cicatrices permanentes

De adentro hacia afuera

Fue el último día en el que las olas me golpearon y reí a carcajadas.
Fue la última semana en la que sentí una amistad sincera.
Fue el último año que me sentí viva y me sentí yo misma.
Cuando desperté estaba en otro mundo estaba sintiendo algo que nunca había sentido antes, dolor.
Mis inseguridades crecieron al tocar el colegio y tuve que protegerme. Mi protección era mi cabello encima de mi cara y mi maquillaje para sentirme bella.
Nadie me entendía, ya que todos los que me decían que debía calmarme tenían la cara intacta, no quería que nadie sintiera lastima por mi, empecé a sentir un vacío no lograba entender  nada.
Los años pasaban y ya no los sentía, las malas decisiones empezaron.
Le tire la culpa de mis desgracias a mi madre y a Dios las únicas 2 personas que de verdad me aman hasta el día de hoy. Dios peleaba por mantenerme viva y mi madre lloraba por que no muriera.
Me di cuenta que antes del accidente yo no era tan hermosa como lo soy ahora aún con mi cicatriz soy más bella que antes pero soy más insegura y soy menos feliz. Antes del accidente sólo tenía 2 amigas, después del accidente tenía grupos de amigos para disimular la soledad y falta de amor... pero era más feliz sólo con 2.
Daría lo que fuera por volver a ser lo que algún día fui.
Una niña feliz y inocente.