Una vez que llegó a destino, Laura no tuvo que pagar nada, ya que la directora había ofrecido pagar el viaje. Eso fue un alivio para ella, que no contaba con dinero ni para hacer bailar a un ciego. Bajó y tomó sus maletas. Al ver el imponente hospital que se encontraba frente a ella se sintió algo desolada, nunca había estado frente a un hospital y era extraño, sintió un vuelco en el estómago.
Entró y enseguida vio a una chica en recepción, suspirando se acercó a ella que sólo la miró despectivamente. Laura se dio cuenta de que no se había quitado el vestido o el maquillaje que usó en la cita, estaba demasiado arreglada.
—Hola, mí nombre es Laura Marano —se presentó, pero no obtuvo respuesta alguna —. Vine para buscar un trabajo como enfermera, hablé por teléfono hace poco —explicó.
La chica detrás del mesón rodó los ojos. Laura la miraba confundida, ciertamente parecía tener muy poca paciencia.
—Ahora es muy tarde como para atenderte. Agradecería mucho que regreses mañana —fue la respuesta otorgada.
Laura sintió que su mundo se iba abajo. ¿Regresar mañana? Eso sería toda una odisea, ya que ahora no tenía ni siquiera un lugar en el cual dormir. Aparentemente... no pensó muy bien las cosas. Quería llorar, pero no lo haría. Tenía que actuar con tranquilidad, pensar bien.
—No tengo dónde pasar la noche, por favor te pido que hables con alguien —suplicaba. Ella nunca había sido de rogar, pero la ocasión lo ameritaba.
—No tienes ninguna alternativa, debes regresar mañana —fue la tajante respuesta que obtuvo.
Laura suspiró cansada. Caminó unos pasos, hasta esconderse detrás de una pared. Observaba a la chica, en ese momento sonó el teléfono del Hospital y ella atendió. Habló por unos minutos y haciendo una mueca se retiró para caminar a otro lugar del Hospital. Está era la oportunidad de Laura, ya que no había tanta gente podría colarse perfectamente.
Laura caminó un poco y mientras lo hacía se le ocurrió un plan, no era el mejor de los planes pero podría funcionar si lo hacía bien. Al llegar a una de las zonas donde ya había algunas puertas, vio cerca a una enfermera y comenzó a llorar amargamente. No fingia, ya que realmente se sentía muy afligida y confundida con todo lo que estaba pasando.
Al poco rato, la enfermera que pasaba por ahí se le acercó.
—No puedes estar aquí —le informó. Laura hizo una mueca, aunque siguió llorando. Era increíble el frío comportamiento que tenían todos en aquél lugar —. Pero si me dices qué necesitas, gustosa te ayudaré.
—Quisiera saber dónde se encuentran las personas que están en coma —la expresión de la chica fue de asombro. Dio un asentimiento y le sonrió a la castaña sin mostrar sus dientes.
—Yo te llevaré, sígueme —ambas comenzaron a caminar. Se subieron a un ascensor en el cual marcaron el piso número seis. Al llegar al piso seleccionado, bajaron de ahí. Laura se sentía muy agradecida debido a la buena voluntad que estaba teniendo la enfermera, nada que ver con la que parecía ser la Secretaría del lugar —. ¿Buscas a alguien en específico? —preguntó cuando ya bajaron del ascensor. Laura tragó en seco, había llegado la hora de la verdad.
—Estoy buscando a Damiano Marano
—la expresión de la enfermera fue de sorpresa pura, no pudo evitar abrir la boca debido a ello. Laura se percató de aquello —. ¿Sucede algo? —la enfermera negó con la cabeza, dándose cuenta de su actitud.
—Es sólo que hace años que nadie viene a visitar a Damiano —Laura sintió tanta tristeza debido a aquella declaración. Él estaba sólo, todo por culpa de Jill. La enfermera le dijo en que habitación se encontraba, Laura agradeció y la chica se fue.
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Un amor de ensueño.
ФанфикLaura es una adolescente que desde muy pequeña perdió a sus padres, por lo que se crió con su tía. Tristemente, nunca recibió amor, ella fue tratada como una sirvienta durante todo su crecimiento. Un día, la vida de Laura dará un giro radical...