Una semana más

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Es corto, pero es lo que hay :S

Tras el siguiente puñetazo James sintió el sabor metálico de la sangre inundando su boca y su mirada se distorsionó unos segundos. << ¡Lucha!>> Movido por una fuerza de voluntad que no era la suya alzó el brazo derecho para poder desviar el siguiente puñetazo, bloqueándolo con el antebrazo. Luego, aprovechando el hueco desprotegido que había dejado su oponente, impulsó su puño izquierdo contra la barbilla del muchacho en un golpe ascendente. Se produjo el choque hueso con hueso. El castaño pudo sentir su muñeca quejándose de la postura forzada para dar el golpe. Un intenso dolor recorrió su brazo, propagándose como un latigazo, pero al menos hizo efecto, el muchacho de pelo cobrizo cayó desplomado al lado de James, respirando con fuerza debido a la falta de aire.

James aprovechó el momento, ignorando el dolor en su mano hizo esfuerzos por levantarse. Con la manga roída de su camisa se limpió los restos de sangre y comprobó aliviado que sólo se trataba de un corte interno en la mejilla. Podía continuar.

El soldado volvió a mirar a su oponente, aquel golpe con suerte habría bastado para dejarlo inconsciente, igual que había hecho con el amigo de Andrés, pero parecía que la suerte no le sonreiría aquella noche ya que el chico se removió en el suelo, intentando enderezarse.

James dejó escapar el aire de golpe, intentando relajarse. Tenía que acabar con eso pronto y de repente volvía a sentir que no podía permitirse perder. "Lucha"

Esperó a que el muchacho se consiguiese levantar, incapaz de atacar a alguien mientras estuviese distraído y vulnerable. Cuando por fin el chico de pelo cobrizo consiguió sostenerse en pie ambos se observaron sin hacer nada, envueltos en el calor de las antorchas y los gritos de los espectadores. A pesar de que el que había recibido todos aquellos puñetazos había sido James, el otro muchacho parecía más agotado y demacrado. Respiraba entrecortadamente y le costaba mantener el equilibrio: la pelea no duraría mucho más. De nuevo el soldado sintió remordimientos por haber metido a aquel chico en ese lío. "Prometo que conseguiré acabar con todo esto rápido para poder sacarte de la casa roja"

De nuevo fue el de pelo cobrizo quien inició el ataque, abalanzándose a por James. Este tuvo que dar un salto hacia atrás y chocarse con la malla de metal para poder evitar el puñetazo, pero aquella evasiva consiguió hacer que el contrincante trastabillase y perdiese el equilibrio.

El soldado no perdió más tiempo, con el impulso de todo su cuerpo pateó con fuerza el estómago del chico, este instintivamente se dobló a causa del dolor, dejando al descubierto la parte de atrás de su cabeza. No dudo, sintiendo sus tripas retorcerse por verse obligado a luchar de esa manera el soldado soltó un codazo con todas sus fuerzas contra la nuca del muchacho, haciéndole caer al suelo de una sola vez.

Se hizo un silencio en la sala, todo el mundo atento a una posible reacción por parte del de pelo cobrizo, pero la reacción no llegó. Los oídos de James zumbaron con el estruendo de gritos y maldiciones que inundaron la sala. Los ojos del chico se movieron solos a través de la sala, en busca de Christian, pero no vio al pelinegro donde, minutos antes, le había suplicado que luchase. Una sensación de agobio embargó al de ojos verdes, que intentó buscar su rostro entre las caras desconocidas. "¿Dónde está?"

En aquel momento la puerta de metal que separaba a los dos combatientes del público se abrió, y Axel entró en el ring con los brazos abiertos y una sonrisa tan escalofriante como su mirada.

Detrás suyo entró Nico y James no pudo evitar suspirar tranquilo al ver que la tercera persona en entrar era Christian. Este se acercó a él sin mostrar ningún tipo de emoción en el rostro y James se forzó a sí mismo a no mirarle mientras lo hacía, consciente de que Axel seguía ahí.

Sin rumbo (BL) (Rumbo a la guillotina 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora