| Capítulo VIII |

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4 de junio, 6:34 pm, habitación de Joy Rawson.

-Estamos preocupadas.

Liz y Ally se encontraban paradas en la puerta de la habitación de su amiga. Había, prácticamente, forzado a Joy a escucharlas. De hecho, era algo sorprendente que ellas dos hayan logrado que Joy se sentara en su cama dispuesta a escucharlas.

Oh, necia Joy.

Creo que tengo que ponerlos en contexto para que comprendan.

Joy estaba herida. Tan jodidamente herida. ¿Saben que otra cosa caracteriza a Joy?  Además de su necedad, claro. Es una de las personas más orgullosas que pueda mencionar. Ya saben, del tipo: atrévete a rechazarme, contradecirme o siquiera negarme algo. Bien, pero sin duda no volverás a sentir mi mirada sobre ti. Nunca.

Lo sé, ella lo sabe, todos los sabemos. Eso es un terrible defecto. Pero, ¿qué se le va a hacer? Ella es así, orgullosa sin remedio.

El punto es, que Joy esta herida y muy orgullosa para admitirlo. Algunas personas se desahogan viendo películas, comiendo helado, saliendo con sus amigos y tal vez así las risas desaparecerán esas heridas. Otras personas optan por comenzar a salir con chicos. Muchos chicos. Más de lo que se podría considerar decente.

Y Ally y Liz notaron algo. Joy es de la última categoría que menciono. Sí, de la categoría de salir con chicos. Muchos chicos.

Cuando Joy le contó a sus amigas sobre su cita con Kyle presintieron que debían preocuparse. Pero no lo hicieron, porque creyeron que sólo sería una cosa efímera. Pero cuando comenzaron a oír en la escuela los torrentes de chismes que todos andaban soltando sobre su mejor amiga, se preocuparon.

- No. No tienen porqué preocuparse. - dijo Joy rodando los ojos. Siempre rueda los ojos.

- Claro que sí. Mira, sabemos que estás triste o algo así. Pero comenzar a salir casi con toda los chicos de la escuela no es la mejor forma de superar a tu ex novio. - dijo Liz sin rodeos.

- ¿Por qué arruinar tu reputación por alguien que no vale la pena? - agregó Ally.

- Ok, aprecio que se preocupen. ¿Sí? Pero les diré lo que le dije a Rich: es mi asunto, es mi problema. - replicó Joy. Liz estaba a punto se decir algo pero Joy levantó la mano indicando que no había terminado. Puede llegar a ser muy mandona a veces. - Además, ¿qué más me da si en la escuela creen que soy una zorra? Apenas puedo mencionar a cinco personas decentes de las cuales me importaría su opinión. Y esas personas precisamente no son del tipo de juzgar a alguien más.

- Pero... no es la mejor reputación, ¿no crees? Además, así no estás haciéndote ningún bien. - respondió Ally.

- Tal vez sí. O tal vez no. Déjame averiguarlo.

¿Qué les dije? Necia. Demasiado necia. Finalmente, después de considerarlo un largo, largo rato, Liz y Ally decidieron dejar a su amiga desahogarse como quisiera.

- Está bien. Lo que tú digas. - respondió Liz resignándose.

- Continúa siendo tarada. Pero con cuidado, ¿está bien? - dijo Ally.

Joy simplemente sonrió.

Honestamente, no se arrepentía de su decisión. Al menos no estaba sintiéndose sola cada diez minutos. Es lo que tiene ser orgullosa. No admite sus errores.

Bueno, admitía uno. Un gran gran error. No haber apreciado a una persona como debería. Había un chico decente, bueno y amable que había querido hablar con ella. Pero no. Claro que no. Joy decide olvidarlo.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2017 ⏰

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