Ese mal trago duró poco por suerte, el camino por el bosque era mucho mas oscuro y lo único que los mantenía seguros era la luz de la luna escapando entre caminos y hojas, de ahí debían guiarse al paso de las linternas y visores. Para conservar mejor las cargas de bengalas las utilizarían por turnos para que ninguno quede inseguro en caso de atrasarse o separarse y a su vez ya haberse gastado hasta la última de ellas. Su objetivo por ahora era dar con un punto de suministros, este se encontraba en una pequeña cabaña a los diez minutos de caminar, dentro encontraron varias cajas de munición para reestablecer la ya perdida con el sub jefe de antes, aprovecharon el interior para descansar unos pocos minutos antes de continuar, además de pensar porque solo habían visto un zombie si en la ciudad había alrededor de cien por jugador pero el bosque estaba completamente vacío, si no era eso quizás se debía a que comenzaría como en la ciudad o habría una variante de monstruos específicos ahí.
El avance era algo simplista, se movían cuidando los puntos de forma más cuidadosa que en la ciudad, no había punto de suministros ya hasta el pantano que extrañamente tenía dos pero separados hasta cierto punto. En la travesía solo escuchaban el sonido del viento, tambien podían oír algo moviéndose entre la hierba pero lo asociaron a lo mismo, charlaban despacio, fuera para planear cualquier cosa o para tratar de quebrar en pesado silencio que llenaba de estrés el área.
—Fue bastante buena idea seguirlos contra el líder, aunque siento que te dejamos la mayor carga a ti, Kirito—Comentaba Ryu.
—Siempre he sido jugador de vanguardia, pero de no ser por Sinon no había salido vivo de ahí—
—Por ti fue que pude dar el tiro que lo medio mató, no seas tan modesto—Sonrió la chica—No se si considerar suerte o destino que estuviéramos bajo la luz en ese momento.
—Puedes considerarlo como intervención divina, lo que tardamos venciendo al jefe, el agotamiento y el punto que tuvimos en vez de avanzar, fácil habríamos quedado fuera en ese mismo instante—
—Tus hombres estuvieron muy calmados en el momento, ¿se conocen en el mundo real? —
—Puedo decir lo mismo de ti y de Hecate-san, trabajamos en el mismo lugar, intento dar lo mejor que puedo dado que mi esposa recién empezó aquí y quería verme—
—Estará bastante feliz, tan solo con la dedición de salvar a dos jugadores pidiendo irte simplemente—
—Lo mió nunca ha sido dejar a nadie, incluso en partidas de todos contra todos prefiero un combate honorable—
—Te llevarías bien con los demás, Sinon ha intentado convencerlos de que vengan... ¿Mm? —Soltó mirando a lo lejos—Hay un claro sin árboles aquí adelante, quizás podamos aprovechar mejor la luz de la luna ahí.
—Puedo aprovechar tambien, quizás pueda dar con más jugadores o si tengo suerte con lo que nos enfrentamos aquí—
—Ya tenemos objetivo muchachos, vamos, prefiero salir rápido de los árboles antes de la siguiente penumbra—
El momento no podía ser más oportuno para todos, justo al salir vieron como la luna se ocultaba, mas o menos eran entre veinte y veinticinco minutos para cada eclipse que duraba equivalentemente sesenta segundos totales; no hacía falta más realmente para que los murciélagos aplastaran a un grupo completo de jugadores y en el bosque quizás las únicas salidas eran encendiendo una fogata, ocultándose en una cabaña con lámparas de aceite o con las bengalas de sus armas, las linternas de sus rifles al parecer no podían cubrir el suficiente rango como para parar el avance. Se puede decir que lo más peligroso del juego eran esos pequeños seres, pues los tiros no los habían alejado y no parecían morir muchos de ellos en la conmoción. En el momento en que los murciélagos hicieron su aparición Ryu fue el primero en tirar la bengala, pero el resto, ya teniendo sus turnos prepararon su propia pistola para cualquier percance, justo no duraban mucho las bengalas, ocupando seis tiros para sobrevivir los sesenta segundos, cada una duraba en promedio diez segundos.
YOU ARE READING
Gun Gale Online: Army of the dead
FanficTras un duro golpe en su vida el joven Kazuto se verá en un continuo dolor personal hasta que la intervención de cierta amiga suya termina por regresarle mucho mas que una simple sonrisa. Todo a vísperas de un evento que cambiará mucho a ambos