Capítulo 1

11 0 0
                                    

Narra Wonder:

Muchas veces creemos que ser adolescentes es fácil, que es la mejor edad, que somos locos, que pensamos poco y que no tenemos sentimientos.

Ser jóven no es nada fácil y mucho menos cuando tú juventud está dedicada al servicio voluntario a Dios.

En este momento de nuestras vidas es un tiempo donde tenemos que dejar las cosas de niños y adaptarnos a las cosas de adultos.

Para muchas personas, que acostumbran ver la vida de los demás desde afuera, la vida de los adolescentes es fácil de manejar. Quizá tienen razón, porque cuando eres jóven somos fáciles de manipular o al menos eso creen.

Narra Tobías:

-¡No creo que sea así Tomas!- exclamé confundido - no creo que el pastor viva en la Iglesia, si fuera así ¿donde duerme?-

- Tobías mis padres son pastores y te digo que ellos casi ni están en casa, imagínate que vivo con mi hermana y con su institutriz.
Cuando llego de la escuela en mi casa no hay nadie, mi hermana tiene clases de piano y Marie, la institutriz, está en su descanso.- me respondió con cara de decepción. - Yo siempre soy ignorado por mi familia. Solo espero que tú no seas igual a ellos.-

- Tú eres como mi hermano Tomy, nos conocemos de pequeños, tu padre es el mejor amigo de mi padre y tu madre la mejor amiga de mi madre; por más que quisiera no podría dejarte jamás.- le dije golpeando suavemente su hombro.

Derrepente el sonido de la televisión inundó el silencio - Una jóven de 14 años se murió al ser arrojada de las escaleras de su escuela.
Sospechan de sus compañeras.-

- Las noticias suelen ser muy deprimentes ¿no crees?- me preguntó mi pequeño amigo.

- Si. Jamás nos van a dar noticias de alegría.- le respondí echándole​ una mirada al suelo.

- ¿Ya preparaste la reflexión para el grupo de hoy?. Recuerda que Ben te ha invitado a dar una reflexión para la reunión de jóvenes de hoy a la tarde.- me dijo preocupado.

- Claro que sí querido hermano, la preparé en estos días, lo más bueno es que tuve que ser probado y ya sabes, ¡Yo soy genial!...- le dije presumiendo mi potencial.

- La próxima pregúntale a Dios si te puede ayudar a quitar a ese espíritu ególatra que tienes por dentro Tobías.- me dijo soltando una sonrisa.

Me levanté del sofá y fuí a preparar el regulador del agua para poder bañarme.

Narra Tomas:

Mi mejor amigo a veces podía comportarse como un verdadero tonto, pero todos los adolescentes en algún momento nos comportamos así.
Mientras Tobías se bañaba, yo me puse a leer La Biblia para reflexionar y hacer mis estudios bíblicos diarios.

Luego de un rato me había profundizado en La Palabra y en las historias de Jesús; en eso suena el tono de un Whatsapp en mi teléfono.

Steffany: Tomas, mamá quiere que hoy cantes en la Iglesia, necesita que llegues más temprano para que te dé una guía en las canciones que quiere que cantes.

Tomas: Steffany, dile a mamá que a las 16:30 llego a la Iglesia. Por favor. √√

Steffany: No soy una paloma mensajera para andar llevando recaditos de aquí para allá, llámala y dicelo tú mismo. Adiós.

Arrojé mi celular contra el sofá con impotencia. A veces mi hermana puede comportarse como una total desconocida. Ella siempre tuvo un desconocido rencor conmigo, pero yo nunca le daba importancia a sus maltratos.

Tomé mi celular y marqué el número de mi madre para llamarla, pero por una extraña razón no respondió mi llamada.

- Tomas, ¿que camisa me queda mejor? ¿La azúl o la negra a rayas?- me preguntó Tobías confundido.

- Para mi gusto, la camisa azul.- le respondí determinadamente.

- Entonces me pondré la negra a rayas.- me respondió.

- Tobías, eres peor que una mujer.- le dije enojado, cruzando mis brazos.

Y mientras regañaba a mi amigo mi teléfono comenzó a sonar. Era una llamada de mi madre.

- Ahora sigo regañandote pequeño mocoso.- le dije riendo.

Tomé mi celular y contesté la llamada.

- ¿Hijo?- La voz de mi madre me traía tanta calma.

- Si mami, dime.- le dije

- Necesito que vengan tú y Tobías, quiero que cantes porque Linsey no va a poder llegar a tiempo para cantar.- me dijo. Se notaba que estaba muy preocupada.

- Si mami, me baño y vamos para allá. No te preocupes.

- Está bien mi amor, te espero. Te amo.

- Adiós mamá.- le respondí.

Colgué el teléfono y me decidí ir a la cocina por un jugo de naranja, esperando a que Tobías se termine de cambiar, porque como siempre, mi mejor amigo siempre tarda mil años en cambiarse.

- ¡¡¡Ya terminé!!!- gritó Tobías desde el baño.

- Pues... ¡Entonces ven!...

- Que guapo que me veo. Mirá Tomas, puedo enamorar a cualquiera con este atuendo.- me dijo dándome una pequeña y suave bofetada en la mejilla.

- Tobías... Eres el niño más ególatra de los Estados Unidos o al menos de California.- le dije enojado. - Me iré a bañar antes de que se haga tarde. A las 15:30 salimos para La Iglesia, ¿ok?

- Está bien... pero eso si...- me miró de arriba a bajo y lanzó una sonrisa de burla hacia el suelo. -Quítate esa mugre de encima.-

- Cállate y déjame en paz. Además, yo tengo novia, ¿y tú? no tienes a quien abrazar.

- Pues no preciso de nadie para ser feliz y hermoso... Ya vete a bañar o llegaremos tarde bebaso.

Mi mejor amigo era muy creído y pensaba que porque yo era tres meses menor que él yo era un "bebaso".










Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Destinos [No mires atrás]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora