¡Hola! Es un gusto estar aquí nuevamente. Les dejo unas indicaciones antes de leer:
(T/n) = Tu nombre.
(T/a) = Tu apellido.
El ambiente en la universidad era de estrés absoluto al empezar la temporada de parciales, proyectos y exposiciones por aprobar. Y (T/n), siendo la primera de la clase, no podía darse el lujo de faltar con ninguno de sus proyectos. Para poder llevarlos a cabo, porque era muy costoso, debía trabajar y trabajar. Sólo dormía cuatro horas y descansaba dos para comer o cenar.
Estudiar en otro país no era fácil.
— Señorita (T/a) Señorita (T/a) ¿Estás bien? — (T/n) pudo escuchar una voz gruesa hablarle desde muy lejos, una que se acercaba poco a poco hasta que logró despertarla.
Se había dormido en la recepción de la biblioteca del campus.
— ¡Ah! Disculpe por eso profesor Jones. No debí caer dormida aquí— respondió avergonzada, no era la primera vez que eso sucedía.
— No te preocupes, está bien, pero... ¿Qué tienes? Luces un poco mal.
(T/n) no se sentía nada bien. Últimamente se cansaba más y el estómago le dolía sin razón, sus brazos y piernas a veces no respondían y le costaba respirar —. Estoy bien — respondió sin más para después sentarse correctamente ante el ordenador — ¿Qué libro necesita profesor?
— Literatura Inglesa del siglo XVIII.
Rápidamente los dedos de la joven se movieron sobre el teclado.
— Acompáñeme por aquí, por favor.
Caminaron hacia un aula dentro de la misma biblioteca, donde se guardaban archivos de la institución y también libros o documentos valiosos y viejos. Con una llave larga, (T/n) abrió una gaveta y sacó un libro enorme, pesado, con forro de piel. Apestaba a humedad y polvo.
— Aquí está.
— Gracias, señorita.
(T/n) caminó hacia la salida, pero el profesor Jones no avanzó.
— ¿Se quedará aquí?
— Sí... ¿Podría tomar café aquí? Voy a trabajar toda la noche, (T/n).
— Claro, sólo tenga mucho cuidado con el libro.
(T/n) terminó por retirarse del aula a cubrir lo que quedaba de su turno, como siempre.
11:00 pm.
Ya nadie venía a esta hora, pero debía quedarse hasta que el profesor Jones terminara con su trabajo. Mientras tanto, (T/n) se dedicó a terminar sus deberes y a acomodar todos los libros para ahorrar el trabajo del día siguiente.
Durante lo que tardó en acomodar los libros, pensó en el profesor Jones. Él era el único que no se comportaba como un monstruo con ella y le permitía faltar con tareas o incluso fingía no ver cuando se dormía en clase.
Vale, no importa quedarme aquí hasta que termine... De todas formas, yo le debo muchas.
— ¿(T/n), podrías venir?
La chica se dirigió hacia el aula para ver a Mr. Jones extendiéndole el libro.
— Muchas gracias.
— De nada, profesor Jones.
Mientras su alumna guardaba el libro, se le quedó viendo; ya no quedaba nada de esa chica tan energética y jovial que había ingresado a la universidad hace un año.
Quería ayudarla más que académicamente.
— Si no te incomoda, ¿puedo hacerte una pregunta?
— Claro, profesor.
— ¿Cuánto te pagan aquí?
(T/n) se pudo incómoda y trató de responder.
— Puedo decir que es suficiente para mí.
— ¡Vamos! No le diré a nadie, será un secreto — Mr. Jones le sonrió, guiñándole un ojo detrás de esos lentes.
— Cinco dólares la hora... — le había costado mucho decirlo.
— ¡Qué injustos! Cinco dólares la hora...— susurró el profesor para sí — ¡Eso es menos del salario mínimo!
— Pero soy estudiante, aparte de otro país. No puedo aspirar a más sin una visa de trabajo, Mr. Jones.
El profesor se quedó pensativo por unos segundos. Él era rico, ganaba mucho dinero por sus libros publicados, investigaciones, su trabajo en la universidad como el maestro mejor pagado por su enorme currículum. Y, por si fuera poco, estaba a nada de ser rector de la universidad. Cabe mencionar que tenía dos deportivos y su residencia se encontraba en el penthouse de un hermoso edificio en el centro de la ciudad.
— ¡Tengo una idea! Pero no sé si te agrade.
— Ajá...
— ¿Quisieras ser mi asistente? No es la gran cosa, pero puedes trabajar menos tiempo y tendrías más horas de descanso. Trabajarías sólo cuatro horas y te pagaría 18 dólares por hora... ¿Qué dices?
— ¡Por supuesto profesor Jones!
— Renuncia mañana en la mañana y ve a verme al aula 57B.
— ¡Vale, ahí estaré!
— Te esperaré ahí a las cinco ¡No llegues tarde! — le dijo Mr. Jones, dándole una sonrisa cálida.
...Continuará...
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Teacher or Daddy (Hetalia x Lectora fanfic)
Fanfiction(T/n) está estudiando la universidad, pero pronto se vuelve difícil mantener sus estudios. Un profesor muy amablemente le ofrece ayuda. ¿Cómo le irá a (T/n) de ahora en adelante? Nota: la imagen utilizada en la portada no es mía, yo sólo la edit...