Cuando terminé de vestirme, peinarme y maquillarme, salí del baño. (Ropa en multimedia)
Matt ya no estaba en mi habitación.
Sonreí al ver su remera sobre mi cama y la tomé entre mis manos. La acerqué un poco a mi rostro. Olía tan rico. Olía a él.
Deje la remera sobre una silla cerca del balcón para que se seque y caminé hacia la puerta de mi habitación, cerrandola detrás de mi.
Caminé y baje las escaleras hasta llegar al living, donde veo a Matt y a Dylan desayunando unos ricos brownies y café mientras charlaban animadamente.
Ambos dirigieron su mirada a mi y Matt me sonrió travieso. Idiota.
Fui hacia Dylan y le di un beso en la mejilla a lo que él sonrió.
-Qué, ¿para mi no hay beso?.-dijo Matt haciéndose el ofendido.
-Creo que ya tuviste muchos besos hoy, además de otra cosa, ¿no lo crees Matt?.-dijo una voz detrás mío.
Giré mi cuerpo y observe como Ali llevaba una bandeja con nuestro desayuno hacia la mesa de centro.
Oigo una sonora carcajada de Matt y siento ganas de lanzarle el florero que tengo a unos metros. Y lo haría a no ser que el hermoso florero no fuera de Japón.
Simplemente rodé los ojos y caminé hasta llegar al lado de Ali. Me senté en el sillón y tomé un trozo del riquísimo brownie.
-¿Y cómo estuvo?.- dijo Dylan a Matt en un susurro pero logré oírlo.
Le lancé el pedazo de brownie que tenía en la mano y todos me miraron.
-Te escuché.-le dije a Dylan sin mirarlo, mientras tomaba otro brownie.-Espero no tener que desperdiciar otra de estas ricuras por tus preguntas estúpidas.
Todos se quedaron en silencio y comieron sus desayunos.
Una vez que termine el mío tomé mi mochila y miré a Ali. Ella se levantó del sillón junto a mi y ambas fuimos hacia la puerta de entrada.
Salimos y pude observar mi hermoso auto estacionado afuera. No me había dado cuenta que ya lo habían traído del taller. Pero mejor así
Sonreí y ambas nos separamos. Ali fue a su auto y yo al mío.
Sin esperar a los chicos, ambas conducimos hacia la escuela
Odio volver aquí después de un largo fin de semana. Odio.
Cuando llegamos estacionamos nuestros autos y bajamos. Caminamos juntas hacia la entrada de la escuela y pude divisar a Mandy que también había llegado.
-Mandy.-dije mientras me acercaba a ella.
-Hey, ¿todo bien?.-dijo ella sonriente mientras nos saludabamos con un pequeño abrazo.
Hizo lo mismo con Ali pero a ésta le costaba un poco aceptar lo que estaba sucediendo en este momento.
-Hoy te vas, ¿no?.-dije mientras las tres comenzabamos a caminar hacia nuestro casillero.
-Si.-dijo seria.-mi padre está hablando con la directora, para la transferencia y todo eso.-dijo restandole importancia.
La notaba bastante triste.
-Bueno ehm... sabes que puedes enviarme mensajes y hacerme llamadas.-dije y ella me miró sorprendida al igual que Ali.
-¿En serio?.-dijo Mandy mientras abría su casillero
-Si, después de todo ya no tenemos problemas entre nosotras.-ella saco unos libros de su casillero y luego me miró sonriente
-Muchas gracias, me alegra saber que estaré en contacto con alguien de aquí .
Cerró su casillero y justo cuando íbamos a caminar hacia el de Ali y el mío, nos encontramos a su padre
Éste nos mira sonriente y le da un gran abrazo a Mandy. Dirige su mirada a mi.
-Tiffany, que gusto verte.-dice mientras me saluda con un pequeño abrazo.
-El gusto es mío Brad.-me sonríe y saluda también a Ali.
-Puedes ir a visitarnos algún día eh.-me dice y yo asiento. Dirige su mirada a Mandy.- Cariño, el vuelo se adelantó unas horas. Vendré por ti en dos horas, mientras iré a casa a buscar nuestras maletas, ¿bien?.-ella asiente y el señor Harrison se despide de nosotras.
Las clases transcurrieron normalmente. No hubo rastros de Carol y Brenda, lo que alivió a Mandy.
Su padre fue a buscarla y nos despedimos de ella. Y luego las clases continuaron.Estábamos en la cafetería con Ali. Todavía no había rastros de los chicos y nos parecía bastante raro
Decidí llamar a Matt para ver donde estaban.
Luego de tres tonos escucho su voz
-Hola pequeña.- sonrío ante eso
-Hey, ¿donde están?.-tomo un poco de mi vaso que tenía jugo de naranja.
-Estamos yendo a la cafetería. Recién salimos de clases, ¿nos vemos ahí?.
-Si, ya estamos aquí.- dije y escuché su risa.
-Hoy te ves linda.-me dijo y miré hacia la entrada de la cafetería.
Estaba allí con Dylan y ambos venían hacia nosotros.
Le sonreí y corte la llamada. Me devolvió la sonrisa y se sentó a mi lado
Comimos mientras charlabamos animadamente. Luego se nos unieron Taylor y Connor.
Estaba sumida en mis pensamientos, hasta que siento mi celular vibrar.
Observo la pantalla y era un mensaje de mi tía Karen.
Lo leí y mi cara se transformó completamente.
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Los Amigos No Se Besan
Novela JuvenilSoy Tiffany Duff, 17 años. Extrovertida, simpatica, amante de los libros, tengo un hermano mellizo y.. Bueno, más adelante me van a seguir conociendo. Luego de vivir varios años en Texas, me mudo a California, mi hogar. Alli hay reencuentros, recuer...