Fin de semana, podría servir para descansar pero en el internado se encargaban de que no hicieramos nada más que tareas, o bueno es lo que parece, los maestros exageran algunas veces, pero siendo el internado una institución con un nivel académico muy alto no esperaba otra cosa, y la gente pensaría que todos sus estudiantes son los mejores, pero eso no es verdad ya que de hecho la mayoría son estudiantes que expulsaron de otras escuelas, y al no quedarles otra opción tuvieron que entrar en el internado, mi caso es el mismo. Nunca fui la mejor en la escuela, no me expulsaron por eso si no por pelear, por defenderme, y ahora que lo pienso me he vuelto la mejor de la clase, ni siquiera sé cómo, suelo ser muy distraída y no considero que mis trabajos sean lo mejor, de cualquier manera me beneficia, mis padres parece que se están comportando mejor conmigo; no han venido a preguntar por mí, cosa que siempre hacen para asegurarse de que me este "comportando".
Me fui del tema, quería decir que aunque fuera fin de semana teníamos muchísima tarea, y sinceramente no tenía ganas de hacerla, pero claro no podían tener más quejas de mí así que empecé con Literatura, tarde 3 horas en terminarla; había despertado a las 9 y para las 12 finalmente tuve todo acabado, pero solo de Literatura, aún me faltaban las demás clases, antes de seguir con la tarea fuí a comer, me moría de hambre ya que no había desayunado nada.
Por suerte encontré a Alex comiendo solo, tenía que hacer una exposición para Historia con el así que me acerque.
-Hola Alex, ¿te molesta si me siento?- pregunté, él rápidamente me indico que me sentara.
-¿Qué pasa Natalie?, hace tiempo que no me hablabas.
-No exageres Alex, ayer fue la última vez que te vi.
-Pero ya me parecía una eternidad, te extrañaba-, no conteste nada, Alex solo estaba jugando así que decidí ignorarlo y cambiar de tema.
-Solo quería saber ¿cuándo haremos la exposición?
-Mañana no puedo, tengo competencia de Natación, ¿qué te parece si la hacemos después de haber comido?
-Claro, de todas maneras solo tenía planeado hacer tareas hoy-. Me levante y agregue rápidamente,- ya vuelvo, voy por algo para comer.
El solo asintió, busque una charola y me dirigí con las cocineras, yo nunca les había agradado y cada vez que me acercaba no podían ocultar sus malas caras.
***
Alex y yo encima de la cama gritando... y saltando por miedo a una cucaracha.
La escena actual en la habitación era muy graciosa, o eso supuse por la carcajada que soltó Adam al entrar a la habitación, él me estaba buscando y escucho nuestros gritos así que entro rápidamente pensando que algo malo ocurría, vaya sorpresa se llevó al ver porque gritábamos. El permaneció riendo un rato hasta que de repente la cucaracha abrió sus alas para volar, eso nos aterro a todos, Adam se unió a nosotros en la cama mientras volvíamos a gritar, no creo que gritáramos algo entendible, porque nos moríamos de miedo. Después de un rato, decidimos terminar con la situación, ya que la cucaracha parecía que no quería irse, les propuse que abriéramos la ventana e hiciéramos que saliera por ella.
-Tres,- empecé a contar lentamente- dos, uno-. Rápidamente Alex abrió la ventana, yo tome una sábana y obligue a la cucaracha a salir, Adam cerro la ventana muy fuerte en cuanto a cucaracha salió, el quedo en su lugar como si no creyera lo que había pasado, salió de la habitación no sin antes decir:
-Te veo mañana en mi habitación a las 10-, su voz temblaba un poco.
Alex y yo miramos por la ventana, la cucaracha seguía ahí, al parecer molesta por haberla sacado de la habitación. Decidí llamarla "Toska", que en ruso se refiere a algo así como "la sensación de una enorme angustia", o algo así me explico Alex que significaba la palabra, y es que la verdad sí que Toska nos había traído mucha angustia, Alex estuvo observando a Toska pero al ver que no se iba decidió cerrar las cortinas, aun así en la habitación había una sensación rara como si la cucaracha aun nos siguiera mirando por detrás de las cortinas.
Seguimos trabajando normalmente con la exposición después de eso, y cuando la cucaracha se marchó abrimos las cortinas, al ser menos tenso el ambiente; ya que Toska se había marchado, y terminamos la exposición, comenzamos a charlas, como siempre de teorías sobre nuestros libros favoritos, y riéndonos de la situación imaginamos que hubieran hecho nuestros personajes favoritos si les pasara lo mismo con una cucaracha, cuando llego el turno del profesor Snape, no pudimos parar de reí, el profesor tan serio y si le tuviera miedo a la cucarachas simplemente era divertido.
***
-¿Puedo pasar?-,pregunte mientras tocaba la puerta de la habitación de Adam.
-Pasa- dijo el, abrí la puerta y lo encontré con mi regalo en las manos, al parecer acababa de desenvolverlo,- ¿Cuándo hiciste esto?
-Un mago nunca revela sus secretos.
El me abrazo agradeciéndomelo, le desee un feliz cumpleaños y empecé a cantar para él.
-Finalmente tienes 16 años, ¿dime que se siente ser más viejo?
-No lo sé, tu dime.
-Solo dejo que me ganes por ser tu cumpleaños, pero la próxima vez te contestare.
-Si claro-, dijo el riendo.
Tomo su regalo y lo guardo en su escritorio, -Vámonos que si no se nos hará tarde, por cierto ¿A dónde iremos a comer?
-Bueno, me contaron que a un muchacho muy feo que cumple años hoy le gustan las hamburguesas.
-¡Oye!-, empezó a replicar, pero lo interrumpí rápidamente.
-Y bueno también a ti te gustan mucho las hamburguesas-, reí ya que lo había engañado.
Salimos de la habitación y fuimos al pueblo, recientemente habían abierto una franquicia de comida rápida, nunca antes habíamos ido al sitio. Mientras comíamos note una mirada extraña de Adam, -¿Qué tanto miras?, ya sé que soy hermosa pero me desgastas con verme tanto.- dije jugando.
-Bueno es que estaba pensando que tu belleza es de otro planeta...
-Que tierno, muchas gracias.
-Si es que creo que en nuestro planeta no hay algo como tú, tienes una belleza abstracta que solo en otro plantea los marcianos te aceptarían.
Le di un golpe mientras el se soltaba riendo,- No golpees al cumpleañero por favor.- fingió que le había dolido mucho.
Después de haber comido fuimos a los videojuegos a pasar el resto del día ahí, hasta que fueron las 8 y nos tuvimos que marchar ya que debíamos regresar al internado.
Los días en el internado pasaron entre charlas largas, tareas y cucarachas voladoras.
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Limonada, otra historia de amor.
Teen FictionDespués de haber pasado por todos los institutos posibles, Natalie llegó finalmente al Internado Corbriz donde su vida se convirtió en una limonada sin sabor. Pero con todas las nuevas personas llegando a su vida, la limonada ¿se volverá más dulce o...