Como todos el titulo no le he pensado, es algo muy curioso, solo me siento y deseo escribir, no tengo la menor idea de que, tal vez algún sueño, o algo que quiero que ocurra o mi percepción de algo que paso, o quizá algo que me contaron, el problema es que no sé cómo, entonces simplemente lo empezare.
Tengo una amiga, y le conté que tenía un cóctel muy importante la siguiente semana y necesitaba lucir bien, había invitado a alguien que me interesaba, pero como para variar, él tan solo era amable conmigo pero nada más. Bueno mi amiga me recomendó una "boutique", me dijo que era económico y tenían trajes exclusivos, pero se me hizo raro que me advirtiera que no dijera que ella me lo había recomendado, ya que eran muy raros con eso de la publicidad, la verdad no le puse atención a esta recomendación, me pareció muy tonta; que equivocada estaba y como todo inicio por no tener en cuenta lo que ella me dijo. Esto fue lo que ocurrió.
Como es de esperarse fui a la dichosa "boutique, debería ser llamada almacén, pero bueno, digámosle boutique, era extraña en todo sentido, era una casona vieja, ubicada en el lado norte de la ciudad, no tenía ninguna señal externa, solo en la puerta que era de vidrio, un letrero que decía "open"- "abierto"- "boutique".
Al entrar en ese momento descubrí porque la llamaban así, el sitio era de verdad increíble, me atendió un muchacho muy lindo que lo llamaremos Arturo, muy amable, al presentarse me dijo su apellido, que era estudiante de derecho y trabajaba por horas en la boutique, poco le falto para darme el número de la cédula y su cuenta bancaria, me dijo que eran reglas de presentación, me pareció muy divertido, le conté que necesitaba un vestido para un cóctel que fuera bonito pero no muy llamativo, parecía entenderme y me enseño trajes muy lindos, pero eran a mi parecer muy comunes, quería, necesitaba resaltar, le pregunte si tenía diseños exclusivos, y me dijo, que todo en la tienda era único. Arturo me pregunto que porque tenía tanta curiosidad. Estos son pocos de los muchos momentos en los que una decisión te lleva por un camino que no te imaginabas.
Me voy a salir un momento del relato para contarles porque necesitaba estar muy linda, durante siete años salí con un estúpido, la verdad no sé porque me tenía hipnotizada. Unas amigas que no veía en años me invitaron a un paseo, nos fuimos a la costa, estaba muy triste porque mi relación oficial no funcionaba, ni dos que eran no oficiales, si me entienden.
Una noche me aleje del grupo, no estaba interesada en la rumba, así que fui a dar una vuelta a la playa, allá me encontré con una señora muy agradable y anciana, me llamo y le hice compañía, le pregunte que hacía y me contó que eran tributos para Yemayá, la diosa del mar, hablo sobre historias de amor que terminaron bien gracias a los favores de la diosa, y muchas otras cosas; hablamos de la playa, me dijo de lugares para que visitara, le agradecí, y me despedí. Al día siguiente fuimos con mis amigas a aquellos sitios y eran realmente increíbles, todas empezaron a hablar de luna de miel, de escaparse con los novios y demás.
Lo extraño era que por más que intente no me vi con ninguno de los tres en ese lugar, al fin transcurrió el viaje, al llegar puse mi vida en orden y termine con mis anteriores relaciones, los no oficiales lo tomaron bien, igual solo era un juego. Lo difícil era mi ahora ex. Al principio pensó que era un juego y no me creyó, para él era una de las tantas veces que terminamos para volver a los dos o tres días. Pero los días pasaban y yo no cambiaba de decisión, un día me lo encontré en una reunión de amigos, estaba un poco tomado y se tornó muy violento, realmente me asusto, pero esto me ayudo para no querer volver con él, al darme cuenta que no lo conocía a pesar de haber compartido tanto.
Al principio fue difícil pero mi resolución era estar sola, aproveche que mi jefe me quería trasladar a la oficina principal para dejar todo atrás y comenzar de nuevo, empaque y me fui para Bogotá, alquile un apartamento con una amiga de estudios, y todo iba muy bien. En una reunión una amiga me presento a su primo, era un espectáculo para la vista, alto, delgado, con grandes brazos, ojos café oscuro, que al mirarlos te perdías en ellos, cabello negro bien peinado, eran tan, no sé cómo decirlo, porque no es perfecto sino adecuado por decirlo de alguna manera, era arquitecto pero su pasión era el karate y los deportes, ante eso pensé, con el perdón de los hombres, lindo, deportista, debe ser un bobo; me iba a contentar con mirarlo para que no se perdiera el encanto, pero en ese momento llego mi amiga y me lo presento y me lo encargo mientras iba al baño, como buena mujer se demoró mucho, cuando ella llego yo ya estaba perdida y sin remedio, sentía que lo conocía de toda la vida, le gustaban las cosas que tendría mi hombre ideal, si, lo admito era muy inteligente me daba miedo hablar para no decir alguna estupidez, pero realmente dije muchas, ahí empezó mi perdición, no les miento al decirles que ha sido el hombre con el que más citas he tenido, con el que más he hablado y le he abierto mi corazón y mis sentimientos, y con el que más me he humillado, y a cambio no recibía ni una cogida de manos, lo había intentado todo y lo peor era que parecía esas chicas de las telenovelas que tanto detesto, que creen que el galán algún día se enamorara de ellas e inventan mil excusas para pensar que él si está interesado en ellas, es patético, pero así estaba, pensaba que era muy tímido (aunque no lo parecía, por las muchas reuniones a las que asistía y todas las amistades que frecuentaba), que se quería mantener soltero y yo era un peligro, en fin tantas cosas que ahora me dan pena, y no falta la buena amiga que para levantarnos el ánimo nos dice que tal vez sea gay. Y por eso era el interés del traje, porque lo iba a deslumbrar en el cóctel y luego me le lanzaría y si no resultaba estaría comprobado lo que decía mi amiga. Bueno es una tontada pero así pensaba.