Te esperaré en la noche de Halloween

Capítulo único

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

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Capítulo único

La noche era fría, bastante. La neblina podía verse bailar en el ambiente, cubriendo todo con un manto blanco cual si fuera la nieve de invierno. Se encontraba reclinado sobre una de las barandas del costado del barco, contemplando como este cortaba las aguas y se abría paso en la inmensidad del océano.

Mientras tomaba un sorbo de su copa de champagne se preguntaba a sí mismo una vez más cómo era que se había dejado convencer por su primo de subirse a ese barco. Era una locura. Un baile de disfraces para celebrar Halloween en un crucero. Ni siquiera le gustaba Halloween. Sin embargo ahí estaba, vestido con aquel estúpido esmoquin negro y sombrero de copa, con una máscara dorada que cubría la mitad de su rostro, aburrido como una ostra sin haber encontrado alguien con quien sostener una conversación decente.

No era que la sexy gatúbela que se le acercó no tuviera una voz hermosa, aparte de unos enormes... ojos brillantes y violetas que lo cautivaron por un momento. Pero en cuanto abrió su boca para pedirle fuego para encender un cigarro supo que debía alejarse de ahí.

— Estúpido Diamante. —susurró de nueva cuenta para sí mismo por sexta ocasión, apurando lo último de su trago y tomando otro del mesero que pasó a su lado.

— No puedes seguir así, tienes que salir y divertirte, conocer gente nueva.

— Si por "gente" te refieres a chicas, entonces paso, sabes que no quiero ninguna relación.

— ¿Y quién habló de una relación primito? Hablo de divertirte una noche, descargar... la mala vibra.

— Estoy bien así Diamante.

— No, no lo estás. Te encerraste en tu estudio, no sales, diriges tu negocio desde aquí, no hablas con nadie que no sea de la familia y eso que te soportamos porque te queremos. Tal parece que el que hubiera muerto en ese accidente fuiste tú y no ella.

Aquellas palabras lo golpearon. El recordarla a ella era aún muy doloroso, a pesar de que ya habían pasado tres años desde aquel terrible accidente que le arrebató a su prometida y lo dejó postrado en una cama durante casi un año.

— Para ti es fácil decirlo, tú nunca has estado enamorado de nadie, pero yo... ella era mi vida Diamante y la perdí.

— Pero eso forma parte del pasado primo, no puedes enterrarte en vida porque ella murió. Estoy seguro que no es lo que ella hubiera deseado.

Y por eso se decidió en ir. Saori era una mujer vibrante, llena de energía y con un gran gusto por la vida. Vivía cada minuto de su vida al máximo y esa forma de ser la llevó a extremos que él jamás hubiera compartido con nadie, sólo que a ella la amaba y por ella daba todo lo que tenía, incluso su propia vida.