EL SUEÑO DEL QUIROFANO

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Empezaba a amanecer, y aunque los tibios rayos del sol ya se entrelazaban traspasando las ásperas cortinas de la abitación, todo permanecía oscuro[...]
Dormía . El muchacho dormía plácidamente en una antigua cama de patas de madera en la que aparecían esculpidos dibujos similares a los que hacía el humo de una hoguera.

Descansaba, relativamente. Oyó cómo cuerdas de mimbre atadas a una silla de madera se destensaban muy lenta mente , una figura esbelta que se había incorporado al fondo de la semioscuridad....

Entonses el muchocho abrió los ojos , de golpe , como en un acto involuntario. Sus pupilas surfearon lentamente la habitación como si fuese un lugar desconosido[...]

Dirigió su mirada como un arco recién cargado hasia la silueta. Se acercaba poco a poco mientras los latidos del órgano vital del muchacho se aceleraban. Se acercaba con andares irregulares y anchos hombros.

El muchacho no se pudo mover, estaba adherido a la cama. Intentó gritar pero fue en vano. Nacieron el miedo y la agonía. Murieron el valor y la esperanza. La silueta llegó al borde de la cama y cuando levantó su brazo, el muchacho se desvaneció lentamen-te en un cerrar de ojos...

[...]Abrió los ojos de golpe. Inundaba el frio. No pudo evitar gritar. No paraba de nadar, de lo contrario se ahogaría. Se encontraba en un lago sin limites, profundo como el mundo. El chico intentó divisar una orilla sin éxito alguno. Dio varias vueltas sobre sí mismo, pero nada.

Llegó la noche, y con ella, el viento helado. Se sumergió para comprobar sus sospechas. Intentó palpar el fondo con el pie, pero en efecto, no había. Luz de la luna bañándolo[...]

Ya hácia varias horas que el chico nadaba sin rumbo para salvar su vida, pero estaba exhausto. Las piernas dejaban de responderle, su cuerpo estaba en tumecido y dejó de nadar. Fue lento, sus pies comenza- ron a sentir las algas, aguas malditas investigando por todos sus recovecos. La luna no llegaba tan hondo, solo había tinieblas. TINIEBLAS.

Se quedó sin respiración. Y lentamen-te, aspiró.
--¡paletas!--ordenó un hombre de blanco esperando el elemento quirúr-gico. Las impregnó de un gel transparente y las estampó contra el pecho desnudo del muchacho.

»¡Carga doscientos!--El cuerpo del joven inerte se impulsó contra la camilla pero su cuerpo continuó inerte.

»¡Carga trecientos!--El hombre repi-tió el mismo procedimiento sin exito. El cuerpo del muchacho quedó en aquella sala fria donde el doctor antes de comenzar la operación le había preguntado:

--¿Es usted alérgico a algo?
--Si....al dolor. 

Fin.....




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⏰ Última actualización: Jul 29, 2017 ⏰

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