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Thamara Hoult, Ryan Williams

Dos personas totalmente diferentes, no tenían muchas cosas en común, tenían diferentes gustos musicales, ella solo hablaba con los amigos que tenía en sus contactos, él al contrario de ella hablaba con todos los de su escuela y asistía a todas las fiestas que organizaban sus amigos de clase, ellos no se conocían pero en un gran encuentro sus vidas tendrán que estar juntas, ellos debían estar juntos. Ellos eran tal para cual.

Habían sido creados para estar juntos.

Todas las noches antes de dormir pensaba en todos mis problemas, en todas las cosas que debo corregir porque las hice mal, en lo que debo hacer para ser un orgullo para mí mamá, lo único que quiero es cumplir 18 años para poder hacer lo que yo quiera y no depender de nadie ni que me estén diciendo lo que debo o no debo hacer; desde que mi papá me abandonó odio mi vida, aunque no pude compartir muchos momentos junto a él, lo extraño demasiado y a veces quisiera tenerlo cerca para contarle algunas cosas o hasta para que me regañe.

Mi nombre es Thamara Hoult, mis amigos me dicen Tamy. Volví con mi madre, tengo dos hermanas, mi madre se llama Mía, una de mis hermanas se llama Danielle, dos años mayor que yo, la otra seis años menor que yo, se llama Sofía. Sofía es una niña tímida, solo estudiaba y miraba televisión, es un poco callada con las personas que aún no conocía; Danielle es una chica muy iperactiva, todo el tiempo quiere jugar y saltar; Mía, mi madre, ella es la mejor, aunque a veces solo me hace la vida imposible pero la amo. Por último yo, Thamara o mejor, Tamy; soy una chica que cuando se propone a hacer algo lo logra, nunca me rindo, cuando hay problemas busco una solución, o bueno eso era antes de que mi padre me abandonará y desapareciera del mapa. Tengo un recuerdo muy presente y, afortunadamente tengo una foto de ese último día en que ví a mi padre como un hombre bueno, en aquella foto yo tenía aproximadamente 8 años, era muy pequeña e inocente, en la foto él me tenía alzada y yo lo estaba abrazando, recuerdo que ese día íbamos a visitar a mi abuelo y cuando llegamos él estaba allí, me emocioné mucho y corrí a abrazarlo, él se arrodilló e hizo lo mismo, sentirlo cerca se sentía bien; después de comer algo nos fuimos de compras, compramos ropa para mi hermana y para mí, además de la ropa, a ella le dió un peluche pequeño y a mí me regaló una maleta de pato, era mi favorita, la llevaba todos los días a todas partes, me encantaba, es lo único que tengo de mi padre, aún la conservo; hoy ese momento solo lo veo como recuerdos porque él nunca mostró interés por mí ni por mi hermana, no lo odio pero es un cobarde al abandonarnos y no darnos nada. Hoy, eso me da igual, mi mamá ha sido muy fuerte y valiente, la única que ha querido sacarnos para salir adelante y no quedarse esperando a alguien que no iba a llegar.

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