Me, Myself & I [Terminada]

Capítulo 31

-¿Aun sigues pensando que perderé?- le pregunte a Karen sonriendo
-Debo aceptar que me sorprende- dijo incredula -¿Y que es eso?- pregunto señalando la caja blanca
-No lo se- conteste sincera mientras tomaba la tapa para arriba, al ver el contenido me fue imposible no reír, eran las botas que yo había tirado ayer.
-Está loca si piensa que usarás eso- dijo segura Karen
-Yo las compre- dije y sus ojos se abrieron como plato
-Imposible
-Es verdad- reí -Ayer me dijo que no era de su tipo y las compre- le explique -Según ella aún así seguía sin agradarle y las tire a la basura- Karen negó con la cabeza
-Esa tipa esta pisoteando a Micaela Suarez- reí
-Por ahora- sonreí -Me las cobrare todas Karen.
-Ahora si quedaste linda- es hipócrita voz -¿Que vendrá después? ¿Pantalones rasgado y chaquetas de cuero negras?- soltó una carcajada
-Olvide que querías los zapatos- hice una mueca de molestia -Pero seguro que los encuentras en el basurero del segundo piso- seguí caminado sin siquiera voltear a verla, no me interesaba ponerme a discutir ahora.

Las clases pasaban rápido, me era difícil poner atención tratando de encontrar el motivo por el cual Martinez quería verme a la salida, siendo que ella no paraba de decir 'Aléjate de mi'.

Era divertido ver como todos se sorprendían ante la ausencia de mis zapatos, había sido un cambio drástico.

Finalmente el ultimo timbre del día y la 'fabulosa' profesora no se cansaba de hablar. Típico, quieres salir tempranos y a los maestros se les ocurre quedarse más tiempo. La directa cerró su boca y por fin nos dio a la salida, junte mis libros para poder ir a mi casillero y dejar los que no necesitaba para hacer las tareas.

Bajaba las escaleras de edificio cuando logre verla, estaba sentada en una de las bancas, mirando hacia el estacionamiento. Sus codos estaban recargados en sus rodillas donde estaba su chaqueta, ahora solo vestía blanca camiseta, la blanca y provocativa camiseta.
Me acerqué procurando no hacer ruido, logre mi cometido y la abrace por la espalda, se sobresalto un poco pero al lar me cuenta de que era yo no se movió.
-Aceptalo te agrado- le susurre en su oído y después bese su mejilla
-Basta- dijo poniéndose de pie, tratando de librarse de mi abrazo -Sabes bien lo que pienso de ti- rodee la banca para acercarme a ella
-Y yo quiero cambiarlo...- le dije seria -¿No te das cuenta?
-No que lo entiendo- negó con la cabeza -¿Porque conmigo? ¿Que no puedes elegir a cualquiera de todas las chicas que hay aquí?- dijo con fastidio -Por enésima vez, Aléjate de mi, buscare a otra y así las tres salimos ganando- paso su mano por el cabello
-Me agradas. Si, si puedo seguir a cualquiera de las otras chicas de aquí pero... No quiero- le respondí todas sus preguntas
-¿Porque?
-Porque cualquiera me diría que si a la primera...- reí -Y dicen que lo que fácil viene fácil se va- acomode mi bolso en mi hombro -Pero no volveré a molestarte más, como te dije hace un rato  ya fui suficientemente rechazada- hice un intento de sonrisa -Rompiste mi record Martinez- supiera -¿Era a para eso que querías verme?- que patética, yo esperaba que fuera para decirme que estaba enamorada de mi y quiere gritarlo a los cuatro vientos. Exagerada ¿No creen?
-No, no era para eso- dijo con un tono más suave -Era para..- comenzó a hablar pero luego se arrepintió -Para nada, olvidalo- saco sus llaves y tomo su mochila que aún estaba en la banca
-Vamos dime- insisti antes de que comenzará a caminar
-No- volvió a negarse
-Necesitas mi ayuda...- alargue risueña y su mirada callo hasta el piso -Dime, no le diré a nadie que me pediste ayuda- reí y puso los ojos en blanco
-¿Podrias cuidar a Flor y Mati unas horas?
-¿Que no era que no querías que se relacionen conmigo?- pregunte divertida
-Sabes olvidalo- contesto molesta y comenzó a caminar
-Hey, hey- empecé a caminar y la tomé del brazo- Compra un sentido del humor- le dije mientras volteaba hacia mi -Claro que los cuido- sonreí
-G...Gra..
-Si no lo quieres decir, no lo digas- la interrumpi por su dificultad de agradecerme
-Tengo que ir a la tienda, tengo tres días que no voy y Pablo no puede hacerlo, llegare a casa a los ocho ¿Está bien?- asentí pérdida en sus ojos marrones -Ten...me entrego las llaves de la casa
-Nos vemos en un rato entonces- se dio medie vuelta y camino hacia su motocicleta