Capítulo único:

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Leer escuchando la canción.

Él se encontraba en el mejor de los peores lados, y también tenía el par de pulmones totalmente sanos.

De ambulante por las calles intentando conseguir algo para dañarlos o quemarlos. Así se encontraba Park ChanYeol, un joven de 24 años de edad quien le había perdido el sentido a la vida hacía unos 6 meses.

Ni siquiera hasta que su pecho esté en llamas, su cabeza dejaría de tener aquellos pensamientos de lo injusta que había sido su vida un domingo del mes de octubre del 2015 donde le habían arrebatado lo único bueno que había tenido en ella.

Su felicidad fue plena en su momento, solo podía ver la sonrisa de su novio en ese entonces y su día era totalmente feliz, su piel nívea que siempre relucía con cualquier ropa, su delgadez que en su tiempo fue exquisita, sus ojos los cuales siempre tenían un brillo peculiar cuando se encontraba con él joven que en algún momento fue vivaz. Se sentía tan completo al saber que un ser tan fragmentado como él había sido capaz de dibujar una sonrisa reluciente en ese rostro aniñado.

Al entrar a aquella casa con aspecto áspero y gente desconocida con una sobredosis de drogas funestas para cualquier anatomía humana, ChanYeol se sintió fuera de lugar. Así como llevaba sintiéndose en esos eternos meses. Anduvo detrás de la chica pálida y apariencia antiestética quien se había percatado de que el joven alto venía a comprar sus productos carentes de vitalidad, luego del intercambio de los productos más dañinos en el mundo como el dinero y la metanfetamina, ChanYeol se sintió más calmado.

Una droga la cual tiene incluso un hermoso aspecto de cristales que aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar, en su caso, le hace olvidar todo lo que atormenta su tranquilidad. Luego de ello, casi como si esa casa pudiera producirle escalofríos, sale tan rápido como entra dirigiéndose a su hogar, la cual queda a unas pocas manzanas del sitio donde compro el ''calmante''.

Entra en ella deplorando el peor de los sentimientos el cual es: Soledad. Mira alrededor de los salones de su pequeña casa la cual cuando su novio estaba en ella tenía un aspecto pulcro, y en este momento solo se nota lo pringue que esta está hasta el más pequeño rincón de las paredes, así como su alma.

Caminando por ella casi como un fantasma, no pudo evitar mirar aquella cama que se encontraba en la primera habitación que compartía con el menor, ya que la otra estaba repleta de cuadros y dibujos que alguna vez pertenecieron al chico inexpresivo, quien solo parecía tener sonrisas para su pareja. Recordando escenas como su fueran flashes apareciendo en sus oscuros ojos, como si pudiera revivir esos momentos antes de tomar su calmante, siempre que venían los recuerdos, la soledad era más vehemente, teniendo que recurrir a su cristal olvidadizo.



FLASH BACK:



- SeHun, cariño - ChanYeol se dirigió hasta su novio quien estaba cocinando para ambos en la pequeña casa que habían comprado con tanto esfuerzo tanto del castaño, como el pelinegro que ahora se encontraba revolviendo los alimentos - He terminado de guardar todo, al fin hemos terminado esta mudanza - Los ojos de ChanYeol vagaron hasta su pareja, viendo toda su hermosa espalda ya que este no le miraba.

- La cena estará lista en unos 5 minutos, amor - La voz grave del menor, con quien tenía un par de años de relación resonó haciéndolo sentir feliz

Se conocieron en la universidad, SeHun estudiaba artes y ChanYeol música. A veces en recesos tanto los amigos del mayor como los del menor los unieron presentándolos con intenciones de volverlos amigos, lo cual funcionó. Luego de unos meses ChanYeol y SeHun se volvieron tan unidos que este primero siempre pasaba buscando al otro para llegar juntos a estudiar en la universidad que estaba en el centro de Seoul.

Lungs - ChanHunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora