Historia corta de amor

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Este cuento aún no tiene titulo ni trama, solo se que es un sueño y como tal lo escribiré, en una mañana conocí a un chico lindo como él, y arrogante como ninguno, esto por todo el dinero que tenía. Y para rematar me tocaba trabajar con él, al principio me pareció inaguantable al igual que a los demás. Salimos a rumbear varias veces y en una de esas nos enredamos, pero más fue por los tragos que teníamos encima, y ahí quedo todo olvidado.

Al tiempo de eso, me empezó a caer mal por que cada día se volvía más pesado. Un día me espero a la salida del trabajo y me invito a comer, le dije que listo, pero que yo elegiría el sitio, no protesto, así que fuimos en su carro y le pedí que lo guardara en el parqueadero, y me lo lleve caminando donde una señora que tenía un puesto de comidas rápidas. Estaba como decepcionado del sitio y más porque no había donde sentarse, cuando nos dieron las hamburguesas, no las quería probar pero al verme comer con tanto animo y placer, comió y se saboreaba, porque en verdad eran deliciosas. Fuimos por el carro y me llevo a la casa, me iba a entrar cuando me dijo: espera, tengo algo importante que decirte, o mejor un favor que necesito pedirte. Me lo imaginaba respondí.

Me dijo que tenía un negocio muy importante pero que para eso necesitaba de mi ayuda, estaba consternada, no tenía dinero y en los negocios era tan mala que hasta en el colectivo me robaban. Me dijo que era un negocio de la familia y que él como responsable debía asumirlo, pero que él tipo del negocio, solo le gustaba tratar con aquellos hombres comprometidos bien sea casados o con novia. Le dije que ni pensará que estaba dispuesta a casarme y menos con él. Me dijo que no que esos no eran sus planes, que lo que necesitaba era una novia, y que de todas había pensado en mi, por que la vez que nos enredamos, él la había pasado muy bien y además que necesitaba a una chica lista, por que el tipo, era multimillonario, y su placer era probar que las mujeres de aquellos con los que hacía negocios, no les serían fiel y si no conseguían la lealtad de sus mujeres menos la de sus empleados. Estaba interesante el reto y acepte.

Lo malo era que nuestro noviazgo debía ser ante todos. Me gustaba un chico pero era mujeriego, así que no le vi ningún inconveniente. Ofreció pagarme y lo único que le pedí, fue que para las ocasiones donde tuviera que estar muy elegante, él pagara la ropa y la arreglada. Acepto y además me dijo que mi presentación a la sociedad sería el sábado siguiente, me pareció apresurado, pero no había más remedio. El sábado tenía clase en la tarde, pero me volé temprano y ya estaba el turno en el salón de belleza. Me arreglaron y quede muy linda, y más con el vestido que me había comprado.

Fuimos a la fiesta, las viejas me miraban como poca cosa, me presento a los papás y en ese momento entendí porque era tan engreído; sus abuelos y en especial el abuelo era relindo, me hicieron sentar en su mesa y hablamos de miles de cosas, bueno hasta que Alonso ( así se llamaba el chico por si no lo había mencionado), me dijo que fuéramos a la mesa de sus amigos, me saco a bailar un tonto que ya estaba ebrio, y el vio que estaba muy incómoda y fue y me rescato. Bailamos y era como si de verdad nos quisiéramos mucho, era todo lindo, y en eso se apareció Roberto que era el señor del negocio. Alonso me presentó y él quedo encantado, al igual que yo, era un tipo divino y súper caballeroso, me saco a bailar y era estupendo, me decía cosas muy lindas, pero yo estaba muy seria aunque por dentro me moría por estar con semejante partido.

Alonso me miraba y como que presentía que elegirme fue un error. Roberto me preguntó por nuestro noviazgo le dije que llevábamos saliendo como dos meses y de novios casi un mes. Estaba como sorprendido, me dijo que como la pasaba, le dije que Alonso me trataba muy bien, que estaba cuando yo lo necesitaba y que además era muy persistente y conseguía lo que quería y por eso había aceptado ser su novia y que había sido la mejor elección. Me dijo que envidiaba tener a una mujer como yo, que ninguna había estado tan segura de algo, como me veía a mí, a pesar del poco tiempo que llevábamos. Se acabó el baile y me pregunto que si quería ir a otro lado, le dije que gracias, pero que mi permiso terminaba a las 2 a.m. y entonces ya era hora de partir. Se ofreció acompañar a Alonso a dejarme. La despedida en mi casa fue muy romántica. Tocaba.

Alonso me contó que Roberto nos había invitado a almorzar y que para el siguiente fin de semana, iríamos a Cali a un seminario y que también iría mi hermano y mi prima. Fuimos a almorzar la pasamos rico Roberto es un excelente anfitrión muy divertido, Alonso me dejo un rato con él a solas y con cada cosa que yo le decía era como si más le interesara tenerme. Al día siguiente tenía turno y fue y me llevo a comer, llevo a un hospitalario (un médico) para que me reemplace y hablo con el residente para que no hubiera problema. Nos demoramos como una hora, al llegar todo el trabajo ya estaba realizado. Al rato llego Alonso a llevarme comida, le conté lo de Roberto y me dijo que estaba muy preocupado, que con ninguna otra chica él había sido tan detallista y tan preocupado.

El fin de semana siguiente, nos fuimos a Cali, Roberto llevaba una amiga, pero hizo que me fuera con él y a Alonso que llevara a los demás, hablamos de todo, es un tipo muy culto e interesante, llegamos a su casa que era una mansión, nos dividió en los cuartos uno para niñas y otro para niños, la pase súper esos días, nos llevó a los mejores sitios, nos dio tarjetas de crédito a cada uno para que compráramos lo que quisiéramos. Fuimos a rumbear, a pasear, increíble.

Al regresar, pensé que esa era la prueba final, cuan equivocada estaba, desde que llegamos no hizo otra cosa que invitarme, llevarme regalos, no me dejaba en paz ni un segundo, Alonso no podía decirle nada, porque no habían concretado lo del contrato. Me encontraba un poco intranquila, no sabía cuánto tiempo iba durar toda esa pantomima. Y recurrí al truco más viejo conocido por las mujeres, le presente a mi mejor amiga.

De ahí en adelante, a donde iba, ella salía conmigo, esos eran tal para cual, pero Roberto estaba obsesionado por tenerme, y retrasaba lo del negocio lo más que podía. Alonso, estaba cansado, y termino por decirme, que le parecía injusto, que yo no le hiciera caso a ese señor, que con él no me iba a faltar nada, yo le dije, que no lo amaba y que el dinero era lo de menos. En esos días la pase muy bien, Alonso se portó muy bien, cariñoso y especial, aun cuando estábamos solos, Roberto me llenaba de halagos y regalos.

No los voy a fastidiar con más detalles, pasaré a contarles lo que sucedió esa noche, vaya noche. Alonso, estaba cansado de la actitud de Roberto, de sus coqueteos e insinuaciones, yo diría que parecía que estuviese celoso, eso era lo que más deseaba, porque durante los meses que duro el engaño, aprendí a quererlo y a necesitarlo y me daba miedo, el ya no tenerlo más.

Bueno lamento desviarme, pero es que son tantas emociones, la noche en cuestión Roberto nos invitó a salir a Alonso, Tata (mi mejor amiga) y a mí. La pasamos muy rico, hasta que Roberto se me declaro y me puso en una situación muy difícil, a mí no me parecía correcto, le dije que él era amigo de Alonso y que no valía la pena perder un negocio y menos una amistad, por algo que yo sabía era un capricho y sin más me fui de aquel sitio sin siquiera despedirme.

Roberto  salió detrás pero yo ya había parado un carro, pero no le basto esto y llego a mi casa. Al rato llego Alonso muy enfadado, él pensaba que yo lo había dejado tirado por irme con Roberto, estaba como loco, me dijo unas cosas horribles, Roberto me defendió, pero él no entendía y me dijo que terminábamos, y además que ya no le importaba si se realizaba el negocio o no. Y se fue.

Tata que presencio todo y que sabía de mis sentimientos hacia Alonso, cogió a Roberto por la mano, lo abrazo y lo beso, y le dijo que yo solo era un capricho para él, que aceptara sus verdaderos intereses y caprichos, y que no me lastimara más. Roberto reacciono de inmediato y comprendió que tenía muchas cosas en común con Tata y que esta tenía toda la razón, ahora el problema era encontrar a Alonso.

Fuimos a un sitio, que él frecuentaba cuando estaba con problemas, según lo que me dijo su abuelo. Ahí estaba, al verlo corrí y lo abrace, me dijo que era un tonto, que lo disculpara, pero que ya se había hecho a la idea, de estar conmigo, y que a pesar de que solo nos unía un acuerdo, en este tiempo juntos, le agradaba tanto mi compañía que no sabría cómo seguir soportando su existencia sin mi compañía. Le dije que lo mismo me ocurría, no podía de la felicidad, me cargo, me abrazo y me beso con tanta pasión que guau, sin palabras, ustedes entienden y si no lastima, no saben lo que es.

Nuestro final aún no se ha decidido, por ahora somos dos felices parejas, Roberto y Tata; y por supuesto Alonso y yo. Hasta cuando, nadie lo sabe solo en mis sueños. Fin.


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⏰ Última actualización: Jan 25, 2021 ⏰

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