Mi hermana y yo queríamos ir a la playa, entonces les dijimos a tu amigo y a ti que fuéramos. Tu amigo accedió rápidamente pero tú lo pensaste mucho tiempo. Después descubrí que era porque te daba un poco de miedo lo que pudiera haber dentro del mar, pero te convencí.
A la hora de entrar al mar, descubrimos que había mucha alga marina rondando por ahí y nos dio cosa pero aún así hicimos nuestro intento de ser valientes. Agarraste un alga y me la diste diciendo
-Ten, es como una flor -
Fue algo muy tierno de tú parte, mi interior brincaba de alegría pero mi exterior seguía con una postura adecuada, obviamente.Varias pláticas pasaron ahí dentro. Hubo un tema en específico que me sorprendió. Nos contaste dos malos hábitos que tenías, los cuáles sabías que estaban mal y me decías que eras mala influencia para mi y que nunca los hiciera.
Después de estar sin ti, me di cuenta que tus malos hábitos seguían contigo pero no soy quien para decirte qué hacer y qué no, sabes lo que esta bien y lo que esta mal y si aún así decides seguir haciéndolo, por más que me preocupe, es tu decisión. Te acepto tal y como eres, con tus virtudes y defectos.
Esa plática fue interrumpida por mi grito espantoso, el cual no medí en ese momento.
-¡Hay una mantarraya!-
Ese grito solo salió, no tuve tiempo de gritarlo en otro idioma... que vergüenza.
Salimos huyendo del mar hasta quedar parados en la arena.
En eso, vimos a un niño güero como de cinco años, pasar al lado del animal. Lo empezamos a llamar hasta que su padre lo sacó de ahí y nos agradeció.Nos sentamos en la arena admirando las olas del mar. Al darnos cuenta que estaba anocheciendo, decidimos cambiar nuestra vista de rumbo y en ese momento fue cuando sentí algo cálido sobre mi mano, era la tuya. Fue algo de película, tan romántico, tan sensible.
Era tarde, la luz se había ido, era momento de tomar nuestros propios rumbos.
Decidimos intercambiar celulares para poner nuestros datos y quedamos en ir en la noche a la pequeña disco del hotel.
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¿QUÉ SENTIRÍAS SI TE DIJERA QUE TE AMO?
RomanceVeamos, no sé como les contaron la historia, pero la historia comienza mucho antes de que nos conociéramos M y yo [...] Ésta historia la escribí sólo para ti y sé que no todos la podrán comprender, inclusive me atrevo a decir que ni tú la podrías co...