« Ú N I C O »

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– ¡Chat! – Gritó alarmada la joven de traje moteado al ver como el akumatizado lanzaba a su novio contra una pared a unos metros de ellos. La joven heroína empezó a correr en dirección al joven herido – Oh dios mío ¡Chat! ¿¡¿E-estás bien?!?! ¿¡¿P-puedes moverte?!? – le preguntaba con la voz entrecortada, probablemente causada por un futuro llanto. La heroína cogió a Chat y lo trasladó a un pequeño callejón entre dos casas logrando despistar a su rival, Darkblade.

Al parecer Darkblade, o más bien conocido Armand D'Argencourt, perdió en un torneo de esgrima muy importante para él, ya que si ganaba, aparte de ganar una gran recompensa monetaria, conseguiría conocer a su cantante favorito Jagged Stone y a su ídolo en este deporte, José Luis Abajo Gómez, quién había ido a ese campeonato para observar las técnicas de los participantes. Armand D'Argencourt salió muy enfurecido del recinto donde se llevaba a cabo el torneo refunfuñando y maldiciendo por lo bajo, aún llevaba puesto su traje y tenía en mano su sable de "la Suerte". Una oscura mariposa se posó en esta y una silueta parecida a la de una mariposa se mostró en el rostro de Armand D'Argencourt, o más bien conocido ahora como Darkblade, el caballero oscuro.

– M-my La...dy –le respondió el joven en un bajo abriendo los ojos poco a poco al cabo de unos minutos – N-no llores... tranquila, s-solo estoy un poco mareado por el golpe – La joven había comenzado a derramar lágrimas sin percatarse, no fue hasta que notó como las manos de su novio le limpiaban sus húmedas mejillas que abrió los ojos para encontrarse con los gatunos ojos verdes de Chat.

La joven asintió y poco a poco fue envolviéndolo con sus brazos con mucho amor. No quería que algunas de sus heridas por culpa del impacto se hicieran más profundas así que procuró no aplastarlo.

– Gato tonto – susurró la joven en un tono alegre mientras apoyaba su frente con la de su gatito y se perdían en la mirada del otro.

Poco a poco y sin darse cuenta, los dos cerraron los ojos fundiéndose en un largo y tierno beso, un poco salado por las lágrimas de Ladybug. Los héroes se separaron al notar un leve temblor y una explosión no muy lejos de aquí. Ambos un poco sonrojados y con la respiración agitada se sonrieron antes de que la joven empezase a hablar.

– No es tiempo de cariñitos gatito – le dijo con un tono dulce mientras se levantaba del suelo – Hay una ciudad que salvar y un villano por derrotar – continuó mientras se estiraba un poco y le guiñaba un ojo a su novio – quédate aquí gatito, vuelvo enseguida – Antes de que el gato pudiera quejarse diciendo que podía ayudarla con el akuma, la joven enmascarada ya iba brincando por los tejados de la bella París.

– No merece la pena que vaya tras ella, es demasiado terca – se dijo a sí mismo en un susurro – Buena suerte Marinette, confío en ti –.

La joven parisina llegó al lugar en donde Darkblade iba haciendo de las suyas, cortando con su sable todo lo que estuviera en medio de su camino.

– ¿No te han enseñado nunca que está mal hacerle daño a la gente? – dijo Ladybug saltando delante de su contrincante para pararle el paso y así permitirle a los ciudadanos indefensos de la zona escapar.

– Ladybug – dijo con un notable tono de desprecio – Maldito insecto, ¿¡¿Tú también quieres ponerte en medio de mis metas y fastidiarlas verdad?!? – Le gritó enfurecido.

– Yo no quiero ponerme en medio de tus metas Darkblade, lo único que quiero es ayudarte a liberar ese akuma que te esta poseyendo y te está obligando a hacer algo que no quie– Ladybug no pudo terminar su frase ya que Darkblade en un ágil movimiento le pateó el vientre logrando que el yo-yo se desenganchara de su cintura cayéndose al suelo mientras que esta retrocediera unos pasos respirando forzosamente y sus manos presionaban su barriga.

Esgrima [One-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora