Las cosas empeoran

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Después de un rato de volar en su caballo, Hugo regreso a la casa, no estaba tranquilo por completo pero pensó que quizás había interpretado mal las cosas.

Entro a la mansión y trato a Sofía cómo solía hacerlo estos últimos meses, Scarlett nisiquiera se encontraba cerca y esto hizo que el chico se extrañará.

Indigo al ver que las cosas en la mansión estaban muy tranquilas comenzó a apretar los puños, quizás el efecto de las posiones había desaparecido.

Tomó el plato de Hugo y añadió una gran cantidad de hierva al platillo y a su taza de té le revolvió una gran dosis de la posión de amor.

Para la noche el duque se encontraba muy intranquilo tanto que decidió salir a tomar aire fresco al jardín, Clover y Mía se encontraban jugando en los alrededores cuando notaron un olor muy peculiar viniendo del chico era una combinación de menta con rosas, los animales pensaron que quizás había comprado un perfume nuevo.

El chico siguió caminando hasta llegar a la orilla de un pequeño estanque que se encontraba en la parte trasera de la mansión, podía ver su reflejo en esas aguas cristalinas, las aguas comenzaron a mostrarle recuerdos de su vida, los más preciados para el, como cuando conoció a Sofía, su primer beso con ella e incluso cuando nacieron sus hijos. Los recuerdos se desvanecieron, el agua se tornó turbia y apareció Indigo reflejada, el duque al voltear su cara noto que la bruja estaba detrás de el mirándolo fijamente.

~ Indigo me asustaste, ¿Que haces afuera a estas horas de la noche?

~Solo quería admirarte mientras estabas distraído. Indigo comenzó a acercarse lentamente a el hasta que sus respiraciones casi se tocaban.

Hugo dió un paso atrás, estaba muy nervioso, seguro habría accedido a los coqueteos de esa chica si no hubiera visto su pasado reflejado en el estanque .

~ Creo que ya es muy tarde, mejor me iré a dormir. El chico salió corriendo de allí, su corazón latía con fuerza, nisiquiera sabía lo que le estaba pasando.

Indigo solo cruzo los brazos y se dispuso a buscar el libro de hechizos nuevamente, solo que esta vez lo llevo a su cuarto y lo escondió debajo de su cama.
La bruja busco otra posión que permitiera que el chico se enamorara de ella locamente.
La posión contenía la rosa del amor revuelta con cereza del jardín encantado de Zumaria.
Esa misma noche salió esperando que nadie la viera, después de el incidente con la reina de Corintia debía ser más precavida pues alguien podría reconocerla y eso no le sería de mucha utilidad.
La bruja salió silenciosamente de su habitación y camino de puntitas hacia la puerta, Scarlett se encontraba rondando los pasillos cuando vio a Indigo saliendo de la mansión.
La niña solo se llevó la mano a la barbilla, no era lógico que Indigo saliera a esas horas, seguro planeaba algo.
La siguió hasta que vio que emprendió el viaje en su escoba y la neblina que había esa noche hizo que se perdiera entre el cielo.
A Scarlett no le quedó una buena sensación sobre esa mujer.

Al día siguiente Sofía se despertó muy temprano, busco su mejor vestido, pinto su cara y arreglo su cabello, esa misma tarde vería a su amigo George y quería lucir bien para recibirlo.
Hugo aún se encontraba dormido así que Sofía salió de la habitación casi sin hacer ruido, sabía que el chico había estado muy irritado esos últimos meses y si la veía antes de irse no la dejaría encontrarse con George.

Subió a su carruaje y llego al centro del pueblo, allí se encontraba ya su amigo esperándola con un ramo de flores.
Sofía al verlo corrió a envolverlo en un abrazo mientras le daba un beso en la mejilla.

~ Mírate Sofía, ¡Estás más bella que nunca!.

~ Tu tambien estas muy guapo George, te extrañe muchísimo.

La duquesa y el chico caminaron recorriendo el gran pueblo, ella se encontraba aferrada a su brazo, después de muchos meses por fin se sentía protegida.

Cuando Hugo se despertó enseguida busco a Sofía pero no la encontró, la cólera comenzó a recorrer su cuerpo y se dirigió a su estudio para buscar la carta, quizás allí vendría escrito el lugar donde se quedarían de ver.

Mientras Hugo releía la carta sin éxito, Indigo entro dejando sobre su escritorio una taza de té.

~ Ví salir esta mañana a Sofía, se veía preciosa, su cara se encontraba tan ruborizada que era imposible esconderlo, hasta daba la impresión de ser una chica adolescente que se veriá con el amor de su vida.

Al escuchar estas palabras Hugo apretó los puños.

~ ¿Tu sabes a donde fueron?.

~ No lo se, pero tú no deberías intervenir, al fin y al cabo son amigos, amigos que alguna vez tuvieron sentimientos. Reía Indigo.

El duque quería salir de ahí y buscarlos por todo el pueblo si era necesario pero la bruja se lo impedía obstruyendo la puerta con un hechizo.

~ Vamos Hugo, disfrutemos de nuestra compañía, ahora que no hay nadie rondandonos.

El chico asomo su cabeza a la ventana para notar que Sofía se encontraba sentada en un columpio del patio, George permanecía a su lado tomando su mano, por un momento ambos se miraron a los ojos y Hugo no pudo soportarlo más.
Cuando estaba a punto de hacer a un lado a Indigo ella se acercó a él y la sintió tan cerca que los nervios comenzaron a invadir su cuerpo.

~ Yo puedo acabar con todos tus problemas si me dejas ser parte de tu vida.

El chico retrocedió un paso atrás pero quedó contra la pared.

Indigo beso sus labios de forma apasionada, al sentir los labios de la chica presionados contra los suyos, un deseo comenzó a apoderarse de su cuerpo, siguió el beso con la misma intensidad hasta que se escucho que alguien azotaba la puerta.

El duque solo logro ver que Sofía se encontraba parada en la puerta con lágrimas en los ojos, Indigo enseguida volteo a verla con una sonrisa victoriosa y siguió besandolo sin importarle la presencia de la chica.
Cuando Hugo logro safarse del agarre de Indigo camino hacia Sofía que lo veía con ojos de furia mientras trataba de esconder sus lágrimas.

Una serie de sucesos extraños ( Sofia Y Hugo) [Historia 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora