En esta vida no

Capítulo 1

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

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Este es un mini fic por el próximo cumpleaños de nuestro adorado Mamoru Chiba, está basado en la canción de Sin Banderas "En esta vida no" por lo que en alguna parte escribiré una que otra estrofa de la canción, no es un songfic ni trato de robar la autoría de la canción, sólo que no quise modificarlo ni parafrasearlo porque me encanta lo que dice y queda perfecto con la historia.

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En esta vida no

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Tiempo presente

Estacionó el auto frente a la entrada de la casa. Tomó su maletín de viaje, el último que hacía antes de la boda, la cual serían en tan sólo quince días.

A decir verdad estaba más que emocionado, estaba extasiado. No solamente se casaría con una hermosa mujer, sino inteligente, vivaz y cariñosa. Ella era el amor de su vida, lo había sido desde la época del colegio, aunque claro no lo supo hasta que se volvieron a encontrar cinco años atrás, en la reunión de egresados de su generación.

Desde ese momento quedó prendados el uno del otro, tanto que apenas unos meses después le pidió matrimonio. Los años siguientes se prepararon para tener su gran boda. Ahorraron cada moneda que recibieron en sus respectivos trabajos para su celebración.

Y ahora estaba a solo unos días de convertirla en su esposa.

Andrew sonrió al recordar que ella lo detestaba, aunque él siempre había tenido sentimientos por ella, pero claro, no daría el brazo a torcer y no le demostraba sus sentimientos. Lo bueno es que eso había quedado en el pasado.

— He regresado. — dijo en voz alta apenas cruzó el umbral de la casa.

Nadie le respondió, lo cual le pareció muy extraño. Ella solía esperarlo con un almuerzo cuando volvía de viaje, aunque tantas veces le dijo que no era necesario porque comía en el avión.

Recorrió la primera planta de la casa en busca de señales de vida. No la encontró en la cocina ni en el jardín trasero donde solía pasar horas quitándole las malezas a los rosales.

— ¿Dónde estará?

Entró de nuevo a la casa y subió las escaleras. Dejó la maleta al final de las mismas cuando se percató de un sonido familiar. Era su voz.

Andrew caminó sigilosamente y se detuvo frente a la puerta de donde la escuchaba. Agudizó su oído para tratar de descifrar de quién era la otra voz que escuchaba junto con la suya. No pudo evitar sentir furia al reconocerla.

Abrió la puerta de forma abrupta, pero nada lo había preparado para la escena que tenía frente a sí, ni siquiera el haber reconocido la varonil voz.