.-dije furiosa

Pero sin embargo, el muy inútil se seguía riendo.

-Uhhhg, te odio.-dije y me crucé de brazos.

Paró de reírse y me miró fijo. Desconecte nuestras miradas y frunci el seño. Odio que me despierten de maneras bruscas.

-Ya, no te enojes.-dijo pero yo no lo miraba.- Vamos Tif.-no hablaba.- Por favor, cariño.

Levanté mi mirada y una sonrisa amenazó con asomarse pero no lo permití. En su cara había una tierna sonrisa.

Sabía lo que estaba haciendo.

-Se lo que haces Matthew, no vas a lograrlo.-dije nuevamente desviando mi mirada.

-No quiero lograr nada, no se de que hablas.-dijo haciéndose el desentendido.

-Oh vamos.-dije ahora mirándolo.- sabes que si me dices esa palabra me olvido de todo. Esta vez no caeré.- dije decidida.

-Está bien, lo siento. No volverá a pasar...-Lo miré con una sonrisa y él sonrió más mientras se acercaba a mi.-....cariño.

Rodé los ojos pero cuando iba a contestarle sentí sus suaves labios contra los míos.

Sonreí en medio del beso y él hizo lo mismo.

Oh Matthew, te vas a arrepentir de haberme despertado.

Tomé su buzo con mi mano y lo jale hacia mi haciendo que se caiga a la bañera. Nos separamos y comencé a reír. Me miró y comenzó a reír también.

-Okey, okey.-dijo mientras despeinaba su cabello.-Lo merezco.

-Si que lo mereces.-dije divertida.- Uhg, es realmente incómodo tener este pijama dentro de la bañera. ¿Te molesta si me lo quito?.-dije seductora.

Lo lamento, pero si vamos a jugar, hay que jugar bien.

Matt me miró sorprendido y negó.

Entonces...

Matt

-¿Podrías bajar el cierre por mi? Es que no llego.-Me dijo.

Dios Santo, ésta mujer quiere matarme.

Asenti.

Parecía un tonto, ninguna palabra salia de mi boca. Es como si me hubiera quedado mudo.

Se dio vuelta como pudo (Ya que la bañera no era tan grande)