Un amor de ensueño.

"Misión especial."

Laura siguió a la Jefa hasta la oficina. Ambas se sentaron, y antes de darle tiempo a la mayor para hablar, Laura se adelantó en disculparse.

—Siento tanto haberme entrometido, ya sé que solo soy una practicante, pero quería ayudar —se disculpó.

—De hecho te traje aquí porque vi cono tratabas a los pacientes. Samantha quedó muy feliz contigo. Y ese método de distraer al anciano fue muy efectivo, aunque también suelen usar sedantes —Laura la observó con sorpresa, realmente pensó que la iban a retar, pero se equivocó —. Tienes un modo muy especial para tratar a los enfermos, y por eso es que te tengo una misión especial —Laura parpadeó repetidas veces debido a la impresión. Ella estaba haciendo la práctica y ya... ¿le tenían una misión especial? ¿acaso era una broma?

—...—

Todos estaban en la cueva de Riker, estaban analizando la situación para ver qué deberían hacer para encontrar a Laura. Estaban sentados en la enorme mesa del lugar.

—Estoy seguro de que puedo contratar a un Detective, pero me hace falta una foto de ella —comentó Ross.

—Yo soy un excelente dibujante, podría dibujarla —le respondió Riker. Ross rodó los ojos ante aquella respuesta.

—Sabes que no es lo mismo, una foto es mucho más efectiva —respondió Ross. Él mayor se cruzó de brazos algo molesto, Ross siempre ignoraba todas sus ideas.

—Raini tiene una foto de nosotras, nos la tomó antes de ir a la cita —ambos observaron a la pelinegra. Ross pudo mostrar una breve sonrisa, al fin algo parecía salir bien —. Podemos recortar la foto para que quede solo Laura y problema resuelto.

—Ve a hablar con ella y pídele la foto —ordenó él rubio. En otras circunstancias Vanessa hubiera discutido con él, ya que nadie nunca le hablaba con ese tono —. Pueden ir a la biblioteca e imprimirla ahí.

Vanessa se fue corriendo, dejando a ambos hermanos solos en la cueva.

—¿Qué vas a hacer tú, Ross? —preguntó Riker.

—Yo tengo una tarea pendiente y es sumamente importante —respondió seriamente él menor de los rubios. Riker se limitó a observarlo con la confusión marcada en el rostro.

—...—

Laura observaba fijamente a la Dueña del Hospital. Al principio pensó que lo de la "misión especial" era una broma, pero al ver la seriedad marcada en el rostro de la mayor, se dio cuenta de que iba bien en serio.

—Necesitó que atiendas a un paciente que está muy deprimido —Laura asintió, aparentemente tendría que cuidar a un chico con depresión. No debería ser tan difícil, ¿o no?

—¿Qué le pasa?, ¿por qué está tan deprimido?

—Lo cierto es que lleva aquí dos meses. Su padre era un alcohólico que lo abandonó al nacer, vivió con su madre y su abuela. Pero su madre falleció hace poco —Laura tirito ante aquella confesión, la historia parecía ser tan triste, con razón él estaba tan deprimido —. Vive con su abuela actualmente. Pero está aquí debido al tratamiento contra el cáncer —eso hizo que Laura abriera sus ojos de par en par, ahora entendía aún más porque ese chico sufría tanto.

—Vaya, su historia sí que es complicada... —no sabía qué más decir, todo eso la había tomado por sorpresa.

La mayor asintió.

—Su cáncer está muy avanzado y no sabemos cuándo pueda fallecer —Laura lloró ante aquella afirmación. La muerte nunca es linda, sin importar de quién se trate —. Pronto cumplirá los diecinueve, y por lo menos queremos que pueda ser algo feliz.

—¿Ser feliz? —hizo una mueca —. ¿Qué le pasa? Entiendo que su historia es difícil, pero... —negó con la cabeza al no saber qué palabras utilizar.

—No habla con nadie —confesó la mayor.

—Ya. Veo que es un caso muy complicado —comentó rascando su nuca.

—Pero viendo como tratas a los enfermos, creó que tú eres la indicada para ayudarlo —Laura sólo la observaba, ya que no sabía bien qué decir —. ¿Qué dices, estás dentro?

Un chico sin padres, que sólo vive con su abuela y tuvo que ser internado en un Hospital debido al cáncer. No habla con nadie. Aparte de todos sus problemas, padece de depresión. Es un caso complicado, pero... todos necesitamos ayuda alguna vez, ¿no?

—Quiero ayudarlo —respondió Laura con una sonrisa. La mayor asintió, sabiendo que había elegido bien.

—...—

Al salir de la cueva e ir al patio se encontró con Maia. Justamente la persona a la que quería ver, él presentía que ella tenía algo que ver con la desaparición de su amada. Ella al verla le sonrió y se acercó a él.

—¡Ross! —gritó con su típico tono meloso y chillón —. Al fin te veo, ya podemos actuar como una pareja —ella intentó tomar su mano, pero él no se dejó, se alejó rápidamente.

—Maia, quiero que me digas ahora mismo donde está Laura y quiero la verdad —ordenó. La aludida abrió la boca con sorpresa, pero se mantuvo erguida —. Sé que tuviste algo que ver con lo que le pasó a Laura.

—No deberías hablar de ella, si me tienes a mí aquí
—de nuevo intentó abrazarlo, pero él la evitó, enojado.

—Deberías tener bien en claro que no me voy a detener hasta encontrar a Laura —dijo con tono serio, determinado. Maia lo miró con rabia e hizo puños sus manos ante aquella afirmación, ¿por qué se aferraba tanto a aquella pobretona?

—Ross, recuerda que yo soy...

—Tú eres mí prometida por una obligación —Ross la interrumpió. Ella asintió, al menos ella tenía eso claro —. Aunque debes saber que nadie te puede forzar a amar a alguien —aclaró él, comenzando a caminar nuevamente. Había dejado a la morena con las palabras en la boca.

—..—

—No sólo serás una compañía para él, también debes cuidarlo y encargarte de darle sus remedios a los horarios correspondientes —informó la mayor. Laura asintió.

Juntas van al depósito de remedios y suministros. La encargada del Hospital le da una bolsa llena de remedios y le entrega una hoja con los horarios de cada remedio, y el día en el que tendría que ir a la quimioterapia.

Laura fue a la habitación que se encontraba en la ficha del paciente. Llegó hasta ahí, entró y se topó con un chico viendo televisión.

—Hola, mí nombre es Laura y a partir de hoy seré tú enfermera —se presentó, pero él chico simplemente siguió observando la televisión, sin siquiera divisarla. Laura cerró la puerta y suspiró. Esto sería una tarea bastante difícil.