Capitulo 2

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Y aquí estoy en la entrada de mi antiguo instituto, como dije antes es un pueblo pequeño y todo se sabe rápido, en mi primer año fui muy conocida por todo lo que hacía y estaba dispuesta hacer y al parecer todos recordaban eso, ya que podía sentir cómo a medida que caminaba todos me miraban no muy discretos.

Tenía que ir a ver a mi consejero para que me diera mi horario y evitando las miradas de todos me dirigí a la oficina central.

—Mm vengo a ver a mi consejero Mr Stewart - la recepcionista me miró por encima de sus lentes- Soy alumna antigua de primer año...

—¿Nombre?- respondió indiferente.

—Kaya Russell- la señora tecleo algo en el computador y luego me miró repetidas veces tratando de verificar si era yo.

—Esperamos que su comportamiento haya mejorado jovencita- de seguro había visto mi curriculum de mierda y no la culpo fui un maldito desastre.- Su consejero la espera- no dude más y entre a lo que sería la oficinas de los consejeros, mire los nombres de las puertas hasta que me encontré con la que tenía de nombre Mr Stewart, llame a la puerta y entré, ahí estaba un hombre al parecer de no mucha edad atractivo sentado al frente de su computador y cuando entre me sonrió y me hizo una señal para que me sentara en una silla de frente a su escritorio.

—Que gusto tenerte aquí Kaya, mi nombre es Nicholas Stewart, pero puede llamarme Nicholas- me tendió su mano y le di un apretón de manos formal- ¿Te ha traído buenos recuerdos estar de nuevo en tu viejo instituto?- no se porque pero me dio mucha risa esa pregunta y no aguante y solté una carcajada demente, Nicholas sonreía sin entender muy bien y no lo culpo parecía una loca.

—La verdad es que no -dije tranquilizandome- ha sido una mierda, lo siento por la expresión pero ha sido literal eso...- Nicholas estaba completamente sorprendido, de seguro no esperaba aquella respuesta

—¿Quieres hablar al respecto señorita Russell?- no tenía ganas de explicarle a un extrano mi vida, pero ahora mismo mucha gente que ni conozco me estaría juzgando por lo que fui en un pasado, así que más da.

—Bueno por donde empiezo, mi mejor amiga me odia por haberme ido hace dos años sin decirle nada y de seguro no durará dos veces en vengarse y ahora todo lo que hice en mi primer año está en boca de todos y de seguro no tardarán en hacerme la vida aún más miserable- lo dije tan rápido que Nicholas tenía los ojos como platos.

— Ehh.. bueno podemos hablar con el psicólogo del instituto - me levanté de mi asiento irritada por este increiblemente guapo consejero.

—En toda mi vida he visto a miles de psicólogos y nada les ha funcionado, solo deme mi maldito horario y yo me las arreglare- Nicholas estaba completamente desconcertado.

—Lo siento mucho- me tendió mi horario- espero que podamos hablar en otro momento.

—No lo creo Mr Stewart- me fui dando un portazo furiosa, no se porque en realidad solo quería irme a casa pero desgraciadamente no había ni empezado mi primera hora de clase.

Comencé a buscar mi salon de ciencias y para mi sorpresa ahí estaba Serena, creo que ya era momento de hablar con ella y arreglar todo para siquiera no sea tan raro.

—Hey Serena!- ella me miró y se levantó de su asiento yo la sigue estupefacta por su actitud tan infantil, le tome del brazo cuando estábamos en el pasillo-¿Enserio?.

—Suéltame ... - Serena está completamente fuera de lugar no creo que tenga que ser tan maldita conmigo.- Dije que me sueltes O te lanzo mi batido encima.

—Solo quiero que arreglemos las cosas...- antes de que pudiera seguir me lanzó el batido en la ropa y luego salió corriendo.

—¡Maldición! - toda mi ropa estaba llena de batido de fresas, todos en el pasillo me miraban u otros solo reían y para empeorar todo Cook llega haciendo sus estúpidos comentarios.

—Buen primer día- suelta una carcajada, el profesor apenas llegaba y me ve toda llena de batido.

—Mr Mayer acompañe a la nueva a limpiarse- o no no necesito que Cook me ayude

—Yo puedo...

—Claro que si Mr Morrison- Cook me tomó del brazo guiándome hasta el baño para limpiarme la camisa, no quería hablar ya me sentía completamente humillada.

Estaba en el lavado tratando de quitar el batido de mi ropa y ya me estaba desesperando, Cook me detuvo y me miró preocupado.

—Eso no se va a quitar, vamos a mi casillero ahí debe de haber una de mis camisas de deporte- mi camisa estaba estropeada y si no quería que insectos se me acercaran tenía que cambiarla.

—Pues vamos- dije resignada tratando de calmar mis nervios.

—¿Serena te hizo eso?- no tenia porque darle explicaciones a Cook lo que me alla pasado lo tiene a él sin cuidado después de lo imbecil que fue ayer conmigo no creo que lo vuelva a considerar un amigo- Vamos habla conmigo, Serena se ha convertido en una maldita perra desde que te fuiste- me hizo frenar colocandose enfrente de mi.

—Me da exactamente igual ella ahora mismo- escupí tratando de seguir mi camino pero me bloqueo el paso otra ves.

—No es así Kaya ustedes son muy buenas amigas, solo dale tiempo, ella es algo orgullosa- era cierto pero no tenia porque dejarla que me trate mal solo porque este rabiosa conmigo, ella sabe perfectamente que se defenderme y si hace falta no lo dudaría dos veces.

—Si ella quiere pelear pelearemos, ahora llévame a tu maldito casillero- Cook no me dijo nada más y me llevó sin protesta.

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La hija del santo es un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora