LA PRINCESA QUE NO SABÍA QUE ERA UNA PRINCESA

504 7 0
                                    

Ella, desde el fondo de su corazón sabía que tenia algo diferente dentro de sí, tal vez la sangre que corría por sus venas, tal vez su ascendencia, no estaba segura, pero presentía que había algo especial y que algún dia saldria a la luz, quien sabe.

Muchas veces dijo: Me siento como una princesa pero seré realista no nací bajo un techo de princesa, no tengo la gracia y belleza de ser una, así que no lo creo, aunque aveces vivo como si fuera una.

Conoció a muchos sapos y con tristeza veia como partian lejos de ella al descubrir que no eran principes.

Lloraba por las noches y se lamentaba: Los principes no existen, tampoco las princesas, no soy princesa ni nunca encontraré a ningun principe. Qué estúpida! ¿Quién me engañó haciendome creer que yo podia ser una?

Los años pasaron sobre la mujer que no sabía que era una princesa...

La gente la llamaba "amargada", "la bruja", "La loca"."la solitaria", sin fin de sobrenombres.

Aveces ella lloraba pero queria ser fuerte y demostrar que nada le importaba.

El momento más amargo pero muy intimo que ella tuvo y que yo recuerdo con algo de tristeza pero a la vez con felicidad, fue cuando la escuché gritar con toda su alma, ese dia que sentia que no podia más y fue como una bomba en explosión, ese dia que la lluvia caia fuertemente, ella salió al patio de su castillo y le reclamó al cielo: "¿Qué hice yo para merecer esto?!, ¡Dime si me lo merezco!, solo quiero saberlo y si tienes una buena razón lo aceptaré gustosa y podré vivir mis dias feliz consiente de mi suerte o mi destino..."

Pero el cielo parecia furioso con esos truenos y era como responderle:" ¡Callate! ¡Estoy furioso no me hagas enfurecer más!"

Ella sintió morir, quería morir...

Un dia, a la puerta de su casa llegó algo muy parecido a un principe, su nombre era Ángel.

Ella abrió las puertas de su palacio, ilusionada, emocionada por que tal vez el cielo después de todo, tuvo compasión de su sufrimiento.

Ángel era lo que ella habia esperado desde hace mucho tiempo, sin embargo... Àngel no es lo mismo que principe, ¡pero ella no sabia que era una princesa!

Sólo que su corazón le decia: Él es un ángel no es para ti...

Con dolor en el pecho despidió a Ángel, no sabía porqué pero algo le decia que ese Ángel no era para ella, no era su destino. Extrañamente el ángel estaba enamorado de ella, de su ternura, de su corazón de niña aunque tenia cuerpo de mujer madura, pero esta vez ella se sentía un sapo frente a un principe, no quería hacerle daño pero partió su corazón en pedacitos, el ángel lloró y con mucho trabajo aceptó la desición y se marcho.

 Más dolor había en ella, en su pecho, en su corazón que estallaría de sufrimiento, ella pensó: " El cielo me castigará por haber herido a un ángel que no se lo merecia". Ella decidió hacer un pacto con el cielo. Corrió con todas sus fuerzas al campo y le habló otra vez: "Creo que otra vez estas enfurecido y con mayor razón, te pido perdón si me enviaste a ese ángel, en respuesta de mi queja, no queria herirlo, por eso quiero proponerte... si yo tenia que ser feliz algún dia, dale mi felicidad a él a cambio de la mia, no importa que yo nunca lo sea, que él viva el verdadero y puro amor que yo no he vivido y que tal vez iba a vivir algún dia, ¡renuncio a él, por él! Porque me amó de esa manera que yo no merecia".

El ángel poco tiempo despues, encontró el amor que sanó su corazón herido.

 La princesa se resignó a su destino, tal vez el dragón habiase comido a su principe, solo que ella no sabía que es o a quién tenia que esperar, ya que no sabía aún que ella era una princesa, sin embargo ahora que habia hecho un pacto sabia que ya no tenia que esperar a nadie.

Ella empezó a ser felíz, a tomar la vida con calma y de manera positiva, ella después de tanto empezó a sonreir, a jugar aún apesar de su edad, salia al campo, corria atrapando mariposas y lucernagas, ella quise ser niña otra vez, simplemente se olvidó de todo.

Esa sonrisa infantil de mujer feliz, irradiaba luz en todo el palacio, sus ojos eran como luceros de la noche, sus dientes como la luna, irradiaba tanta belleza que atraia a cualquiera que pasase por ahi... hasta a un príncipe.

Un príncipe, se enamoró de esos ojos, esos labios, ese algo que ambos desconocian... ella no quería, ella no creía pero se dió la oportunidad, dijo... por ultima vez.

El principe, besaba tiernamente los labios de ella y la llamaba "Mi princesa, mi dulce princesita".

Besaba todo su rostro con ternura, ella se sentia volar, sentía mariposas en la panza, él la trataba con tanto respeto y ansiedad de ir a más pero el amor era fuerte y no quería arruinar ese hermoso y puro amor.

Él como todo caballero y principe, abría la puerta del carruaje cuando salian, pagaba la nieve y los chocolates que ambos disfrutaban, besaba su mano con delicadeza, acariciaba su rostro, le regalaba rosas y detalles de amor, jugaba con los rizos rojizos de ella, no se cansaba de decirle que la amaba y que era su princesa.

Ella nunca pensó que sería tan feliz, ella le preguntó al cielo de su pacto, ¿Merezco esta felicidad?, pero como siempre, el cielo guardó silencio, sin embargo su corazón le dijo una vez: Tú mereces ser feliz por eso ahora lo eres, (todos merecemos la felicidad) y eso que hiciste de cambiar tu felicidad por la de otro, fue lo más puro y hermoso que hiciste, eso se llama Amor, amor sin condición, amor verdadero por tu prójimo, cuando dejas de pensar en ti para pensar en otros. Amor se paga con Amor.

El ángel fue enviado para la misión de que el cielo viera en ti si estabas preparada para el verdadero amor.

"Ella nunca se daria cuenta de que era una princesa hasta que un príncipe llegase y la tratara como tal".

Autor: Carmen Antrami.

LA PRINCESA QUE NO SABÍA QUE ERA UNA PRINCESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora