Capítulo Único

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¿Quién dijo que la vida era fácil? ¿Quién dijo que cada uno escogía su estilo de vida? Simplemente hay algunos que no podemos tener esa libertad, ¿Y por qué? Muy sencillo: siempre aparece alguien que nos obliga a soportar una carga que no hemos decidido llevar. Y es lo que me ocurrió a mí. Yo no decidí tomar un camino vengativo contra aquellos hijos de puta que me lo quitaron todo: mi familia, y el futuro que yo podría haber formado con mis manos.

Yo no escogí ser un pistolero en el Viejo Oeste. Yo no escogí volverme un rebelde sin bandera, sin patria y sin dios que valga. Yo, en ningún momento quise esto: una vida tan complicada. Pero me acostumbre a ello. ¿Y por qué? Porque me forzaron. No es como si yo fuera la clase de tipejo que permite que vengan cuatro 'mataos' a poner patas arriba mi vida para luego irse de rositas. Uy noo... nadie se mete en la vida de Tennessee "The Kid" Cooper y se queda tan ancho. A mí quien me la hace, me la paga.

Y es precisamente lo que hice.

Durante toda mi vida estuve creciendo, aprendiendo, y valiéndome por mí mismo. Es cierto que tuve al Clan Blake a mi lado, pero a mí esa pandilla de zorros me la sudaba completamente. Ni los Cooper –mi propia familia- ni ellos hicieron nada para evitar la muerte de mis padres, ¿A qué venían ahora aquí, preocupándose por mí? No. Ese no es mi estilo. Yo no voy a ser uno más de su calaña. Yo tengo mucho más honor que ellos, y les demostraré que puedo arreglármelas solo. No iba a permitir que lo de mis padres quedara impune. Yo restablecería la dignidad de ambos y les demostraría, a esos asesinos, que su mayor error fue dejarme con vida.

En los próximos años, y tras hacerme mis propias armas, estuve viajando por aquí y por allá, recorriéndome toda Norte América de la cabeza a los pies. Fui poniendo en su lugar a todos aquellos bastardos de mierda que perjudicaban a gente inocente, hasta que se me ocurrió la loca idea de volar por los aires el hogar del Presidente. Lo admito, eso no me salió del todo como quería ya que me afectó de manera importante a mi sentido del oído pero... ¿Arrepentirme? ¡Por supuesto que no!

Mucho tiempo después de lograrme una reputación de ser el mejor forajido y pistolero del Viejo Oeste, de tener a las autoridades tras mi culo, y a muchos gilipollas siguiéndome la pista para cortarme la cabeza o meterme un tiro, fue que conocí supuestamente a mi tataranieto, se llamaba Sly Cooper. Sé que era un Cooper nada más verlo pero quería ver qué hacía. Él y su pandilla de locos me contaron sobre... viaje en el futuro, destino de los Cooper... y mogollones de cosas mega chungas que no llegué a comprender del todo. Hasta que me llevaron a su época, ciento sesenta y seis años después.

Se me abrió un mundo nuevo, pero no cambié en lo más mínimo. Sólo algo en especial: tomé un cierto interés en un zorro albino, Selvi, se llamaba. No estaba seguro, tenía un no sé qué que simplemente me gustaba. El chaval tenía su gracia, además de que era demasiado obvio que era muy, muy inocente. Con el tiempo le fui conociendo, y la verdad mi interés por él creció aunque no lo demostrase. También provocaba a Sly, era demasiado gracioso. Pero así era mi vida...

La de un feroz pistolero.

THE END

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⏰ Última actualización: May 14, 2017 ⏰

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