.:Killer Mimi:.

Capitulo 1 - Parte 1 .- Un día Normal (14 años)

*Sentía aquella presión, no tenía otra alternativa tras lo sucedido, no podía ser una niña llorona en este momento. Ahí estaba esa persona, descansando en uno de los muebles de mi casa como si nada. Yo tenía que hacerlo, era el momento de ser valiente, así que yo...*

Suena una alarma que hace despertar a una chica pelirosa de aquel sueño. Tal parece que fuertes recuerdos aun invaden su cabeza, incluso tras años. La chica aun sin pararse, apaga el despertador y se pone a pensar acostada mientras su brazo cubre sus ojos. En ese momento se oye una voz gritando su nombre.

-¡¡Mimi Tsuchit...!! Cómo sea que se pronuncie tu apellido- dice una mujer de ya unos 40 años mientras abre estruendosamente la puerta del cuarto de Mimi.

-Tsuchitsukami, mi apellido es Tsuchitsukami- responde en tono cansado a los gritos de la mujer. -Stella, llevas conociéndome 4 años, eres la jefa del servicio, es parte de tu labor saber los nombres de los empleados, además, no tenías que gritar, ya estaba despierta-

Resulta que Mimi es una maid en la mansión de la familia Kisunami, una poderosa familia dueña de una cadena de empresas muy exitosas a nivel mundial que se dedican a la importación de nueva tecnología, más revisión y arreglos de sistemas. Mimi no es una maid como las demás, puesto a que es muy joven, aun va al colegio, pero esto tiene dos motivos, primero: nadie sospecha el verdadero uso que tiene, segundo: apenas es 6 meses mayor que el hijo de la familia Kisunami, Taito, haciéndola perfecta para ser su maid personal.

-Sí te grito, Mimi, ¿sabes que ya por tu culpa Taito va con 5 minutos de retraso al instituto? ¡¡VISTETE AHORA!!- Grita Stella antes de irse del cuarto para que Mimi se aliste para el instituto.

Mimi se pone medias, zapatos, sale corriendo con la falda medio puesta y el cepillo de dientes en la boca, por el pasillo se pone la camisa, Stella le lanza un lonchera con el desayuno y se sube a la limosina. Ahí se termina de arreglar bien la ropa, se enjuaga la boca con agua y un recipiente vacío y luego ve a Taito sentado al lado viéndola.

-Tardaste, ¿soñabas conmigo acaso?- dice Taito en con una sonrisa pícara.

-Si hubiese soñado contigo, me hubiese levantado rápidamente, ya es suficiente de ti al ser tu niñera- responde Mimi mirándolo fríamente.

-Tu calidez me impresiona- dice Taito de forma sarcástica. -Por eso te doy un lazo para el uniforme del colegio, porque lo olvidaste ¿no es así? al igual que la pulsera identificadora- le pasa ambas cosas a Mimi junto con 2 elásticos para el pelo.

Mimi se queda sin palabas con los ojos como platos, en realidad eran cosas importantes, sin eso no la dejarían entrar a la institución. -Gra... gracias-

Pasan un día normal en el instituto, de 8 am a 3 pm, tiempo acostumbrado. Durante el viaje de regreso a casa a Taito le provoca un helado, y como buen chico millonario sin problemas, compra uno e invita uno a Mimi.

-Oye Mimi... ¿me ayudas luego con la clase de matemática? no entendí nada de lo que dijo la profesora- dice Taito desviando la mirada apenado mientras se sienta en la mesa con los helados.

-¿el que según se las sabe todas necesita ayuda en matemática? vaya, es interesante- se burla Mimi.

-Oh, cállate, somos humanos. Pero bueno, ya que mañana no hay clases, había estado pensado cosas- dice Taito mientras se va comiendo su helado.

-Por favor, no me metas en cosas raras, ya tengo suficiente con el trabajo que tengo- dice Mimi.

-No es nada raro, es que bueno, mañana tú cumples 15 años, ¿no?... también mañana hay un festival cerca y pues, te quería invitar- dice Taito desviando la mirada nuevamente. - es mi pago por la clase de matemáticas...-

Mimi se siente confundida. -esto no es un 'shoujo' como para que andes así... pero bueno, acepto ir, lo que sea por liberarme del trabajo en mi cumpleaños al menos-

-Sé que no es un 'Shoujo' y si lo fuese, ¿quién saldría con una chica que parece niñita pequeña?- se burla Taito de Mimi.

-jodete... si no trabajase para tu familia, ya estarías muerto, no olvides que soy una asesina entrenada- responde fastidiada Mimi y acto seguido mirada fríamente a Taito.

Taito se paraliza porque sabe que es verdad, suele olvidar que ella es una asesina en realidad, ella es una killer maid. Mimi ha tenido un pasado que para Taito ha sido un misterio, lo único que sabe es que las manos de ella han estado manchadas de sangre desde los 8 años de edad. La historia se vuelve difusa hasta que la conoció por primera vez cuando ella tenía 11 años, una niña desalineada que se veía temerosa, tenía manchas de sangre en su ropa, pero no tenía heridas abiertas, su pelo se veía curioso, la mitad superior era blanco y la inferior era rosado, definitivo se había teñido. Fue entrenada desde entonces, comenzó estudios en casa para ponerse al día. Teñida nuevamente de rosa por alguna razón, logró superar el entrenamiento, pasar los estudios para nivelarse y fue puesta como protectora y maid personal de Taito, llevándola así hasta el día de hoy.

-Entonces, ¿nos vamos ya?- dice Mimi llevándose a la boca la cucharita con lo último de helado. Taito solo asiente y se monta a la limosina. Sin dirigirse las palabras ente ellos nuevamente durante el camino, llegan a casa y cada quien a su habitación para cambiarse. Por su lado, Mimi se desviste y se tira a su cama, se refresca un poco, se baña y luego se mete a la bañera y se pone a pensar.

*Taito es un idiota, hoy lo he vuelto a comprobar. Aunque aun así es buena persona, diferente a lo que pensé recién llegada acá... recién llegada acá, ¿eh?... han pasado 4 años desde que llegue, me acogieron después de haber estado en la calle, escondiéndome de los policías durante 3 años tras el asesinato de mis padres. Aun han de creer que yo fui la culpable de aquello...* Mimi se comienza a deprimir. -No es momento de deprimirse, mañana es mi cumpleaños y fui invitada a un festival, debo pensar positivo- se dice Mimi mientras agita la cabeza. Tras esto sale del baño, se viste y comienza su trabajo como maid habitual.