Capítulo 9

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Me quedé en blanco y Henry lo notó. Alargó su mano para coger mi móvil y leer ese mensaje. El frunció el ceño y al instante apagó el teléfono.

- ¿Me puedes traer un vaso de agua? -no pude descifrar el tono de su voz pero me levanté y encendí todas las luces, abrí todas las puertas hasta que encontré la cocina.

Regresé con el vaso lleno de agua y se lo entregué para ver como introducía MI teléfono en su interior.

Mi corazón se partió en mil pedazos y ahogué un grito. Henry, por su parte, soltó el vaso en el suelo y agarró mi cintura, y me tumbó a su lado.

- Ya no podrá encontrarte ese tal K -besó mi nuca y acarició mi panza.

Asentí haciendo una pequeña mueca. Adiós a mi único móvil y todo lo que había en su interior que podía ser importante.

- Tranquila, lo hago por ti, no quiero verte sufrir -acarició mi mejilla. Yo negué.

- Me parece un buen gesto lo que has echo, pero era el único que tenía y no creo poder comprar otro -suspiré cerrando mis ojos y apoyandome sobre su mano.

- Te compraré otro -

Abrí por completo los ojos, sorprendida, y me aparté de él.

- No, no, no, no puedo dejarte hacer eso, Henry -

- Sam -agarró entre sus dedos un mechón de mi pelo-. El dinero me sobra, cada segundo que pasa estoy ganando pasta -

- Aún así, no quiero que te gastes dinero en alguien como yo, hay personas que lo necesitan más que yo -

- Lo se. Tomatelo como un adelanto de tu regalo de cumpleaños -

Fruncí el ceño. ¿Como sabía que dentro de unos meses sería mi cumpleaños? No recordaba haberle contado esa información sobre mi. Negué arrojando esas dudas de mi mente sin darle mas importancia.

- No acepto un "no" como respuesta -habló tras unos segundos de silencio.

- Si no hay más remedio... -murmuré mirado al techo.

*-*-*-*-*-*-*

No se cuanto rato llevaría mirando aquella mancha de la pared pero, sin darme cuenta, Henry se había quedado dormido.

La poca luz que atravesaba por la ventana iluminaba parcialmente nuestras siluetas y los objetos de nuestro alrededor.

Miré su rostro delgado, tenía los labios entre abiertos, su rostro transmitía tranquilidad. Sonreí incoscientemente mientras observaba cada una de sus facciones. Sus pestañas largas, su nariz recta y sus labios carnosos que pedían ser besados a gritos. Mordí mi labio intentando acariciar sus labios sin despertarlo.

De repente, noté una mano sobre una de mis tetas. Aparté mi mano de mi objetivo y miré su mano algo avergonzada. El seguía dormido, ¿verdad?

*~*~*~*~*~*

Bueno chiquitines, la sorpresa que teníamos preparada las creadoras es que pensamos que un capítulo a la semana sería bastante poco...

¡¡Y aquí estamos!!

Esperamos que os guste 💕

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Mil ojos sobre ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora