Estaba sentado en una maldita silla incómodo y sentía como mis piernas temblaban.
Me indicaban que estaba ansioso y nervioso, siempre era por lo mismo.
Las lágrimas se acumularon en mis ojos y, realmente, estaba haciendo un gran esfuerzo para no liberarlas.
—¿Familiares del joven Min?
Rápidamente todos nos pusimos de pie. No sé exactamente cuantas horas llevábamos sin novedades, estaba comenzando a tener miedo.
—Nosotros somos su familia. —Habló Hoseok intentando sonar calmado.
—Pueden estar tranquilos porque él está bien. —No hubo necesidad de alguna palabra más para que las lágrimas, que había intentado retener, empezarán a deslizarse por mis mejillas. —Que llegaran en el momento justo y consiguieran sacarlo de la habitación hizo que respirara menos monoxido de carbono y no tuviera una intoxicación.
Jimin aclaró su garganta. —¿ Y de Jeon Jungkook sabe algo?
Fruncí el ceño. “Pero si estoy al lado tuyo”
—Jeon... — miró en los papeles que traía consigo hasta dar con el indicado. —Él también se encuentra bien, ahora hay que esperar a que despierten y podrán verlos.
Realmente no entendía nada. —¿Hyungs? —Ninguno me dirigió la mirada, solo seguía clavada en el doctor.
Me acerqué a Namjoon, quien se encontraba abrazando a Taehyung en un intento de consuelo. —Nam hyung, ¿Qué está pasando? ¿Por qué actúan como si no estuviera? Si es una broma no me está gustando nada.
Sin embargo, nunca respondió a mis pregunta, si no que soltó un: —Nunca tendría que haberle ayudado a conseguir esos medicamentos. Es mi culpa. Soy un imbécil.
Jin negó. —claro que no es tu culpa, no sabías que lo iba a usar para eso.
Y todo se volvió negro en cuestión de segundos.
